Hospital Federico Lleras está sin insumos para funcionar

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
La inspección fue encabezada por la jefe de la Cartera, Sandra Liliana Torres, quien indicó que la visita dejó una gran preocupación para el Gobierno departamental, ya que el “panorama es muy oscuro”.

Sin medicamentos para atención en USI, practicar cirugías o manejar infecciones, son algunas de las irregularidades que encontró la Secretaría de Salud del Departamento, tras realizar una visita de inspección, vigilancia y control, al hospital Federico Lleras Acosta, surgida de una denuncia.

A esto se suma, la falta de equipo médico, “si un personal está en turno, (por ejemplo) una enfermera y se llega a incapacitar, no hay quien supla esta necesidad, por lo tanto el servicio queda descubierto”, contó Sandra Liliana Torres, secretaria de Salud del Tolima.

La falta de insumos va más allá de los pacientes, ya que los empleados de salud no cuentan con elementos básicos como gorros, tapabocas, batas o toallas de mano.

Sin médicos

Como si fuera poco, al listado de faltantes se le agrega, no contar con al menos un pediatra para atender urgencias en las noches.

Del mismo modo “en el piso de hospitalización no había pasado a hacer ronda ni (el médico) vascular ni el urólogo hace dos días.

“No hay disponibilidad de nutricionista para antelar lo que coloca en riesgo metabólico los pacientes que están en USI, por lo que les ha tocado licuar las cosas y dárselas a los pacientes”, describió la Secretaria.

Sin agenda

Aunque el agente interventor, Alfredo Julio Bernal, ha señalado que las EPS no están contratando servicios especializados con el Federico Lleras, en la inspección se pudo corroborar que en lo que queda de 2016, no hay agenda para especialidades como neurocirugía, endocrinología, cirugía vascular, ginecología y psiquiatría.

“Y desde el primero de febrero no dan agenda para medicina interna, pediatría, dermatología y cardiología, esto quiere decir; que lo que el interventor decía en algún momento que iba a cerrar, ya lo había cerrado desde febrero”, contó Torres.

Tras conocerse estos hechos, se genera un interrogante, por qué no se había detectado lo que realmente está pasando al interior del hospital.

La respuesta que entregó la Secretaria, fue que en julio, mes en el que se anunció el cierre de varios servicios se hizo una inspección junto a la Procuraduría Regional, en ese entonces, todo al parecer estaba en normalidad.

Un hospital que va para atrás

Durante la visita, enfermeras, médicos y especialistas aprovecharon para expresarle a la Secretaria, que el proceso de intervención no tiene el efecto que se esperaba al cumplir dos años.

Y sobre el documento que reflejaría los resultados de la intervención por parte de la Supersalud, “evidenciamos un informe, en todo el tema administrativo que ha mejorado, pero esto nos muestra que en la parte de prestación de servicios, que es la misión del hospital, no es lo que nosotros esperábamos encontrar”, indicó Torres.

Panorama de salud es incierto

Ancízar Rodríguez, veedor de Salud Departamental, dijo que la situación del Federico es tal que “no se pueden aceptar pacientes, así haya camas, porque no hay insumos. Una cirugía no se puede realizar”.

Ante las notorias circunstancias, Rodríguez también cuestionó el proceso de intervención, porque también ha tenido, como veedor, que interceder para que trasladen a pacientes a otras ciudades y así tengan una oportunidad de atención.

Sin respuestas

Yuri Moscoso, es una rovirense afiliada a Cafesalud, que padece artritis reumatoidea. Estuvo hospitalizada por un mes en el Federico, esperando ser atendida por un tumor que surgió en su rodilla derecha. Hasta ahora no ha recibido un diagnóstico preciso. Por ello, recurrió al veedor de Salud Departamental, quien logró que fuera trasladada a Bogotá.

Falta de insumos

Margarita Londoño, es madre de una joven que necesita con urgencia una biopsia. A pesar que su EPS Emmsanar, autorizó el procedimiento, al parecer, no se ha realizado porque el hospital no cuenta con insumos. Indicó que ha estado ‘rodando’ entre Mariquita, Honda e Ibagué.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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