Uno de los principales factores que influyen en la crisis de la salud, es el comportamiento negativo de pago que tienen las Entidades Promotoras de Salud, EPS, con la red hospitalaria, situación que se agudiza cuando entra en juego la liquidación de las entidades.

En el caso del hospital Federico Lleras Acosta, las medidas de cobro se han adoptado a través de un cobro coactivo, tanto con las instituciones que están vigentes como con las que ya desaparecieron.

La agente Especial Interventora del principal centro hospitalario de la región, Inés Loaiza Guerra, explicó que por medio de dicho mecanismo se ha logrado llegar a acuerdos de pago e incrementar el recaudo durante este año.

En el listado de deudores con los que se acordó alternativas para cancelar deudas están Nueva EPS, Comparta, Pijaos Salud EPS, Cruz Blanca y Coomeva.

Mientras que con Salud Vida se mantiene un cobro pendiente por $16 mil millones.

Sin embargo, existen otras que continúan sin dar una respuesta, como pasaría con Cafesalud EPS, entidad sobre la que el Hospital tiene una medida preventiva y un embargo sobre el inmueble ubicado en la carrera Quinta con calle 28, edificación en la que actualmente funciona Medimás EPS. De este proceso, se conoce que la entidad se notificó recientemente.

La Interventora explicó que la cifra adeudada supera los $23 mil millones, dinero que representa facturación fechada entre 2015 y 2017 e incluso existen varias, que son de periodos más antiguos, razón por la cual se recurrió al mecanismo jurídico que le permite a las empresas del Estado acceder a los recursos de los servicios que ya fueron prestados.

En esta parte, cabe precisar que aunque Cafesalud funcionó hasta julio de 2017, su personería jurídica sigue vigente, asimismo, que Medimás no adquirió las deudas, razón por la cual el cobro se hace directamente a Cafesalud.

Otras de las entidades en la 'lista negra' de cobro son Caprecom, a esta el Federico Lleras Acosta hizo una reclamación por $39 mil millones, de dicha cifra se reconocieron un poco más de $29 mil millones, de los cuales ya emitieron dos giros que suman $17 mil millones, sin embargo, se recurrió a una demanda sobre los $10 mil millones no reconocidos. En este caso el Estado respalda la deuda.

En el caso de Saludcoop, reconoció el 90% de lo cobrado y han pagado de forma pausada, al parecer, a medida que hacen la venta de sus activos.

Guerra explicó que además de afrontar los procesos judiciales con estas entidades liquidadas, se debe lidiar con los retrasos de las vigentes, pues aunque el centro hospitalario logra facturar entre $9 mil 500 y $10 mil millones, el recaudo con gran esfuerzo, solo alcanza a llegar a un 70%.

El costo de la modernización

De otra parte, desde hace varios meses se viene discutiendo sobre la necesidad de invertir en equipos que permitan ofrecer servicios de alta complejidad como oncología, para ello, se necesitaría un acelerador lineal que tiene un costo cercano a los $13 mil millones. Otra de la patologías que es indispensable y rentable atender, son las relacionadas con temas cardiovasculares, para ello la inversión se dirigiría a la hemodinamia. Para dichas iniciativas hace falta cerca de $23 mil millones. Las propuestas, están siendo evaluadas por el Ministerio de Salud para entregar la viabilidad técnica. Una vez se obtenga, el reto es buscar los recursos. En cuanto a la venta de la sede El Limonar, la agente Interventora, indicó que está siendo adelantada por la Central de Inversiones Cisa S.A. y que es una actividad que toma su tiempo, una vez se concluya, gran porcentaje de ello, sería para cofinanciar los proyectos.