Por dos días, Chaparral se convirtió en el lugar en donde se discutió la importancia del agua para las comunidades y la llegada de proyectos mineros e hidroeléctricos al Sur del Tolima.

Discusión que se dio en el marco del encuentro ambiental denominado Derechos, Territorio y Gobernanza del Agua, que contó con la asistencia de ambientalistas, indígenas, campesinos, organizaciones, colectivos y entidades que trabajan en pro de los recursos naturales.

Hidroeléctrica Ambeima

El proyecto río Ambeima que tiene como propósito generar energía a filo de agua y cuyo titular es la Generadora Unión, es una de las mayores preocupaciones de los habitantes de la zona aledaña al corregimiento La Marina en Chaparral, pues consideran que existe el riesgo de que se disminuya el caudal de agua.

El director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso, uno de los participantes en el panel, explicó que en 2010 Cortolima entregó la licencia ambiental y que en 2015 dio la autorización para establecer la línea de transmisión de conexión eléctrica, la cual crearía energía cercana a los 45 kilovatios.

“La mayor preocupación que tiene la comunidad es la posible disminución de los caudales que se traslapan con el trazado del túnel que tiene propuesto la empresa Generadora Unión.

“En ese sentido, se coordinó con la comunidad que la Corporación va a adelantar una campaña de realización de aforos a efectos de establecer el caudal de las fuentes hídricas”, comentó Cardoso.

La idea es tener una base informativa, que permita comparar las condiciones del antes y después de que se inicien las operaciones.

Otra de las inquietudes es por qué no se ha empezado las operaciones, ni tampoco se han adelantado las obligaciones establecidas a través del Plan de Manejo Ambiental, razón por la cual se buscará, con el acompañamiento de la Contraloría, la realización de una audiencia pública en la que la Generadora le hable de frente a la comunidad.

Consulta popular

El Sur, indiscutiblemente, es una zona rica en hidrocarburos y oro, por lo que varias empresas tienen sus ojos puestos allí; ante esta realidad, las comunidades ven como una salida la implementación de consultas populares, ejercicio democrático que les entrega el derecho a defender el territorio a través de las urnas.

Es por ello que en Ataco, municipio en el que se tramita la licencia ambiental para un proyecto aurífero y, desde la comunidad indígena Ambeima, se estaría contemplando la posibilidad de empezar a promover una consulta que evite impedir la construcción de hidroeléctricas, la extracción de hidrocarburos y la minería de oro en sus territorios.