Lecheros en Santa Isabel y Cajamarca buscan alternativas para llegar al comercio

En Santa Isabel se venía produciendo una tonelada de queso semanalmente.
Crédito: SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Durante la época de cuarentena, algunas familias productoras de lácteos se han visto afectadas por falta de movilidad, situación que genera que decenas de litros de leche se queden represadas en la zona rural.
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En Santa Isabel, está la Asociación de Familias Vulnerables Rurales, Asofavursi, conformada por 110 socios, quienes se dedican a la producción de queso trenzado y yogur. Algunos cálculos señalan que normalmente, en todo el municipio contando a los asociados y no, se produce en una semana alrededor de cinco toneladas de queso.

Sin embargo, las medidas de aislamiento social de prevención por el Covid–19, hizo que en los municipios se restrinja el ingreso de comerciantes y se cerrarán los negocios, decisiones que aunque son bien vistas por los productores, generaron el represamiento de quesos y la caída del precio.

Norma Esperanza Moya, representante legal de la Asociación contó que semanas antes a la emergencia sanitaria, la libra de queso se vendía a $4 mil 500 y se trasladaba al casco urbano de Santa Isabel e Ibagué.

Pero una vez se iniciaron las restricciones, “nos quedamos con el producto, porque ya no había a quién venderle, ni los comerciantes venían y lo poco que se lograba fue a precio muy bajo”, pues se pasó a vender la libra de queso a $2 mil pesos.

Ante las dificultades, Asofavursi solicitó a través de una carta abierta a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Tolima, a la Alcaldía de Santa Isabel, a la Cámara de Comercio de Ibagué y Fenalco, garantías para vender sus productos.

Entre las propuestas está que la Administración municipal facilite el transporte hacia Ibagué con todas las medidas sanitarias del caso y que “Fenalco y la Cámara de Comercio ayuden como enlaces con tenderos y comerciantes interesados”, se describe en el documento.

“Muchas personas dejaron el queso en las fincas, porque ¿para qué trasladarlo al casco urbano si no había quién lo compre?”. Tras la petición, el anterior sábado, día de comercio, se logró mover parte de la producción y minimizar el impacto.

Sin embargo, a los lecheros de esta población del norte del Tolima, les preocupa que la producción es alta y constante, y que sus clientes son las panaderías, supermercados, entre otros negocios que hoy están cerrados.

“Nosotros emitimos una voz de alerta para que no se siga presentando esta situación, ya que de la venta del queso, es con lo que los campesinos compramos los demás productos que necesitamos para la canasta familiar”.

Entre las medidas adoptadas por los productores para no tener mayores pérdidas está la no producción de yogur, una reducción en quesos y otros han soltado los terneros para que aprovechen la abundancia de leche.

 

Buscando compradores

El alcalde de esta población, Rodolfo Andrés López, explicó “que desafortunadamente no hay comercio en Ibagué y esto afecta directamente la economía de los campesinos. Por eso, estamos tocando puertas, diciéndole a la gente que estas son medidas transitorias que nos comprendan”.

Agregó que espera que esta semana se reactive un poco más la venta para compensar las pérdidas, “nosotros estamos garantizando el transporte, colaborar en la intermediación con los pocos recursos que tenemos, pero necesitamos que se pueda vender el queso”. Asimismo, ya se está ofreciendo el producto en supermercados, tiendas y se está buscando gestionar con el Banco de Alimentos un intercambio de productos.

Y en cuanto a un balance de lo transcurrido de la cuarentena, el mandatario informó que se han adoptados las medidas de prevención respectivas y se está garantizando el abastecimiento de alimentos, sin embargo, ha tenido conocimiento de que algunos comerciantes estarían cayendo en la especulación de precios, aunque se hace seguimiento, aún no se logra confirmar el hecho.

 

Panorama en la ‘Despensa agrícola’

El mandatario de Cajamarca, Julio Roberto Vargas, contó que tras la medida de aislamiento se afectó la economía del casco urbano, incluidos los vendedores ambulantes y en el sector rural “aunque se sigue produciendo, igualmente, hay una limitación que se implementó por parte de la Administración municipal y la empresa de transporte Cootracaime, lo que limita la comercialización”.

En cuanto al sector campesino “hay una estabilidad, pero que en medio de todo termina siendo frágil, es riesgosa. El aislamiento obligatorio es bastante largo en el tiempo y creo que nos vamos a ver bastantes afectados, pero en el momento hay un equilibrio que se trata de sostener”.

Vargas comentó que en medio de las restricciones se mantiene la movilización de algunas turbos que transportan diferentes productos, entre ellos, la arracacha a diversas plazas del país. Y en cuanto al sector lácteo, señaló que la empresa Aproleche en Anaime por contar con una estructura de refrigeración ha logrado sostenerse.

“Sin embargo, se ha visto afectación en ese sector y otros comercializadores no han logrado vender la leche. Por ejemplo, un empresario que está hacia el Alto de La Línea, regaló canecas de leche al Municipio, precisamente para que las ayudara a repartir, porque no tenía cómo comercializarla”.

Al igual que sucede en Santa Isabel, ya se empieza a notar la sobreproducción lechera en Cajamarca y la falta de capacidad de refrigeración, por lo que la opción en algunos casos es donarla.

 

Cifra

2.500 es el precio que se está pagando la libra de queso actualmente.

 

Dato

Entre las veredas productoras de leche en Santa Isabel se encuentran Totarito, La Estrella, Las Damas, Vallecitos, Las Palomas, Bolívar y La Yuca.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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