Como esta población es netamente cafetera, el golpe económico que se tuvo con el fenómeno de ‘El Niño’ fue muy alto y las ayudas no llegaron a la manera en se requerían.

“Cuando no hay alternativa, la situación con la broca o cuando el café se ‘averana’, esto trae como consecuencia problemas económicos, algo que es nocivo para todos”, comentó Germán Castellanos, alcalde de Líbano.

Del apoyo anunciado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Líbano solo recibió cerca de tres mil bultos de abono para recuperar cultivos.

Es de recordar que durante 2016, los cafeteros de esta población registraron una considerable pérdida, como consecuencia de la sequía y la falta de agua.

Situación que conllevó a soportar una crisis financiera en el municipio, y a su vez, a promover frecuentes manifestaciones en contra del Gobierno nacional.

Ante la difícil experiencia, la Administración municipal tomó la iniciativa de llevar ante el Ministerio proyectos orientados a la producción alternativa.

Según el Alcalde, varios ya fueron viabilizados, por lo que la idea sería diversificar la producción y empezar a sembrar plátano y cacao, al igual que implementar proyectos de fomento dirigidos a gallinas ponedoras.

De esta manera, se busca que Líbano pueda poner el ‘pecho’ a los cambios climáticos que desfavorecen los cultivos de café.