La emergencia que enlutó a todo un país, y que a la fecha deja al menos 100 muertos en Salgar, Antioquia, hizo recordar lo que en 2012 ocurriera en Honda, cuando la creciente de los ríos Medina y Sucio, que desembocan en el Gualí, ocasionó la destrucción del Centro Cultural Alfonso Palacio Rudas.

El teniente César Santana, del Cuerpo Oficial de Bomberos de la ‘Ciudad de los Puentes’, dijo que no hay que ser alarmistas, pero que en este momento no existe un sistema de alerta o de monitoreo para prevenir una tragedia de esta magnitud.

“Queremos que la situación del río Gualí sea tenida en cuenta en los comités regionales. La idea radica en que se haga un estudio profundo desde su nacimiento, hasta su desembocadura”, comentó Santana.

Santana dijo que ahora lo que más les debe preocupar es la situación del Nevado del Ruiz, “de presentarse una erupción, Honda quedaría dividida en dos, porque los puentes se los llevaría una creciente del río: eso no hay que dudarlo”.

Y agregó que no se debe alertar, sino más bien formular un llamado a los gobernantes y no esperar lo que sucedió en Salgar. “Se debe elaborar unos estudios aguas arriba, revisar los terrenos y, así, evitar que nos pase lo que ya sucedió”.

Según Santana, de Mariquita hacía arriba se perciben muchas falencias y eso se puede revisar con la ayuda de helicópteros.

“En Salgar fue una quebrada y miren cómo creció, porque hubo un represamiento grande y por eso lo que encuentre en su camino se lo va llevando”, indicó.

El panorama es oscuro

Por su parte, el secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo, Eduardo Rodríguez, afirmó que en el Tolima hay muchos asentamientos de familias que están en situación de riesgo, esto porque en algunos sectores falta planeación y voluntad política.

“Por ejemplo en Ibagué, una zona muy vulnerable es el Cañón del Combeima, pero no es la única parte del Tolima, ya que hay sectores en Coello, Ortega, Saldaña y otros municipios donde el riesgo es latente”, comentó el funcionario.

Y añadió que las familias que se ubican en zonas de riesgo son, en su mayoría, humildes y con ingresos económicos bajos, que los obliga a vivir en estos lugares donde ponen en riesgo sus vidas.

“El número de personas que están en riesgo sería incalculable, pero el caso más preocupante es Honda, que tiene más de mil 500 familias en riesgo por cuenta del río Gualí, ante una posible erupción del volcán Nevado del Ruiz”, señaló.

Rodríguez dijo que en este momento se está tomando esas cifras, y que lo que se busca es continuar con capacitaciones mostrando la amenaza en la que se están, con el fin de consolidar las alertas tempranas.

“La comunidad debe estar preparada y conocer los sitios donde habitan y las dificultades que presentan, porque están generando un riesgo para ellos. Deben mirar cómo se reubican en concordancia con los alcaldes; lo que más nos preocupa es que se pierdan seres humanos”, indicó.

Por último, dirigió un llamado para que las autoridades no permitan construcciones porque la emergencia puede ser grande, como lo que sucedió en Salgar.