Pero con el paso de los días, la alta temperatura persistía, por lo que el padre llevó al niño a su EPS, pero al no tener una atención rápida, decidió acudir a un médico particular, ahí el galeno se percató de que el niño tenía un dolor permanente en una pierna. Sin embargo, la fiebre persiste, por lo que “vuelve y lo lleva a la Clínica Tolima, a urgencias y dicen que un dengue, una infección urinaria o una infección intestinal, eso fueron los diagnósticos que nos dieron”.

A pesar de las diferentes consultas, el pequeño no mejoró complicándose aún más y la madrugada del lunes 29 de junio, el padre “me llamó a las 4 de la mañana desesperado que el niño no respondía por lo que se iba para urgencias y a la media hora me llamó a decirme que había muerto”.

Ante el hecho, los padres indicaron que una de las personas encargadas de atender al menor “estaba distraída”, lo que genera la apreciación de una posible negligencia.

Conocido el fallecimiento, los médicos indicaron que había sospecha de Covid–19, lo que generó una mayor angustia al padre, pues se corría el riesgo de una posible cremación. Para salir de la duda de si el niño era positivo o no, la solución era pagar una prueba por un valor de $400 mil, recursos con los que la familia no contaba, de lo contrario debían esperar 15 días.

Finalmente, la familia acudió a la Secretaría de Salud de Ibagué la cual logró interceder y tener la respuesta el mismo día, el cual fue negativo para coronavirus. Ante el resultado, esperaban que el cuerpo fuera entregado ese mismo lunes, sin embargo, las horas pasaron, pero no sucedía nada, por lo que los amigos y familiares decidieron adelantar la protesta frente a la Clínica. Luego hacia el mediodía el cuerpo del pequeño Samuel de ocho años fue trasladado a Medicina Legal. Teniendo en cuenta, los hechos que rodearon la muerte del niño la familia inició un proceso ante la Fiscalía para que se aclare el origen del deceso.

Menor habría ingresado sin signos vitales

El subgerente de servicios de salud de la Clínica Tolima, Rodolfo Yepes, explicó que el menor llegó sin signos vitales a la institución “a pesar de que el paciente llega con esa situación los médicos, independientemente le dan una opción (porque) el paciente estaba tibio, buscando una posibilidad remota intentaron hacer reanimación cardiopulmonar, pero efectivamente el paciente no iba dar respuesta”.

En cuanto a la historia médica, Yepes comentó que la semana anterior el menor fue valorado “no se encontró ninguna situación anormal, fue manejado por un cuadro viral y se inició el manejo con acetaminofén”, el profesional agregó que los exámenes practicados por la EPS y por  atención prioritaria tampoco arrojaron alguna situación anormal. Al preguntarle al profesional qué hipótesis se pueden manejar en este extraño deceso, comentó que lo único fuera de lo normal reportado por el padre es un golpe que sufrió Samuel en un bicicleta días atrás, sin embargo, hasta el momento no se puede dar certeza que esté relacionado con el lamentable desenlace. Por ello, se procedió a adelantar una necropsia para determinar el origen. Otra precisión que hizo el subgerente, es que en medio de la actual emergencia sanitaria “cualquier situación que tiene que ver con una muerte de estas características se coloca como sospecha de Covid, es una situación compleja de influir dentro del proceso”, por ello, se hizo una prueba post mortem, proceso que descartó la presencia de coronavirus. 

También, se analizó la posibilidad de dengue pero tampoco hay certeza en ello.