Con esta inyección, se busca darle un respiro económico a la entidad que cubre el Suroriente del Tolima.
El gerente, José Numar Ramírez, contó que su llegada al cargo es un reto profesional y personal, pues son varias las problemáticas que debe sortear.
Como por ejemplo, el pago atrasado a los empleados, “salarialmente, tenemos un panorama crítico con los empleados que están por contrato, ya que se les adeuda alrededor de ocho meses de salario.
“Y a los de planta, la deuda laboral es de dos meses, a lo que se le suma la prima de junio y otras prestaciones”, explicó Ramírez.
En cuanto a los pasivos, el directivo dijo que estaría cercano a los $9 mil millones y se estima que por concepto de reclamaciones habría alrededor de $5 mil millones en trámite.
Y entre los sectores que más generaron acciones jurídicas están los proveedores, y las demandas laborales.
Otros factores que agravaron la crisis de la institución son “las tarifas que se negociaron con las EPS fueron muy bajas, también, la recuperación de cartera y la falta de pago de las EPS”, expresó el gerente.
Vigilancia
El gobernador, Óscar Barreto, manifestó que seguirá apoyando la entidad económicamente, pero “lo importante es que la comunidad y la dirigencia política en su conjunto de Purificación, me ayuden a cuidar el hospital, estos recursos no son para llenar la entidad de burocracia”.
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