Villarrica depende de un estudio para que le den soluciones

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Aunque ya están afectadas el 80 por ciento de las viviendas en el casco urbano y hay señales de advertencia en la zona rural, se debe esperar al rededor de 10 meses para conocer qué pasará con esta municipalidad.

La comunidad de Villarrica sigue levantándose cada día con la zozobra de saber cuál es la siguiente casa que colapsará, pues durante el último año el número de viviendas afectadas y con averías se ha incrementado considerablemente.

Ejemplo de esta situación, es la historia de la señora María Aidé Ortiz de 83 años, quien el 12 de diciembre vio cómo se derrumbaba su casa en el corregimiento Los Alpes.

La vivienda estaba ubicada sobre la vía y con el esfuerzo de la familia le habían hecho adecuaciones. Lo que más sorprende es que no presentó ningún tipo de agrietamiento en el último año, simplemente se derrumbó de la noche a la mañana.

Ahora ella y sus nietas de 16 y 14 años están reubicadas en una vivienda del mismo corregimiento y la única ayuda que ha recibido por parte de la administración municipal, hasta el momento, fue el pago del primer mes de arriendo, aunque el acuerdo fue recibir una ayuda económica por seis meses.

Así mismo, Alexánder Murillo, yerno de Aidé asegura que “la Alcaldesa nos había dicho que consiguiéramos un lote y que ella se encargaba de los materiales, pero hasta el momento no ha pasado nada. Ya conseguimos el lote, pero la respuesta de ella, es que hay que esperar a que llegue la plata”.

A la pérdida de esta vivienda, se le suma la del tanque de agua, el cual surtía a nueve familias de la vereda El Hoyo.

En ese entonces, el encargado del reservorio de agua Heiner Patiño, al ver que la casa se había desplomado le dijo a Rosa Vivas, hija de Aidé, que inevitablemente ya no se podía seguir contando con este tanque, motivo por el cual buscó una solución desesperada para no quedar sin agua “él (Patiño) hizo una zanja por donde va el tubo madre y por ahí sale el agua, pero muy sucia. Las personas la están tomando directamente del nacedero porque no pueden tener una reserva como la había antes”, afirmó Vivas.

Esta es una situación confirmada por Yensi Maribel Castro González, coordinadora de Gestión del Riesgo del municipio, quien explica que el tanque quedó destruido y que así mismo, se corre el riesgo de que la vía Villarrica – Cunday considerada como principal, se vea afectada, lo que sería un golpe para el sector agropecuario y educativo, ya por ahí transitan los niños para asistir a las escuelas ubicadas en Los Alpes y Villarrica.

También explica que hay afectaciones en las vereda Cuinde Blanco por remoción en masas y en La Isla.

Igualmente agrega que “la mayoría de personas tienen temor y el municipio no tiene la capacidad en infraestructura ni económica para trasladar esas personas; y nosotros tampoco podemos decirles tienen qué desalojar, porque para dónde se van a ir, porque aquí es imposible conseguir una vivienda en arriendo”.

Por otra parte, los servicios del hospital La Milagrosa de Villarrica serán reubicados en el Comité Municipal de Cafeteros en los próximos meses.

Este lugar se adecuó para prestar con mayor seguridad atención a la comunidad.

Esta situación, que ya lleva tiempo, debe seguir esperando pues sin tener un estudio especializado que explique por qué las casas de Villarrica se fragmentan, las entidades involucradas no se comprometen a ofrecer soluciones.

En espera del estudio de Vulnerabilidad y Riesgo

Aunque ya se ultimaron los detalles de carácter operativo y logístico para iniciar las actividades de la ‘Caracterización de vulnerabilidad y riesgo de Villarrica’, se debe esperar hasta el 2 de mayo para que comience y ocho meses para conocer los resultados, así lo confirmó Jorge Enrique Cardoso Rodríguez, director de Cortolima, quien a su vez explicó que “el objeto del convenio suscrito con el servicio geológico tiene como fin establecer el grado de vulnerabilidad de riesgo en el casco urbano del municipio por actividades de remoción en masa y 200 hectáreas alrededor en el área rural”.

De este estudio depende el futuro de Villarrica, pues según sus conclusiones, se tomará la decisión correspondiente, que puede ser reubicación o reparación de las viviendas.

Cabe recordar que este es un convenio que tiene una inversión de 950 millones de pesos, los cuales son aportados por la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo, Gobernación del Tolima, el municipio de Villarrica y Cortolima, esta última entidad es el operador. 

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Aunque hay familias para reubicar inmediatamente, el municipio no tiene presupuesto para hacerlo.

Credito
XIMENA VILLALBA

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