El río Saldaña es otro de los afluentes en el Tolima que empieza a mermar sus niveles drásticamente, por ello la comunidad que vive en su ribera sigue mostrando desacuerdo por las obras de extracción de material de arrastre que se continúan haciendo.

Es por ello que desde hace una semana el Comité Ambiental Pro defensa del río Saldaña y la red de Comités ambientales del Tolima, han hecho varias marchas y plantones pacíficos para exigir tres peticiones.

La primera, que las actividades mineras sean discutidas con los saldañunos en una mesa ambiental, también que se les permita organizar una consulta popular autónoma como mecanismo democrático y definir si el proyecto debe continuar o no. Finalmente que en esta época de fenómeno de ‘El Niño’ las empresas mineras frenen su trabajo para mitigar los impactos que se están generando.

El objetivo de mesa ambiental es que en este espacio “se determine cuál es el manejo y los impactos que están haciendo estas empresas en el municipio, ya que hasta el momento no han consultado previamente con las comunidades indígenas para hacer la explotación de material”, explicó Alejandro García, integrante del Comité Ambiental del Tolima. Aunque estas solicitudes ya fueron entregadas aún no se ha tenido respuesta.

No obstante, el ánimo no decae y siguen en firme para exigir, de manera pacífica, que se le brinde importancia a sus exigencias que van encaminadas al cuidado y protección de un recurso natural que abastece a cientos de pobladores.

El ambientalista también contó que actualmente, sobre un trayecto de 10 kilómetros aproximadamente, tomando como referencia el puente de entrada turístico que pasa sobre el río, están extrayendo material de arrastre las empresas Triar S.A.S, Agregados Nacional, al igual que en el límite entre Saldaña, Coyaima, Chaparral está Garco Ltda.

Sin agua, no hay calidad de vida

Saldaña es una población que ha padecido por la falta de agua por décadas y aunque ya se está trabajando en la adecuación de una planta de tratamiento y en el acueducto, sus habitantes siguen afectados.

La sequía, además de generar una alta temperatura, ha secado los aljibes, alternativa que se tenía tanto en la zona urbana como rural para abastecerse de agua.

Es tanta la sequedad de la zona, que ya ni con las motobombas se logra extraer una gota del líquido.

Se extrae más de lo permitido

Pero estas manifestaciones no solo se han quedado a nivel local y regional, pues en agosto el representante a la Cámara Miguel Ángel Barreto, citó a dabate en la Cámara de Representantes a las autoridades ambientales y mineras para discutir esta problemática, ahí con la presencia de la Viceministra de Minas, María Isabel Ulloa y el director de Cortolima, John Jaime Guzmán, representantes del Comité Ambiental Pro defensa del río Saldaña, entregaron evidencias (fotos y vídeos), de que el brazo de la retroexcavadora de una de las empresas excava a una profundidad de más de cuatro metros, cuando el permiso establece que es de un metro con 80 centímetros.

Según Alejandro García, la Viceministra hizo el llamado a las autoridades ambientales para que investigaran si estas imágenes eran reales y de ser así la empresa debía ser sancionada, no obstante, hasta la fecha no ha pasado nada.