Contínua el rifirrafe entre el gerente de la Edat, Jhon Jairo Sánchez, y el exgerente de la entidad Ancízar Carrillo. El vocero actual cuestionó que si los diseños dejados en el primer gobierno de Óscar Barreto eran deficientes como lo indicó Carillo, por qué sirvieron de soporte para contratar obras por 66 mil millones de pesos.

Sánchez afirma que durante el periodo 2012 -2015 la Edat suscribió 84 contratos y convenios que comprometieron recursos por 66 mil millones pesos; sin embargo, 62 de las obras contratadas estaban suspendidas con un presupuesto que involucra 52 mil millones de pesos. Según el funcionario, durante estos cuatro meses se ha logrado retomar 10 de estas.

“La administración anterior en diferentes escenarios ha planteado que los diseños que ellos recibieron adolecían de múltiples inconvenientes, sin embargo y extrañamente esa administración utilizó esos estudios y sobre ellos contrataron más de 66 mil millones de pesos en 84 contratos y convenios y los dejaron abandonados para su culminación.

“La Edat en 2016 no recibió ningún proyecto viabilizado y sí una cantidad de obras inconclusas y botadas, es así como no es de recibo que los estudios quedaron técnicamente mal y sobre ellos se contrataron las obras”, argumentó el funcionario, quien insistió en que hay obras contratadas entre 2012 y 2013 que aún están suspendidas.

Pero a él le llama la atención la existencia de dos oficios con fecha del 29 y 30 de diciembre de la vigencia pasada, donde el entonces gobernador, Luis Carlos Peñón, solicitaba información con respecto a las acciones tomadas por la gerencia, la oficina de Control Interno y la Junta Directiva frente a la ejecución de los contratos de diseño y estructuración correspondientes a 2010 y cuyo monto superó los 11 mil millones de pesos.

Por otra parte, está el oficio fechado el 30 de diciembre en el que el presidente de la Junta Directiva de la Edat, Héctor Arciniegas Robayo, requiere a Édgar Bulla Ramírez, jefe de Control Interno, denunciar a los órganos de control las presuntas irregularidades derivadas de los contratos de consultoría de 2010.

A criterio de Sánchez, el exgobernador no hace alusión sobre la presunta mala estructuración de los diseños y tampoco indaga sobre las obras que su administración contrató con base en esos estudios, “es así como se infiere que a la administración anterior le faltó planear de forma correcta las inversiones ejecutadas, toda vez que el estado actual de las obras, en la mayoría de ellas, es inconcluso”, recalcó.

En cuanto a Arciniegas, quien relega la responsabilidad a Bulla, Sánchez sostiene que es curioso que después de cuatro años los hoy exfuncionarios se hayan percatado de que los diseños habían quedado mal.

“Por qué no hablan de las obras y sí que lo diseños estaban mal, por qué entonces siguieron contratando, por nombrar un ejemplo, tengo que el año en que más contrataron fue 2013. En 2012 contrataron por un monto de siete mil millones, en 2013 fue la suma de 20 mil millones; para 2014, 13 mil millones, y en 2015, siete mil 434 millones ”.

Y desmintió a Carrillo, ya que, según él, no se había dado anticipo. De acuerdo con el directivo se encontró que a los contratistas se les giró siete mil 676 millones de pesos por este concepto.

Los trapitos al sol

Según Sánchez, la Administración de Delgado Peñón contrató dos consultorías entre 2013 y 2014 por un monto cercano a los cuatro mil 900 millones, con una ejecución casi nula para tramitar la viabilidad de proyectos ante el Viceministerio de Aguas.

La consultoría de 2013 fue adjudicada a la empresa Acuadatos, cuyo representante legal es Germán González.

“La consultoría de Acuadatos vale mil 518 millones de pesos, que comprende los municipios Valle de San Juan, Ataco, Anzoátegui, Falan, Suárez, Icononzo, Ortega, Herveo, San Luis, Natagaima y Piedras, y no se entregó absolutamente nada, no hay viabilidad”.

