Indígenas del Tolima ¡Presentes! en la Minga nacional

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Más de mil integrantes de distintos resguardos y comunidades del Departamento, se encontraron en Saldaña para cumplir al llamado nacional que hizo la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic. Esta minga de reclamación es indefinida.

Saldaña volvió a hacer el punto de encuentro de representantes de las 112 comunidades afiliadas al Consejo Regional Indígena del Tolima, Crit. Esta concentración regional, según los consejeros Mayores, se hace a manera de reclamación por el incumplimiento de los acuerdos pactados en 2013 entre indígenas y el Gobierno nacional.

La minga, que es indefinida, comenzó ayer a las 5 de la mañana, motivo por el cual los participantes llegaron preparados para acampar sobre la vía que de Saldaña conduce hacia Neiva.

Durante el transcurso de la mañana, se unieron a esta protesta pacífica indígenas de los resguardos y comunidades de Purificación, Prado, Ortega, Coyaima, Espinal, Ibagué, Chaparral, Natagaima, San Antonio, Ibagué, Rovira y Guamo.

Cada una de ellas hizo el esfuerzo de trasladarse hacia este Municipio, con el objetivo de ser escuchados, pues argumentan que en el caso del Tolima, el pacto establecido años atrás, quedó plasmado solo en el papel.

Motivos de la movilización

Al igual que en 2008 y 2013, las comunidades étnicas, argumentan que las necesidades en salud, educación y territorio son bastantes y a pesar de que se han discutido posibles soluciones, las problemáticas siguen presentes.

Uno de los cinco consejeros mayores del Crit, Mábel Tapia, explicó que entre los temas en los que se esperaba avanzar eran la adquisición de predios y constitución de resguardos, “pero hasta el momento para las comunidades indígenas no se ha hecho ese cumplimiento.

“Incoder está en liquidación y la nueva agencia nacional de territorios, al parecer, está atravesando una crisis porque hasta ahora no nos ha respondido como debe ser”, explicó la Consejera.

Recordó que en 2014 se construyeron dos decretos orientados al reconocimiento de sus comunidades, no obstante, a pesar de que ya tienen los estudios etnológicos, no se ha podido avanzar.

De otro lado, Emilia Yaima, consejera de Natagaima, contó que esta población tendrá 120 participantes, los cuales estarán rotando a diario hasta que la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic, informe que la minga debe levantarse.

Igualmente, narró que en 2005 se creó la ordenanza 051 la cual recoge el plan de vida del pueblo pijao y aunque se logró avanzar en educación, hay programas sociales que no se adaptan a sus necesidades y costumbres.

Por ejemplo, tras la fuerte sequía, se originó mucha desnutrición al igual que carencias en el recurso hídrico.

“El agua es otra necesidad y no es simplemente llegar con un mercado, sino que se deben hacer adecuaciones en los territorios como mini distritos o pozos profundos, algo que mitigue la necesidad inmediatamente y a futuro”, manifestó Yaima.

Se estaría dejando de hacer consultas previas

El medio ambiente, es otra de las grandes preocupaciones que tiene los pijaos, pues afirman que con el paso del tiempo, la naturaleza y los recursos naturales siguen estando en riesgo. 

Manifiestan que a pesar de que la ley obliga a que se debe cumplir con una consulta previa en territorio indígena, esta es un norma que se estaría omitiendo. 

Para el caso de Saldaña, los manifestantes enfatizan que el trabajo de explotación de material de arrastre es uno de los causantes del deterioro del río y que a pesar de que se han hecho restricciones, la labor minera continua. 

Movimiento pacífico 

Desde primeras horas de la mañana los organizadores destacaron el carácter pacífico de la minga y explicaron que se trata de una actividad tranquila que no está pensada para generar problemas de orden público. 

En el primer día, una vez se instalaron los campamentos, en horas de la tarde se procedió a realizar una marcha que se inició en la glorieta ubicada en el cruce que va a Purificación y Prado, al igual que lleva hacia el sur del Departamento. 

Esta actividad detuvo a  transportadores y viajeros por un par de horas.

Fuera de la negociación

Los diálogos que se tienen en La Habana, entre el Estado y las Farc tiene muy inquieta a esta población pues afirman que no han tenido la oportunidad de manifestar lo que para ellos significa la paz, pues al fin y al cabo también han estado en medio del conflicto. Hoy temen que sus territorios se conviertan en zonas de reinserción.

“La paz para nosotros nace de una tranquilidad interior consigo mismo, luego se debe tener una paz en el territorio y esto se hace con el respeto. Pero si me están saqueando el agua o los recursos naturales, entonces me están violentando la madre tierra y no habría paz”, comentó Emilia Yaima, consejera de Natagaima.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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