“Estamos buscando un centro de acopio, vamos a elaborar el proyecto, nosotros hemos apoyado en capacitaciones y con unos elementos electrónicos para detectar la humedad del café”.
El burgomaestre añadió que es una forma de acoger a esta comunidad y así evitar que vuelvan a reincidir, ojalá haya “un perdón y un olvido que es la única manera de que la paz se consolide”.
Precio desfavorable
Betancourt contó que con la tranquilidad que se tiene ahora, aquellas veredas que fueron abandonadas a causa de la violencia están floreciendo con la producción del grano, no obstante, el precio a nivel internacional es desfavorable.
“Da dolor y tristeza que a veces terminan cogiendo el café a pérdidas, sin embargo, no hay que abandonar el cultivo, hay que buscar que el Gobierno se ponga la mano en el corazón y mejore el precio”.
Se estima que en esta población ubicada al suroriente del Tolima hay mil 700 familias productoras.
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