Balances de hospitales de segundo nivel en el Tolima son desalentadores

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Los gerentes encargados de seis entidades indicaron que los gastos operativos y la falta de pago de las EPS, los tienen en una encrucijada financiera. De este panorama, sobresale el hospital Granja Integral de Lérida, el cual mostró viabilidad.

La Secretaría de Salud del Departamento, junto a los gerentes encargados de seis hospitales de segundo nivel, entregaron un balance del estado financiero de cada institución. A la fecha el que no ha superado la crisis y continúa con saldo en rojo es el Nuevo Hospital La Candelaria de Purificación.

El reporte sigue mostrando un panorama complicado para el sector, pues a pesar de que hasta el 31 de diciembre de 2015 hospitales como el de Chaparral, Espinal y Honda estaban fuera del riesgo financiero, las deudas y las demandas, los tendrían al borde de un desfase.

Para el caso del hospital San Juan Bautista de Chaparral, la gerente (e) Ángela Maritza López, indicó que se tendría en cuentas por pagar $9 mil millones, a esto se le añade multas de Invima, procesos jurídicos en contra y el cierre de varios servicios.

Mientras que el San Rafael del Espinal, fue recibido con unas deudas a 31 de marzo de este año de $22 mil millones, “cuando se decía que el Hospital era más efectivo y uno de los mejores a nivel nacional”, indicó Patricia Henao, gerente (e).

Panorama oscuro

Mientras que en Purificación se tienen deudas por $8 mil millones, se debe dos meses de salario a los empleados de planta y más seis a los contratistas. “Hay deudas vencidas desde el 2010, en todos los años siempre ha habido un rezago en el pago de los profesionales y del personal paramédico, lo que ha generado que el Hospital ya no tenga credibilidad”, indicó Carlos Raúl Fernández, gerente (e).

Reina Sofía de Lérida

Según la gerente (e) Fanny Gómez, esta entidad puede entrar próximamente a riesgo alto, debido al déficit que presenta, ya que la operatividad de los últimos meses es negativo, ejemplo de ello sería, que en el primer trimestre de esta vigencia se tuvo un recaudo por mil 600 millones de pesos contra unos gastos operativos de $3 mil 890 millones, esto quiere decir que “se gastaron en este trimestre el 42% de todo el presupuesto de la vigencia 2016. Se tiene una cartera de alrededor de $4 mil millones, pero al compararla con los pasivos que tiene la empresa en este momento de $6 mil 500 millones, no alcanzaría la cartera para cubrirla. El hospital se encuentra en una iliquidez”, explicó la Gerente.

Deudas por cobrar

Gran parte de la debilidad que tienen las finanzas de estas entidades, obedece a las deudas vigentes que tienen las EPS con los hospitales. Entre el listado de malos pagadores está Caprecom, Saludcoop, Asmesalud, Ecoopsos, Salud Vida, Nueva EPS, Cafesalud y Humana Vivir.

Para el Gerente (e) del Hospital Nueva Candelaria, una de las mayores preocupaciones en su caso, es que hay $3 mil 500 millones en cartera irrecuperable, es decir que supera los 360 días de cobro y son adeudas por EPS que ya están liquidadas, “lo que uno ve es que la cartera día a día ha venido aumentando y recuperar la cartera del Hospital, cada vez es menor”, precisó Fernández.

¿Y la Unidad Renal de Honda?

Sandra Liliana Rojas, gerente (e) del San Juan de Dios de Honda, contó que la Unidad Renal no cuenta con varios requisitos técnicos para entrar en funcionamiento, asimismo, realizada una proyección económica, este servicio generaría pérdidas y no ganancias. La explicación que entregó la funcionaria, es que al tener en cuenta el pago que realiza la EPS que adquiera el servicio, el Hospital perdería por paciente cerca de $720 mil pesos.

Esta proyección es contradictoria a la entregada por el exgerente, Luis Alberto Benavidez, en su último día de gestión, ya que indicó que sí había sostenibilidad financiera porque el objetivo era facturar entre $400 y $500 millones al mes, lo que suma $6 mil millones al año.

Otra de los casos que reportó la Gerente, es que a pesar de que se pagó el 80% del contrato para la adquisición de una planta eléctrica que permita habilitar la Unidad, hasta el momento no se ha recibido. Otra de los faltantes que se tiene es que no existen diseños eléctricos para la red externa de esta área. Además, aunque la Secretaría no habilitó el funcionamiento, se alcanzó a adquirir insumos para los equipos de hemodiálisis y diálisis peritoneal, material que en este momento está guardado y pronto a vencerse.

“El último día hábil del anterior gerente, se suscriben ocho contratos (sin tener habilitada la Unidad) que comprometieron el presupuesto en $106 millones”, indicó Rojas.

Teniendo en cuenta estos factores, los usuarios que esperaban la Unidad, por ahora deben seguir esperando.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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