“Además se suma el problema de todo el país y es que las EPS no están pagando las cuentas completas de las IPS que (se atienden en) los hospitales, del 100% solo están pagando un 30%, generando un déficit”, comentó el burgomaestre.

El monto de la deuda total superaría los $2 mil millones y una de las entidades que más debe es Nueva EPS.

En cuanto al embargo, el mandatario señaló que suma $500 millones y “se originó por demandas laborales impetradas por personas que estuvieron contratadas por el hospital en años anteriores y acudieron a esta instancia judicial para que les reconocieron algunos derechos laborales que ellos reclamaban y en últimas, los jueces fallaron a su favor”, comentó.

Teniendo en cuenta que en la evaluación financiera que hizo el Ministerio de Salud para 2018, Nuestra Señora de Fátima fue ubicada en riesgo alto, la pregunta es si existe la posibilidad de una intervención por parte de la Superintendencia Nacional de Salud.

A lo que Suárez respondió que no, porque actualmente se está trabajando en la ejecución de un plan de contingencia propuesto por la gerencia del centro hospitalario y el Municipio. Entre las estrategias incluidas estaría reducir la contratación y aplicar austeridad en las diferentes áreas administrativas. El mandatario señaló que además de este esfuerzo indiscutiblemente se necesita que las EPS paguen a tiempo y se pongan al día con los pendientes de años anteriores.

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$500 millones sería el monto por el cual se dio la orden para embargar las cuentas de salud que tiene el Municipio, según explicación del Alcalde.