El viacrucis de la humanidad por el Covid–19 aún no termina

Crédito: Hélmer Parra / EL NUEVO DÍAEn el Santuario de la Virgen del Carmen el acceso es limitado, por ahora, las grandes multitudes que se acercaban para cumplir penitencias y dar gracias están en el recuerdo.
Por segundo año consecutivo los católicos participaron en una Semana Mayor con marcadas restricciones, sin embargo, las limitaciones establecidas en los templos, no fue impedimento para que se viviera la fe en Carmen de Apicalá y Melgar.
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La tradicional romería que hacían los fieles católicos cada Viernes Santo a Carmen de Apicalá, por ahora, sigue estando en el recuerdo. Por las restricciones propias de la pandemia, el Santuario de la Virgen del Carmen pasó de recibir cientos de visitantes a tan solo 52 personas por actividad religiosa. Sin embargo, la fe de los creyentes sigue intacta y agradecen que por lo menos este año, se pudo participar de forma presencial en la Semana Mayor.

Y así como la cotidianidad se transformó en los últimos 12 meses, también cambió el interior del Santuario, pues de la nave o espacio principal fueron retiradas las bancas, para ser reemplazadas por sillas plásticas ubicadas en espacios demarcados y distanciados.

Una de las asistentes, que provenía de Bogotá en su primera visita a esta población del oriente del departamento, opinó “que fue muy buena idea, porque pudimos participar y podamos estar con Dios”. En cuanto a la situación de pandemia, indicó que ya depende de cada uno, de guardar distancia. 

Regional.

Un año de viacrucis

Monseñor Jesús Antonio Carvajal dijo en su mensaje que el camino este año ha sido un viacrucis para el mundo “muchos han caído y otros siguen debatiéndose”, debido al Covid – 19, agregó que Jesús también recorrió un difícil camino hacia la cruz y fue sostenido por la esperanza.

A medida que se recordaron las estaciones, desde el Santuario se elevó una oración por aquellas personas que fueron y son afectadas por el virus, igualmente, por el personal médico y asistencial que sigue arriesgando su vida para levantar el ánimo de quienes están en cama.

Asimismo, se rogó a la Virgen por la sanación del mundo, para que haya mayor solidaridad y por aquellas personas desaparecidas. Los niños también estuvieron en las plegarias del día debido a la falta de amor por parte de sus padres, hecho que termina arrebatando su inocencia.

Al finalizar la reflexión sobre el recorrido de las estaciones que vivió Jesús hasta llegar al calvario, Monseñor mencionó que este año no se recorrió las calles del pueblo “porque precisamente este año, ha sido un año de pasión, esa pasión que vivió Jesús, es la que vive el mundo entero.Generales.

“Vivimos bajo el flagelo del virus que es una cruz, que se ha llevado a muchos hermanos nuestros, algunos se han podido sobreponer con la ayuda de la ciencia y de los médicos, por la gracia de Dios, han estado en las clínicas, considerados muertos también resucitaron (…)”.

Agregó, que aún la humanidad sigue viviendo la pasión y el tomar la cruz como dijo Jesucristo significa vivir cada día con diferentes dificultades, pero al final con “la alegría del triunfo de la resurrección, (…) todo tiene sentido porque Cristo resucitó”.

Por su parte, Astrid Ortega habitante de Carmen de Apicalá comentó que es una “bendición haber podido vivir los actos religiosos. Ya muchas personas hemos tenido más conciencia en que hay que llegar con anticipación, acatar las normas, eso hace parte de tener una fe viva, es la disciplina la que nos lleva a poder participar y todo por un buen objetivo como es cuidarnos de la pandemia y vivir la fe”.

Mientras que en la parroquia San Francisco de Asís de Melgar, igualmente con un aforo limitado, los feligreses participaron en el viacrucis a las 6 de la mañana, de manera simultánea se hizo el Sermón de las Siete Palabras, allí el sacerdote Libardo Calderón también organizó el templo con diferentes medidas de bioseguridad para lograr que los creyentes participaran en las reflexiones propias de esta época.

Ayer a las 6 de la tarde se hizo la vigilia de resurrección y hoy se vuelven adelantar las eucaristías a las 7 y 11 de la mañana, también, a las 6 de la tarde.Regional.

Testimonio de fe

En medio de la reflexión religiosa resaltó una mujer que llevaba consigo una cruz con una manta blanca a modo de penitencia, contó que hace varios años un hijo cayó a un abismo de 58 metros de profundidad, teniendo en cuenta el delicado estado de salud del hombre, ella puso su fe en el Señor de los Milagros, “estuvo en el (hospital) Federico Lleras y estuvo cuatro meses en coma, decían los médicos que no tenía vida, pero como soy una mujer de fe y Dios me hizo ese milagro, le prometí cargarle la santa cruz en las semanas santas”, contó Gloria Inés Gil Sánchez.

Agregó, que ahora incluye en sus oraciones peticiones por la salud de todos los colombianos y personas del mundo.  

 

Espacios de descanso y recreación

Carmen de Apicalá además de ser un destino religioso, también es frecuentemente visitado por bogotanos, su clima y ubicación, convierten el municipio en lugar ideal para descansar. Aunque también se ha reducido la presencia de turistas, este viernes se notó afluencia de grupos de jóvenes y familias por las principales calles. Algunos decidieron deambular en el parque principal, mientras que otros prefirieron alejarse del Centro para refrescarse con una cerveza, y otros optaron por un buen ‘chapuzón’ en piscina.

En Melgar, los visitantes también tuvieron la posibilidad de entretenerse visitando centros vacacionales, recorrer el area urbana o simplemente ir al parque principal, el ‘lunar negro’ del día fue el exceso de confianza de los ciudadanos, pues a pesar de que el virus sigue circulando, algunos portaban el tapabocas en el cuello y otros ni siquiera usaban este elemento que es considerado indispensable para evitar el contagio de coronavirus.Generales.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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