El anuncio del inminente cierre de la clínica Minerva, agrega una preocupación más al sector salud, pues con esta decisión se pierden servicios como cardiología, radiología terapia respiratoria y las unidades de cuidado intensivo y hemodinamia, por lo que desde la Secretaría de Salud Departamental se empieza a buscar planes de contingencia que permitan buscar alternativas de atención.

“Nuestra mayor preocupación es el represamiento de los servicios y la dificultad que va a generar particularmente, para los afiliados a las EPS Caprecom y Salud Vida, ya que en el caso de Caprecom no tiene suscritos contratos con hospitales como el Federico Lleras, donde se agotó el presupuesto ni con centros de salud de primer nivel de distintos municipios”, dijo Edilma Hurtado, secretaria de Salud Departamental.

Esto significa que aunque cualquier situación de urgencia debe ser atendida, la continuidad de la prestación de servicios se ve afectada cuando no existen contratos de por medio, porque tendrían que ser pagos por reconocimiento, por lo tanto se convierte en una barrera de atención.

La Minerva, un caso más

En los últimos años la crisis de la salud ha ido en aumento, debido a la cartera morosa que tienen las IPS y EPS, con las diferentes instituciones de la red pública y privada.

Estas deudas llevaron a que finalizado el 2013, se clasificaran en riesgo alto y medio 26 hospitales en el Departamento, no obstante, cada institución elaboró planes de gestión de riesgo que son viabilizados por la Superintendencia Nacional de Salud.

Recientemente, el Ministerio de Hacienda hizo una evaluación de los estados financieros con cierre de 2014 y soló encontró siete instituciones en riesgo alto, entre los que está Alpujarra, Flandes, Purificación, Roncesvalles y el Federico Lleras Acosta.

En el caso de Ibagué, sale de riesgo la USI y se mantiene en riesgo medio el hospital San Francisco.

“En el Tolima, prácticamente de los 50 hospitales de la red pública, la mitad de ellos, están en un proceso de ingreso y egreso, y cerca a una calificación de riesgo, por lo tanto desde la Secretaría estamos en un monitoreo permanente, porque es un tema demasiado sensible”, explicó Hurtado, quien hizo la precisión que la fragilidad económica en la salud es tan alta, que si llegara a presentarse retraso en los pagos por parte de una EPS, se va al suelo el plan de gestión que esté desarrollando un hospital.