Retornar a clases presenciales en I.E. oficiales del Tolima, el gran reto en 2021

Crédito: ARCHIVO - EL NUEVO DÍASegún Sutet - Simatol, en lo corrido de la pandemia los maestros no han tenido descanso, pues aunque se adelantaron las vacaciones fue en cuarentena y estuvieron alistando el material para trabajar desde la virtualidad.
El departamento tiene 212 instituciones educativas y más de mil sedes, cientos de ellas tienen más de 50 años de creadas y otras más no cuentan con agua potable, ni baterías sanitarias, tampoco con los recursos para instalar los protocolos de seguridad.
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Recientemente la Secretaría de Educación del Tolima informó que el calendario escolar del sector oficial sigue en la modalidad virtual, decisión que se adopta tras una encuesta que se hizo a los padres de familia de los 46 municipios no certificados.

El reto ahora, es lograr que los niños terminen su año lectivo y que desde el sistema educativo se aliste las aulas de clase para lo que sería un retorno en el 2021, bajo la ‘nueva normalidad’.

Carlos Rojas, directivo del Sindicato de Maestros del Tolima, Sutet – Simatol, contó que durante todos los meses de pandemia, la falta de internet en los territorios y de acceso a herramientas informáticas por parte de los estudiantes, generó que los profesores doblaran sus esfuerzos para lograr que las guías llegaran a todos los estudiantes.

A la par, tuvieron que crear diferentes estrategias para hacer un acompañamiento desde la distancia. A pesar de las dificultades diarias, están de acuerdo con seguir en virtualidad, pues la falta de recursos, las falencias estructurales y no tener agua potable en las sedes rurales, se convierten en obstáculos para retornar con tranquilidad a las escuelas y colegios.

“Es un dilema y la pandemia puso al descubierto lo que veníamos denunciando desde las organizaciones sindicales, la falta de inversión en educación. Hoy tenemos instituciones educativas que no tienen baterías sanitarias y que no cuentan con espacios adecuados para que los estudiantes desarrollen sus actividades.

“Esos son limitantes para el retorno a clases, tener todas las medidas de bioseguridad en una institución es muy difícil, donde ni siquiera se cuenta con agua potable permanentemente durante todo el año”.

Rojas agregó que también se debe pensar en los gastos que generan las medidas de protección como los tapabocas, pues en este momento ni las instituciones educativas ni el Gobierno departamental, cuentan con los recursos económicos para brindarlos a los estudiantes y maestros. “Por eso, insistimos desde un principio que ese modelo de retorno o de alternancia no era conveniente y esto fue respaldado por los padres de familia a nivel nacional y local”.

En la consulta hecha a los acudientes se les preguntó si estaban de acuerdo con que los estudiantes regresaran a clases, entre otras. Sin embargo, lo que habría generado duda entre los padres es que se debía firmar un consentimiento informado, es decir, “que se enviaba al estudiante, pero bajo su responsabilidad, eso era bastante difícil, (porque) entonces quién iba a asumir la responsabilidad si se daba el brote en una institución, por ejemplo”, precisó el sindical.

 

A tiempo para crear un plan retorno

Desde el lado de los directivos docentes del departamento, se concuerda con la decisión de continuar trabajando en casa para evitar el riesgo de contagios.

El presidente de la Asociación Sindical de Directivos Docentes de Ibagué y del Tolima, Hernán Sigifredo Rubio Vivas, explicó que para el próximo año se hace necesario hacer presencia gradualmente. “No podemos convocar a todos los niños o niñas de inmediato para que lleguen a las instituciones educativas porque existen protocolos, como el distanciamiento de dos metros”.

Al igual que los directivos sindicales, Rubio Vivas coincidió en la falta de baterías sanitarias, pues parte de las que existen en las sedes educativas, tienen al menos 50 años de uso. “En algunas hay complicaciones en la potabilidad del agua, entonces consideramos que el regreso a clases deberá ser de forma pausada, segura y progresiva el año entrante”.

Agregó que se está a la espera de que los gobiernos Departamental y Municipal empiecen a adelantar inversiones en materia de bioseguridad, mejora de infraestructura sanitaria e infraestructura física, para crear las condiciones necesarias.

Pero el directivo docente fue más allá e hizo cuentas con los recursos que se reciben por estudiante al año.

“Un niño en el sector educativo más o menos equivale a $100 mil anuales, eso quiere decir que son $8 mil mensuales, es decir, que son $367 diarios la referencia financiera para satisfacer las necesidades de un menor”.

Lo que significa que hoy las instituciones educativas no cuentan con el dinero para asegurar el jabón para cumplir con el lavado frecuente de manos, ni tampoco para gel, alcohol, tapetes o puntos de desinfección.

“Creo que no se ha hecho un análisis serio en ese sentido, aún está a tiempo el Gobernador (Ricardo Orozco) y el Alcalde (Andrés Hurtado) para que analicen esas condiciones”.

Y es que el trabajo no será fácil, pues en los municipios las instituciones educativas tienen varias sedes a su cargo, se estima que en la región hay mil 850. “Creo que aquí debemos hacer un trabajo en común, necesitamos recursos, que nos faciliten los medios y que los padres de familia sean conscientes, porque si no vamos a iniciar clases y luego a suspenderlas”, precisó el directivo docente.

 

En espera de inversiones

Por su parte, William Polo Arango, presidente de Sutet – Simatol, indicó que si no se cuenta con las garantías de bioseguridad para los niños, jóvenes, funcionarios administrativos, directivos docentes y los maestros, “nosotros no podemos regresar, porque es poner en riesgo la vida de todos los integrantes de la comunidad educativa”.

Añadió que se espera que durante los tres meses que quedan del 2020 se hagan inversiones, con los recursos que asigne el Gobierno nacional “porque lamentablemente temas como baterías sanitarias siguen siendo una deuda histórica de los gobiernos nacionales y regionales con las veredas, de los sectores menos favorecidos”.

No obstante, el sindical insistió en que dependiendo de cómo avance la curva del contagio, se podrá regresar a las aulas con el modelo que se defina.

Credito
REDACCIÓN TOLIMA

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