‘El Niño’ entre lluvias y altas temperaturas en el Tolima

TOMADAS DEL FACEBOOK SECRETARÍA DE AMBIENTE Y GESTIÓN DEL RIESGO
Con el paso del tiempo los eventos climáticos son más drásticos e impredecibles y generan afectaciones en diferentes sectores económicos y sociales, por ello, la obligación hoy en día es que los planes de contingencia se orienten a atender incendios forestales o emergencias derivadas del invierno.

El Fenómeno de ‘El Niño’ en los últimos años ha dejado una profunda huella de afectaciones en el Tolima, por ejemplo, entre el 2012 y 2018, los incendios forestales causaron daños en 65 mil 539 hectáreas. Pero fue en el 2015 que más de dos mil conflagraciones desaparecieron 24 mil 473 hectáreas.

Los municipios que tuvieron mayores emergencias forestales fueron Ibagué, Carmen de Apicalá, Coello, Espinal, Guamo, Melgar y Purificación.

A dicha situación se sumaron los periodos de sequía, factor que desencadenó una notable disminución en las fuentes abastecedoras de 28 poblaciones.

Entre las que tuvieron dificultades por la baja oferta hídrica están Ambalema, Ataco, Carmen de Apicalá, Chaparral, Coello, Coyaima, Cunday, Falan, Ibagué, Icononzo, Lérida, Natagaima, Melgar, Ortega, Planadas, Saldaña, San Luis, Valle de San Juan, Villahermosa y Villarrica.

Y según el informe de Plan de Contingencias para el Fenómeno de ‘El Niño’ 2018 – 2019 los ríos que disminuyeron el nivel, fueron el Magdalena, Alvarado, Amoyá, Coello, Luisa, Combeima, Opia, Saldaña y Recio.

De la misma forma, las quebradas Chorros Blancos y Dos Quebradas en Cajamarca, Agua Negra, Palmara y Oloche en Carmen de Apicalá; Padilla, Yolombal, Agua Blanca y Matadero en Honda.

 

Las zonas de mayor emergencia en 2018

De otra parte, la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, Sager, señala en el mismo documento, que el año anterior se reportaron más de 50 incendios forestales en Honda, Falan, Armero – Guayabal, Líbano, Lérida, Ibagué, Coello, San Luis, Guamo, Ortega, Espinal, Carmen de Apicalá, Melgar y Purificación.

También muestra que el sur del Tolima fue golpeado en cuanto a número de hectáreas pérdidas, pues en Chaparral, Ataco, Coyaima, Prado, Ortega, se perdieron más de 200 hectáreas en cada una de ellos.

A lo que se le suma que el 2019 inició con un incendio de gran magnitud, que arrasó 100 hectáreas de frailejones en zona de páramo en Anzoátegui.

Lo más lamentable es que la recuperación de estos daños tardará muchas décadas, “en Anzoátegui no lo vamos a alcanzar a ver nosotros, porque sabemos que un frailejón se demora un centímetro al año para crecer”, comentó el jefe de esta cartera Carlos Quiroga.

Teniendo en cuenta el antecedente y el pronóstico del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, que estableció una alta probabilidad de un nuevo periodo con ‘El Niño’ en el país, las autoridades departamentales entraron en alerta desde el año pasado para mitigar los efectos en territorio tolimense.

Por ello, Cortolima a través de la formulación del Plan de Contingencia, buscó dirigirse a los gobiernos municipales, integrantes de gestión del riesgo de desastres, empresas prestadoras de servicios públicos, especialmente a las de agua potable y energía eléctrica.

El objetivo es brindar conocimiento a los consejos municipales de gestión del riesgo para que conozcan como deben estar preparados los integrantes de los diferentes organismos en las 47 poblaciones del Tolima.

El asesor de la dirección de Cortolima, Eduardo Rodríguez, dijo que la socialización del Plan se adelantó a través de las territoriales que tiene la Corporación y que se hizo énfasis en los sectores que se pueden ver alterados por la temporada de sequía.

“Como el de la salud, que obviamente dispara el brote de epidemias, está el tema de agua potable y saneamiento básico teniendo en cuenta que se debe hacer un seguimiento permanente al comportamiento de los afluentes, habida cuenta que muchos municipios se abastecen del agua para el acueducto”, explicó Rodríguez.

 

Entre la lluvia y el calor

A pesar de que en los últimos días, se han registrado algunas precipitaciones, el Ministerio de Ambiente informó que ‘El Niño’ seguirá impactando gran parte del país en los siguientes meses.

“Recordemos que las principales afectaciones de este evento climático se reflejan en incendios forestales, déficit en las precipitaciones y altas temperaturas.

“Hace 30 años, por ejemplo, no se alcanzaba una temperatura histórica de 42 grados, como ocurrió (en enero) en el Cesar”, dijo el jefe de esta cartera Ricardo Lozano Picón.

El funcionario también llamó la atención en la disminución en los niveles del ríos como el Magdalena, cuyos efectos impactan la navegabilidad.

“Tal como lo hemos dicho con el presidente, Iván Duque, el fenómeno de ‘El Niño’ no inhibe la temporada de lluvias. En unas zonas de Colombia hay ausencia de lluvias, pero en otras regiones se mantienen, como es el caso de la zona sur del país”, concluyó.

