Ómar Mejía participó como rector y aspirante: Procuraduría

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
En concepto del Ministerio Público, Ómar Mejía, tuvo conflicto de intereses en el proceso electoral que lo dejó como rector en propiedad de la UT, porque ayudó a estructurar la convocatoria y fue participante de la misma.

La Delegada Séptima de la Procuraduría General ante el Consejo de Estado, le solicitó a la Sección Quinta, mantener la nulidad del acto de elección de Ómar Mejía Patiño como rector en propiedad de la Universidad del Tolima, concepto emitido dentro del proceso de apelación que se adelanta en contra de la sentencia del Tribunal Administrativo del Tolima emitido el 31 de octubre de 2018.

En el oficio que fue entregado al Consejo el 15 de este mes, se explica que la nulidad se debe mantener porque el rector Mejía Patiño como primera autoridad ejecutiva asistió a un sinnúmero de sesiones convocadas por el Consejo Superior de la Universidad, CSU, espacios en los que se “han debatido y adoptado las más importantes decisiones para ese centro de estudio, entre ellas, las relacionadas con el proceso de elección de rector”.

Y aunque la defensa, tanto de la alma máter como la del directivo, argumentó que él no participó en las sesiones en que las que se abordó lo relacionado con la elección en propiedad, el Ministerio Público indicó que las “actas demuestran lo contrario, pues el rector Mejía Patiño aparece como asistente y no existe constancia de su retiro (...)”.

Su presencia se relaciona en las actas de las sesiones del CSU adelantadas entre el 4 y 27 de abril, al igual que la del 13 de junio de 2018, fechas en las que se decidió sobre la modificación de los estatutos y la reglamentación del proceso para designar rector en propiedad.

“Esa participación con voz, pero sin voto, le permitió a Mejía Patiño, en su condición de rector encargado, conocer de primera mano información que allí se manejaba, lo que sin lugar a dudas le otorga una posición privilegiada en relación a los demás aspirantes (...)”.

En dichas reuniones, se abordó las fases y cronograma del proceso, los mecanismos de consulta, la consolidación de candidatos y la designación del directivo, también, la modificación del Estatuto General de la UT.

Y en la sesión del 13 junio día en el que el CSU escuchó las presentaciones de los aspirantes estuvo presente Mejía Patiño, “no solo en calidad de rector encargado sino también como aspirante.

“Según se lee en el acta no existe constancia alguna que se hubiese retirado del recinto. Asunto que es inadmisible, pues actuó como convocante y convocado”.

Este hecho es visto como una vulneración “al derecho a la igualdad, el debido proceso, así como los principios de imparcialidad y moralidad administrativa”.

 

En las dos orillas del proceso

Otra de las observaciones de la Procuraduría es que Mejía Patiño fue designado para adelantar un trabajo bajo el derrotero de la “ética, integridad, imparcialidad e independencia, principios que fueron desconocidos por el demandado por participar de las decisiones para la escogencia de rector y después participar del proceso que él ayudó a diseñar”.

El Ministerio Público menciona que se generó un vicio en el acto de elección y precisa que “si este pretendía participar en la convocatoria ha debido retirarse de las sesiones en donde el Consejo Superior debatió el tema relativo al proceso”. Finalmente, insistió en que el directivo tuvo una “posición privilegiada” y estuvo “incurso en un conflicto de intereses”, pues ayudó en la estructuración del proceso que terminó con su designación en propiedad, “razón por la que el acto demandado deber ser anulado”. Tras este concepto se queda a la espera de la decisión que adopte el Consejo de Estado en la demanda de nulidad.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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