Un ferrocarril que pasó y que aún está en la memoria de muchos tolimenses

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, llegó al Tolima el medio de transporte más moderno para la época: el ferrocarril, que llegó a cambiar la historia de la región y dejó en la memoria de algunos tolimenses el sonido de esa gran máquina que recorrió gran parte del departamento.

Como en las películas antiguas, el Tolima vivió una era de antaño, donde los trenes corrían por gran parte de la geografía del departamento, ferrocarriles que trabajaban con carbón, que transportaban no solo a las personas, sino que traían mercancías, tiempos en que corrían las locomotoras por praderas y montañas de la región.

El tren pasó, dejando consigo señales en los diferentes municipios por donde transitó este medio de transporte tan importante a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, dejando los vestigios en las carreteras.

Pedro Bernardino Sosa Rubio, bibliotecario y miembro fundador de la Academia de Historia del Tolima, relató que la llegada del ferrocarril a Ibagué fue un gran acontecimiento, un aporte al desarrollo económico de la ciudad y al departamento.

“En el año de 1921 llega el ferrocarril a Ibagué, era presidente el general Pedro Nel Ospina y él mismo vino con su ministro de Gobierno a inaugurarlo.

“La estación quedaba donde está actualmente la terminal de transporte, allí había amplias bodegas y algunos talleres de reparación de las locomotoras”, mencionó Bernandino.

Según cuenta Sosa Rubio, la llegada del ferrocarril a la capital tolimense fue muy importante, especialmente los domingos cuando los ibaguereños de la época llegaban al ‘mercadillo’ ubicado donde está actualmente el monumento a la Bandera, a comprar productos de tierra caliente.

Ferrocarril del Tolima

En 1892, bajo la ordenanza numero 18 del 4 de agosto, se facultó al gobernador del Tolima la construcción de vías férreas, que debían iniciar desde el puente de Girardot, sobre el río Magdalena y llegar hasta Ibagué. Debía tener dos ramificaciones: norte (Ambalema) y sur, y que se prolongara hasta la ciudad de Neiva.

“Esa línea de ferrocarril arrancaba desde Bogotá, pasaba por Espinal y Chicoral, había también una conexión que llegaba donde quedaba antiguamente Cementos Diamantes, en Buenos Aires, allí había una variante que conducía hacia La Dorada, pasando por Ambalema”, comentó don Bernandino.

Para don Bernandino el haber vivido esa época le dejó grandes anécdotas y vivencias que recuerda como si fuera ayer, pero que ve con desagrado el hecho de que esa historia de los ferrocarriles de Colombia haya tenido un mal final.

“Es triste ver cómo Ferrocarriles de Colombia desapareció, siendo éstos trenes los segundos más antiguos del mundo, el primero es el de Machu-pichu en Perú, que aún es conservado y utilizado por los turistas; eso debió hacerse en Colombia, pero acá los dejaron perder”, complementó.

Historias del tren

Gustavo Rojas Perdomo, quien trabajó por 16 años en el ferrocarril, cuenta que la experiencia de laborar en una de las empresas más importantes a inicios del siglo XX fue muy gratificante y que, aún recuerda el sonido de una locomotora, que dejó de funcionar en 1999.

“Yo manejaba un carromotor entre La Dorada - Buenos Aires – Girardot, movilizando personal de vía férrea, la experiencia de trabajar con Ferrocarriles de Colombia fue muy buena y si aún estuviera funcionando estaría yo trabajando con gusto”, narró Rojas Perdomo.

Por su parte, Baudelino Mahecha, recuerda con gracia y añoranza sus viajes en ferrocarril desde Ambalema, cuenta que un trayecto desde la estación a Pajonales le costaba 10 centavos, cuando iba a Ibagué pagaba 10 centavos, a La Dorada 30 centavos y al desaparecido Armero 20 centavos y que fueron los mejores años de su vida.

“Yo vivía en Armero y al trasladarme a Ambalema envié en el tren mi trasteo, al momento de preguntar cuándo llegaría, con sorpresa me enteré que en seis meses aproximadamente, por eso fue que los tractocamiones desplazaron este medio, por ser más rápidos, pero aún así quisiera que todavía existiera el tren”, sos tuvo.

Elisa Perdomo, se acuerda como si fuera ayer el día en que viajó a la Costa Caribe en este medio, “fue una experiencia inolvidable, dentro del tren había casino y la comida era buena, es una lástima que este sistema no lo hubieran vuelto a habilitar, es una gran experiencia que las nuevas generaciones deberían conocer”, concluyó.

El tren de los buenos tiempos

El tren llegó a Ambalema y Honda, trayendo consigo el desarrollo y progreso de la región; asimismo, dejando historias memorables e inborrables en la memoria de aquellos que vivieron esta época y recuerdan con nostalgia una época que no regresará.

“El ferrocarril fue muy importante en el progreso económico de esta región. De niño recuerdo que el tren de carga se utilizaba para transportar las cosechas de algodón, eso hace aproximadamente 40 año, pero cuando empieza el auge de las carreteras y tractocamiones se pierde esta tradición tan bonita de los ferrocarriles” recuerda Juan Carlos Chavarro.

Los ingleses quienes construyeron las líneas ferroviarias, no imaginaron la importancia de este medio de transporte tan innovador en esta región, en un comienzo, éste fue pensado para transportar de manera rápida y eficaz el los productos que daba esta tierra de bonanza.

“Cuando pasaba el tren había mucho movimiento, cargaban todos los productos como el café, las cervezas, las gaseosas y a diario llegaba mucho turista a visitar y conocer, Honda y Ambalema era el paso obligado de muchos viajeros”, relató Elisa Perdomo.

El comercio al rededor de las estaciones era el punto fuerte para la economía de estos municipios por donde algún día recorrieron estas grandes máquinas, así lo recuerda Tulio Cuervo, quien recuerda que no hace mucho el malecón turístico de Ambalema, era una plaza de mercados.

“El malecón a orillas del río Magdalena, era el lugar donde descargaban los productos y mercancías de las embarcaciones provenientes de la costa caribe y de allí eran llevadas al ferrocarril para ese entonces este malecón parecía una plaza de mercado”, mencionó. 

Credito
ÁNGELA MUÑOZ OBREGÓN

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