En cuanto al contrato 077, adjudicado al consorcio Aguas del Tolima, cuyo representante legal es José Carlos Vergara Sánchez, afirmó que existe un proceso administrativo sancionatorio por 320 millones de pesos, sin embargo ya se reinició.

“Nosotros estamos haciendo todas las actuaciones administrativas que se tengan que hacer pero no podemos en algún momento impedir que el contrato se siga ejecutando, al contrario estamos mirando cómo lo sacamos adelante, que ya se reinició y se están radicando proyectos al Viceministerio”.

Por otra parte, solo dos proyectos están viabilizados: el de Armero - Guayabal, que compromete recursos por seis mil 700 millones para la optimización del plan maestro de acueducto, y el de Cunday, cuya inversión es de mil 400 millones de pesos.

Los problemas

El Gerente de la Edat mencionó que los posibles sobrecostos pueden ser innumerables, debido a que hay obras paradas desde 2012 y otras que no se han liquidado, ya que se está en la revisión de la calidad de las mismas. Según él, los contratistas pueden pedir una actualización de precios de 2013 con fecha de 2016, que tampoco dejan exenta a la entidad de los costos jurídicos que se pueden generar.

También indicó que Carrilo no hizo entrega en la comisión de empalme de las obras que ejecuta la entidad, ni las acciones populares que se tiene y las demandas laborales que están ejecutoriadas y que obligaría al pago de 200 millones de pesos.

“A mí lo que me preocupa es que al gerente Ancízar Carrillo se le olvidaron las cosas y se le olvidaron los detalles y a los gerentes que continuaron después de él, que nunca relacionaron demandas de tipo laboral que tiene la entidad y que son fallos ejecutoriados, y que ascienden a un monto complicado y que tenemos que asumir, nunca se entregaron, nunca se reflejaron en el balance y no se hizo un comité de conciliación para revisar esas sentencias.

“A mí no me entregaron un compendio obra por obra. Nos entregaron muy poca información y no se entregó la relación de cuánto se tiene en alcantarillado, acueductos y obras suspendidas”, puntualizó.

Salva responsabilidad

Jhon Jairo Sánchez se desempeñó como gerente de la Edat en el primer gobierno de Óscar Barreto en la Gobernación. Sánchez fue responsable de la contratación de la consultoría por 11 mil millones de pesos, que sirvieron de soporte a la administración de Delgado Peñón para viabilizar obras objeto, a la fecha, de cuestionamientos.

El actual y repitente Gerente de la Edat dice que si bien se dejaron los diseños viabilizados, era responsabilidad de Carrillo revisarlos.

“Nosotros qué dejamos, el contrato en ese momento en ejecución, los proyectos nos lo radicaron a nosotros y fueron enviados al Viceministerio, muchos se viabilizaron pero en aras de ser prudentes, nosotros no contratamos ningún proyecto en el Plan Departamental de Aguas. Cuando arranca el gobierno siguiente, dice que ahora sí va a arrancar el Plan, pero lo que nunca dijeron es que los diseños fueron viabilizados en la vigencia anterior y que no fueron contratados para dejar un grado de transparencia y no dejarlos tan ajustados en el término, fue el caso del Rubí, en Flandes; la bocatoma del río Anchique, en Natagaima, y micromedición, en Alvarado, que ellos contrataron.

“Pero es cierto y es válido, se dejaron unos diseños viabilizados, pero la obligación en la entidad estaba en revisarlos. Acá lo que uno se puede dar cuenta es que ellos actuaron en la premura de contratar pero nunca de revisar que es lo que se iba a contratar y ahí faltó fue planeación, que se ve reflejada en el caso de Cunday, se contrató la interventoría pero la obra se dejó botada y se sacaron varios procesos de licitación, pero se quedaron ahí, por eso cuando llegamos nosotros fue haciendo casi una auditoría para saber qué es lo que hay”, concluyó.