Desacuerdo en San Luis por reactivación de proyecto minero en el río Luisa

Crédito: Suministradas - EL NUEVO DÍAEl río Luisa se recuperó en estos años tras registrar varios impactos negativos por las actividades mineras de 2014, por ello, la gente expresa abiertamente su oposición.
La comunidad de San Luis, Valle de San Juan y Guamo, vuelven a encender las alarmas por un proyecto de extracción de arena y gravas en el río Luisa, afluente que abastece los acueductos veredales y urbanos de la zona. Ante la importancia de dicho recurso hídrico, desde ya expresaron su oposición.
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Habitantes de San Luis, Valle de San Juan y Guamo, expresaron su preocupación por un proyecto de explotación de material de arrastre (arenas y gravas) sobre el río Luisa, que en el pasado dejó daños ambientales en el área de explotación

Lo que se conoce hasta el momento es que los propietarios del predio Chinguala tienen los documentos al día, incluida la licencia ambiental, para iniciar operación en la zona conocida como El Hoyo, en la vereda Caracolí.

“Nosotros no queremos, porque el río Luisa es la columna vertebral de la vida en este sector e incluso en Guamo recogen el agua para el acueducto de ahí. El Valle de San Juan también se beneficia mucho.

“Esta es una zona muy seca y a nosotros nos llega el agua por el acueducto que tenemos cada mes. A nosotros nos tocó recurrir a ese río, es lo único que tenemos”, dijo Humberto Barrero, habitante de la vereda Caracolí.

Pero este título no es nuevo, según la comunidad corresponde a una licencia ambiental entregada el 18 de febrero de 2010 por Cortolima para explotar material de arrastre en la jurisdicción de San Luis, actividad en la que participó la empresa Agregados Orión en sociedad con Alberto Toro, propietario del título minero. Y ahora, al parecer la familia Toro es la que retoma las operaciones.

Ante las dudas y riesgos, las comunidades han empezado a moverse para manifestar una vez más su desacuerdo. Una de las acciones recientes fue un plantón en el sector El Hoyo, allí uno de los residentes expresó que en la finca del señor Carlos Ocampo se va a adelantar un proyecto minero “y no nos han tenido en cuenta a las comunidades, no han socializado con ninguno, estas explotaciones las quieren hacer a costillas de las personas sin informarle a San Luis, Valle de San Juan y Guamo”.

Mientras tanto Barrero añadió que ayer “teníamos una reunión, pero ellos han hecho una socialización que no es la debida con cuatro personas nada más”.

A dicha jornada a la que no asistieron los voceros del proyecto, habrían acudido los alcaldes de Valle de San Juan y San Luis, quienes le explicaron a la comunidad que una vez revisada la documentación todo estaría en regla. Sin embargo, a pesar de ello, la comunidad está firme en no permitir la explotación.

El hombre reiteró que el agua escasea en la zona, por lo que la alternativa es el Luisa, si el caudal está bajo, la alternativa es comprar el agua. Otra de las desventajas de una posible explotación es que la zona dejaría de ser un atractivo turístico los fines de semana, actividad que genera una fuente de ingresos informal a varias familias.

Barrero recordó que en 2014, fueron varias las movilizaciones y actividades que se adelantaron para proteger el afluente, igualmente, que de aquella época quedó el recuerdo de las vías dañadas, “nos quedó enemistades porque había gente que apoyaba y otros que no, pero al momento la gente ya se dio cuenta que eso no es beneficioso para el municipio ni para la comunidad, no quedó absolutamente nada”.

 

Reactivación de un proyecto que estuvo suspendido

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En 2014, Cortolima a través de la resolución 2236 del 15 de septiembre, inició un proceso sancionatorio en contra de los propietarios del título minero debido a un presunto incumplimiento de los compromisos ambientales relacionadas por minería ilegal, ocupación del cauce del río Luisa e intervención a zona protectora del afluente, actividades que se hicieron en jurisdicción de Valle de San Juan. En el documento se precisó que estaba de por medio el contrato de concesión N° FCC 818.

Según el concepto técnico de la época, la Corporación evidenció “impacto ambiental negativo, hacia los componentes agua, suelo y flora”, dichas indagaciones originaron la apertura de una investigación disciplinaria ambiental, igualmente, mantener una medida preventiva hasta que se cumplieran las obligaciones impuestas, entre otras decisiones.

Ahora seis años después, se conoce que la familia dueña del título minero, reactivó la concesión N° FCC 818, según una reunión adelantada por ellos hace cinco días, la operación estará a su cargo, igualmente, precisaron que las obligaciones mineras, ambientales y económicas están al día. También anunciaron el inicio de labores y agregaron que estarán al frente de la explotación para tener el control del mismo.

 

Credito
EL NUEVO DÍA

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