Esta es una actividad que ya se inició y empieza a dejar evidencias notables, tal como lo dio a conocer la emisora comunitaria local Haca Yu Macú, que publicó en su portal virtual imágenes donde se muestra la disminución del caudal del afluente.

La situación es confirmada por el mandatario de Natagaima, quien explica que además de tener que lidiar con el verano, también lo hacen con esta represa.

“Nos ha afectado de manera severa; en este momento el río Magdalena ha disminuido su caudal de manera notoria y eso nos preocupa, porque también afecta la productividad del río, en torno a los pescadores artesanales, a los cultivadores y a todo lo que tiene que ver con los municipios que somos ribereños de este río”, precisó el alcalde David Mauricio Andrade.

El proceso de abastecimiento lleva cerca de un mes y faltarían dos más para alcanzar los niveles que tiene proyectado El Quimbo.

Cabe recordar que este es un proyecto que tuvo el aval para su ejecución desde el 2008 por el Ministerio de Minas y Energía y que tiene como objetivo atender el ocho por ciento de la demanda de energía en el territorio nacional.

De esta iniciativa, comunidades como Natagaima no han conocido la manera en que los puede beneficiar o afectar dicho proyecto hidroeléctrico.

La preocupación recae porque al Magdalena lo siguen viendo como la fuente que surtirá futuras hidroeléctricas y no se está teniendo en cuenta que esta afluente es el medio de subsistencia de cientos de familias tolimenses.