Aunque no fueron trasladados a centros asistenciales, seis estudiantes recibieron atención médica a consecuencia de los gases que se liberaron y la onda expansiva que se produjo tras el fuerte estallido de la bomba casera.
A través de un comunicado, las directivas del alma máter rechazaron el incidente, pues se trata de un evento que afecta la integridad de los estudiantes.
“Los centros regionales deben caracterizarse por ser espacios de sana convivencia en los que se mantenga la seguridad, las garantías y el bienestar para el desarrollo de las labores académicas”, se indica en el comunicado.
A renglón seguido indican que las actuaciones de los jóvenes involucrados “no representa de ninguna manera el deber ser de los estudiantes de nuestra alma máter”.
Así mismo, las directivas hicieron un llamado a los responsables para que se concienticen del daño que hicieron a seis compañeros, pues ese tipo iniciativas afectan “los ejes misionales en los que trabaja toda la comunidad universitaria y los escenarios académicos para el bienestar de los estudiantes”.
Por estos hechos, las autoridades adelantan investigaciones.
La UT expresó su voluntad para hacer el seguimiento en compañía de las instituciones que se vinculen al caso.
Dato
Brahiam Gaviria, estudiante de ingeniería Agronómica, está en delicado estado de salud debido al fuerte estallido de las ‘bombas’.
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