Comunidades ‘pijao’ se articulan para proteger sus territorios en el sur

En los puntos de ingreso al Cañón de las Hermosas en Chaparral, las comunidades rebuscaron los recursos para comprar los elementos con los que fumigan los vehículos.
Crédito: SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Con vigilancia de la guardia indígena, explicaciones pedagógicas y hasta con castigos, se vive el periodo de aislamiento en varios cabildos y resguardos de la región.
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En municipios como Natagaima, Chaparral, Saldaña, San Antonio y Ortega, la Asociación de Autoridades Tradicionales del Consejo Regional Indígena del Tolima, Crit, tomó la iniciativa de establecer reglas que si no son obedecidas por los integrantes, serán reprendidos de acuerdo con sus costumbres.

También, instalaron puestos de vigilancia con su guardia para controlar el tránsito de foráneos en sus territorios, pues temen que en un descuido de las autoridades locales se les ‘cuele’ el Covid–19.

Erminzo Vega, representante y presidente del Crit, indicó que en algunas zonas hay personas que no quieren acatar las medidas establecidas tanto por el Gobierno nacional como el local, “acá en Natagaima tuve que entrar a trabajar con la Policía y el Ejército junto a la guardia indígena a patrullar y hacer el llamado al pueblo, porque este virus no tiene razón social”.

El apoyo de las comunidades es con 25 motocicletas que vigilan diariamente diferentes zonas de la ‘Meca del folclor’ y con guardias que se distribuyen en once puntos a lo largo de la vía nacional Natagaima–Neiva.

Sin embargo, sigue preocupando la llegada frecuente de vehículos del Huila, Bogotá y Espinal, por lo que se acordó con la guardia de Coyaima y Saldaña, poblaciones ubicadas sobre una carretera principal, solicitar mayor apoyo de las autoridades policiales.

De la misma forma, se han registrado momentos en los que en medio de la cuarentena se ha tenido que lidiar con personas ebrias, en este caso cuando son miembros de las comunidades indígenas “tenemos la capacidad de castigarlos para que aprendan que es por el bien de la familia y cuando se les pasa el mareo nos colaboran como debe ser”, narró el gobernador indígena.

Igualmente, se han tenido momentos en los “controles que hemos amarrado compañeros que a veces se nos pasan de disciplina, la guardia los ha amarrado. Castigamos al cepo y a los que no, los entregamos a la policía. Llevamos en este momento 15 casos en los que nos ha tocado educar a la gente y que aprendan que lo que la guardia dice, se cumple”.

Otras acciones adelantadas en los ingresos a las veredas y resguardos es hacer una limpieza a los vehículos y si las personas muestran molestia o no colaboran, también, se les hace una limpieza con un ritual para “que bajen el temperamento”.

 

Dificultades alimentarias

En el tema de sostenibilidad alimentaria Vega comentó que dependen totalmente del pancoger cultivado en sus parcelas, en ocasiones la necesidad por cubrir el hambre hace que se consuma alimentos como el plátano en estado biche, “no se dejan ni madurar, le estamos echando mano para sobrevivir y sostenernos un día más”.

Agregó, que por ahora los compromiso del Gobierno nacional son solo anuncios, “todos los días dicen cosas bonitas por la televisión, pero al territorio no ha llegado ninguna ayuda, entonces lo que queremos es hacer un llamado a los Gobiernos nacional, departamental y municipal, para que miren la situación, porque cada día se pone más delicado.

“Que nos ayude a gestionar las ayudas, porque realmente hay gente que depende del día para poder subsistir con su familia”. Ante el panorama, el llamado del líder del Crit es incentivar y aún más la agricultura en sus territorios.

En Natagaima la guardia indígena motorizada monitorea el casco urbano para ayudar a detectar a los infractores.

