Según algunos lugareños, la situación se habría originado porque años atrás, en esta zona hubo una explotación de material de arrastre, pero al parecer no se respetó la ronda del afluente, lo que ocasiona que el agua golpee de manera directa, con lo que es hoy la base de una cárcava.

“Todos los días pega, pega y pega, cada ocho días o mes se está derrumbando”, narró un habitante.

El medidor que se tiene para calcular en metros el desprendimiento continuo de tierra, es un poste en concreto que tiene aproximadamente 14 metros de altura y que sostiene las redes de los circuitos de Mirolindo Ventana de 34.5 kilovatios y Ventana Ibagué de 13.2 kilovatios.

Pero esta es una situación que al parecer se repite, pues en 2011 la entonces empresa de energía eléctrica Enertolima reubicó el poste que estaba en riesgo.

Según el acta del 29 de diciembre de ese año, se precisa que la estructura estaba en riesgo y a punto de colapsar.

“Se evidenció la necesidad de reubicar la estructura en aproximadamente 10 metros bajo el mismo corredor de línea que actualmente tienen los circuitos mencionados”.

Es decir que en los últimos ocho años se han desprendido cerca de ocho metros de terreno, pues el área quedó sin ninguna protección de piedras o gravas en su base tras la intervención minera.

La preocupación de los habitantes radica en que si en época de verano, cuando el río estaba con un bajo caudal, se cayó una considerable cantidad de tierra, el proceso puede acelerarse ahora con el inicio del periodo de lluvias.

“Va a ser peor porque el río va cavando y genera la caída”, comentó un ciudadano.

El caso ha sido puesto en conocimiento de diferentes entidades, entre ellas Cortolima, pero hasta la fecha no se ha tenido alguna respuesta sobre el riesgo en esta zona.

Dato

Con el paso de los días el río Coello sigue cambiando su dinámica, lo que genera mayor intranquilidad a los propietarios de la parte alta del deslizamiento a lo que se le suma el riesgo del poste de luz.