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En el trabajo de campo adelantado por la Policía Ambiental se corroboró que la persona que hizo el video no es familiar del pequeño, según Machuca al parecer el menor fue utilizado para arrojar al canino por el precipicio. “El perrito era de una vecina y él varias veces había estado jugando con el perro y nunca había sucedido nada”.
La animalista contó que el día de los hechos el canino fue llevado a un veterinario, el resultado fue que estaba en buenas condiciones de salud, la consulta y gastos fue cubierto por la madre del menor.
Agregó que cuando conoció la publicación del gobernador Ricardo Orozco quedó sorprendida “porque el tema había sido conocido por la Policía y esta a su vez nos (dijo) que habían informado a la oficina de Protección Animal de la Secretaría del Interior”, es decir, a comienzos de octubre.
Llamó la atención que el video generó fuertes comentarios en contra del niño y sus padres, tanto así que sienten temor por la discriminación.
“Lo que más nos preocupa y entristece es que también empezaron los perjuicios en contra de nosotros, a manchar la tarea que hemos hecho, de alguna u otra manera indicaron que teníamos odio con el tema de la Gobernación y no, lo que queremos es poder trabajar conjuntamente con ellos, que ellos de alguna manera pudieran mirar la labor que hacemos y hacer un trabajo mancomunado que sería lo ideal”, precisó la abogada.
Opinión de un experto
Teniendo en cuenta que de por medio hay un menor con una condición especial, esta redacción habló con el psicólogo Óscar Ovalle, quien explicó que entre los 5 y 6 años de edad el elemento de conciencia no es muy grande en comparación con uno de 10, 12 o 14 años.
Y basado en las imágenes del video comentó que “es muy factible que por estar ubicado en una zona rural, el tipo de relación que establezca con los animales no es la misma que de pronto se (crea) en la ciudad, porque claramente se ve que el niño jugaba con el perro, él tiene más una conciencia del juego, por lo que decía la señora que ya lo había hecho varias veces.
“Es como si el perrito no se hubiera lastimado anteriormente, entonces de una u otra forma para el niño, en ese momento el hecho como que el perro volviera y saliera es un juego, lo que a mí me hace generar una hipótesis”.
El profesional agregó que lo primero que se percibe es un maltrato a un animal en este caso, pero si se analiza “el maltrato de parte de quién se está generando, es del adulto, porque está teniendo conciencia de que el animalito si se puede estar lastimando”.
Agregó que en este caso los padres deben estar atentos a qué tipo de juegos recurre, asimismo, opinó que se debe hacer un proceso de intervención con ellos y los cuidadores.
A manera general comentó que actualmente el problema es que hay familias muy desajustadas, “familias disfuncionales, a las cosas malas las llamamos como si fueran buenas y lo otro es que no se toman las medidas, en cierta forma, para corregir el comportamiento de los niños, porque ellos obedecen a sus padres, si el hogar es permisivo genera conductas que posiblemente se ven como normales”.
De otro lado, esta redacción conoció que la Comisaría de Familia de Rovira está haciendo un seguimiento al caso, igualmente, que el Bienestar Familiar está pendiente de la situación y a la espera de precisar si en este caso hay algún derecho vulnerado para intervenir
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