 

Vigilancia en el Cañón de Las Hermosas

En Chaparral las comunidades de Cimarrona Alta, Locomboo, Río Negro Hermosas, Amoyá La Virginia y El Escobal, se declararon en minga permanente por la armonía física, mental y espiritual entre el ser Pijao y la madre tierra, y adoptaron diferentes medidas para evitar la propagación del virus a través de una resolución.

En el documento se estableció hacer un llamado a las comunidades para permanecer dentro del territorio, restringir la entrada de personas que no hayan sido registradas al momento de su salida, negar la entrada al territorio de turistas y transeúntes nacionales o extranjeros.

Asimismo, se explica las excepciones por temas de salud y alimentación, al igual que, se aclara que la desobediencia “a la presente decisión será reprendida de acuerdo con nuestros usos y costumbres (…)”.

Yuli Poloche, gobernadora de la comunidad El Escobal, explicó que además de ello, también se instalaron puestos de control junto a las comunidades campesinas en los sectores El Pando, El Viso y El Toche, zonas de acceso hacia el Cañón de Las Hermosas y a las que no llegaron las autoridades locales “a nosotros nos preocupa demasiado el territorio, porque hay muchas personas que llegan de otros municipios y departamentos, si llega una persona contagiada pone en riesgo a seis mil habitantes”.

Otra de las intranquilidades, es que en el casco urbano de Chaparral, los puestos de control instalados por la Alcaldía en las noches quedaban solos dejando una fácil posibilidad de ingreso a los visitantes. Debido a ello, la guardia indígena entró a apoyar en el puesto de vigilancia ubicado en la vía que conduce hacia Rioblanco entre las 7 p.m. y las 7 a.m.

La gobernadora indígena comentó que en medio de dificultades se logró un diálogo con la Administración municipal, sin embargo, solicitaron apoyo de los gobiernos departamental y nacional. “No tenemos elementos de protección para nuestros guardias, hemos conseguido algunos recursos para comprar unas bombas de limpieza”.

Otras necesidades son elementos básicos para atender una emergencia como una camilla y una bala de oxígeno, pues estas comunidades quedan ubicadas a más de tres horas de distancia del casco urbano.

Al igual que, en Natagaima, la guardia ha tenido inconvenientes con algunos conductores y hasta con miembros del Ejército que no acatan sus restricciones.

 

La ausencia de las EPS

Otra preocupación en el sur del departamento es que hasta el momento las EPS que tienen a cargo la población pijao a través del régimen subsidiado no han entregado elementos de protección básicos, hecho que es visto como un desconocimiento de que en el interior de los territorios hay mujeres gestantes, adultos mayores con enfermedades crónicas y menores de edad.

“Hay personas que viven solitas en el campo y entonces cómo hacen para reclamar el medicamento si hay toque de queda y no pueden salir y más sin son abuelos, entonces qué acciones están implementando las EPS”, comentó Juan Carlos Salazar, gobernador indígena. Tampoco, se estaría ofreciendo alternativas para adelantar controles de promoción y prevención, en medio de la cuarentena para los niños y las gestantes.

Agregó, que las EPS que tienen cobertura en la zona son Pijao Salud, Comparta y Mallamas, de dichas entidades, Pijao Salud a través de una promotora, respondió que desde la semana anterior se dio inicio a la entrega de tapabocas a los miembros de la guardia indígena, asimismo, que se procederá a revisar las bases de datos para evaluar la posibilidad si se puede llevar este tipo de elementos a los territorios y aunque se solicitó guantes y gel, la respuesta es que están agotados.

 

Dato

El Cañón de las Hermosas está conformado por 28 veredas en las que habitan comunidades campesinas y cinco comunidades indígenas. Se estima que hay seis mil habitantes en la zona.

 

Dato

Las comunidades pijao solicitan a las EPS y autoridades correspondientes la posibilidad de establecer zonas de aislamiento, teniendo en cuenta que hay resguardos y cabildos en zonas rurales muy apartadas y de difícil acceso.

Credito
EL NUEVO DÍA

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