En este tema, Eduardo Rodríguez, agregó que el hecho de que haya lluvias tempestivas “no quiere decir que ‘El Niño’ no continúe, es normal que se presenten algunas menores dentro del fenómeno”.

Añadió, que tras un monitoreo adelantado a finales de enero, se notó una disminución en el río Magdalena, que surte parte del acueducto de Flandes, también, en los afluentes que surten a Icononzo y Villarrica, “pero hasta este momento no ha habido algún municipio que reporte tener problemas latentes por falta de suministro de agua”.

Mientras que el secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, expresó que el departamento es de muchos matices, “mientras que en el norte podemos estar presentando lluvias, en algunas zonas del centro, oriente y sur, se pueden registrar altas temperaturas, por lo que estamos atentos a los dos tipos de eventos que se puedan presentar (incendios forestales y daños por invierno)”, dijo Quiroga.

Ante estos cambios climáticos, el funcionario comentó que el Ideam mantiene las probabilidades del fenómeno, sin embargo, el nivel de las mismas podría ser menor al esperado.

 

Herramienta de prevención

Ante la vulnerabilidad que tiene el país, el Gobierno nacional creó el Conpes 3947 con el fin de establecer estrategias de actuación y coordinación para reducir las afectaciones ante la eventual ocurrencia de un fenómeno de variabilidad climática.

La idea es aunar esfuerzos mediante una acción coordinada entre los sectores en el territorio y seguir una ruta específica que incluye la identificación de las condiciones de riesgo para orientar la toma de decisiones y la comunicación oportuna.

También, reducir la vulnerabilidad sectorial y territorial, establecer los mecanismos de seguimiento a la respuesta y evaluar la actuación, de las afectaciones e impactos.

Sin embargo, cabe precisar que el plan solo contempla medidas para la atención, sin considerar la articulación institucional frente a acciones de prevención, conocimiento y reducción del riesgo.

 

El ‘talón de Aquiles’ en la gestión del riesgo

En este tema, los niveles de responsabilidad en el alistamiento está categorizado entre los entes territoriales, en el primer lugar están las alcaldías, le sigue la Gobernación cuando la emergencia es de gran magnitud y sino le es posible controlarla y atenderla, se debe pasar al Gobierno nacional.

Al preguntarle al asesor de Cortolima, si las alcaldías ya tienen listos los convenios y están preparados, respondió que hay bastante inquietud y malestar entre los integrantes de los consejos de riesgo de varios municipios, “pues no han recibido quizás el apoyo que requieren por parte de los municipios, no han recibido como se requiere el apoyo por parte del Gobierno departamental.

“Entonces nosotros como Corporación, hacemos un llamado para que haya una mayor articulación entre los municipios, obviamente del Gobierno departamental y la Corporación, para trabajar articuladamente, porque el tema de gestión del riesgo es un compromiso y deber de toda la población”.

 

Lo que trae una temporada seca

 El ciclo de este periodo se caracteriza por registrarse pérdida de la cobertura vegetal por incendios forestales y como se había mencionado inicialmente, disminución de la oferta hídrica.

De la misma, forma hay pérdida de la capacidad productiva del suelo, lo que desencadena una reducción notoria en las producciones agrícolas y la pérdida de cultivos. Sin embargo, recientemente el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, indicó que pese a la sequía que se registra en varias regiones, el costo de vida hasta el momento no se ha visto impactado, pero señaló que existe un riesgo climático que podría verse reflejado en lo que resta de febrero y en marzo. 

 

Dengue en incremento

 De otra parte, los cambios climáticos son uno de los factores que favorece la reproducción del vector Aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue. Por esta razón, el ministro de Salud Juan Pablo Uribe, le recordó a los ciudadanos que las alarmas están prendidas desde el año anterior, ante la probabilidad de que la enfermedad aumente con ‘El Niño’.

Las predicciones indicarían que en el transcurso de 2019 se pueden presentar 120 mil casos en el país. El Ministro agregó que los análisis han podido establecer que actualmente hay cuatro tipos de dengue de forma simultánea, lo que aumenta el número de casos potenciales.

“El dengue afecta habitualmente al país; tenemos 752 municipios que, al estar debajo de los 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar, presentan el vector y tienen un patrón de transmisión endémico en los que circulan los cuatro tipos del virus”, explicó.

Para el caso del Tolima, según el Boletín Epidemiológico Semanal número cinco de 2019, ya se cuentan 603 casos de esta cifra ocho se consideran graves. Estos datos ubican al departamento en el tercero, a nivel nacional, como una de las regiones que tienen más casos notificados. Los municipios con mayores registros serían Espinal (101) e Ibagué (98).

En cuanto a posibles decesos, a nivel país se lleva una cuenta de 25, de ellos uno habría ocurrido en Saldaña. De la misma forma, hay dos casos en Ibagué que están en estudio.

 

Dato

El Ideam reporta que por creciente súbitas están en alerta amarilla Saldaña, Piedras, Ortega, Líbano, Lérida y Alvarado, mientras que Palocabildo, Honda, Herveo, Fresno y Falan están en nivel naranja por amenaza de deslizamientos de tierra.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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