La primera población que ha manifestado esta posibilidad es Líbano, pues su mandatario, Jesús Antonio Giraldo, aunque ha hecho gestiones para obtener una ayuda de los entes nacionales, esta aún no ha llegado, por ello siguen en riesgo cerca de dos mil estudiantes.

Para la Secretaría de Educación Departamental, esta es una medida que no se puede pensar a la ligera, por ello se quiere tomar la semana de receso escolar para buscar alternativas que permitan que los niños sigan asistiendo a clases.

“La idea es que a través de la dirección de Cobertura y Calidad se haga un barrido en todo el Departamento y así establecer qué otro municipio presenta esta novedad. De llegar a ser necesario parar las clases, se utilizarían jornadas flexibles y calendarios especiales”, indicó Melquisedec Acosta, secretario de Educación.

Otra de las poblaciones que puede adoptar esta medida es Prado, en el sector de la Isla del Sol, pues allí también el agua empieza a desaparecer, pero la Administración municipal está solicitando el apoyo del Fondo de Adaptación para que intervenga el acueducto, “estamos tratando de habilitar lo más pronto el servicio para que no vaya a afectar a los niños, por ello queremos aprovechar esta semana de vacaciones para buscar la solución”, dijo Néstor Augusto Trujillo, alcalde de Prado.

No obstante, se aprovechará esta semana para que tanto las entidades municipales como departamentales implementen planes de emergencias que ayuden a mitigar la carencia de agua y evitar un retraso en el calendario escolar, ya que se debe tener en cuenta que este verano llegaría hasta marzo de 2016.