Ya han transcurrido 20 años desde que fue construida la presa Corea en la vereda Guadalajara, jurisdicción de San Luis, durante este tiempo según comunidades indígenas y campesinas de la zona, son varios los daños ambientales que se habrían generado por la construcción.

Algunos habitantes de la vereda Flautillo de Ortega cuentan que en temporada de invierno las inundaciones son constantes en las parcelas, por lo que han perdido cultivos de pancoger, asimismo, insisten en la desaparición de diferentes especies de peces.

Los afectados “son los que cultivan en las vegas cercanas al río, yo cultivaba plátano y sí me hizo daño porque cuando llovió se me llevó el cultivo”, comentó un habitante.

En cuanto a los peces, que tiempo atrás eran una fuente de subsistencia, señaló que luego de  levantarse la estructura, especies como el bocachico o el pataloe “en esta zona ya no se ven, es la afectación más grande que ha habido”.

Otros sectores que también se habrían inundado son las veredas Cucuana y San Francisco, “las que quedan más cerca de la represa”, añadió el residente. 

Mientras que otra habitante contó que el año anterior su esposo tuvo siembras de plátano y arroz “pero todo eso, el río se lo llevó”, situación que se habría replicado hace poco y que los volvió a dejar afectados. Algunos consideran que la presa terminó cambiando la dinámica del afluente, por lo que hoy el agua está buscando otro ‘camino’ y termina “rebosándose por todos lados”.

Debido a los diferentes daños, el cabildo indígena Guavio El Flautillo de Ortega en cabeza de su gobernador, interpuso el año anterior una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación, acción que por reparto terminó en la seccional del Guamo.

Sobre dicho proceso jurídico, recientemente los abogados de la parte demandante fueron notificados sobre la expedición de una orden para que un investigador del CTI adelante una inspección a la presa, asimismo, se indague en la documentación que se presentó para realizar la obra y solicite a la “Autoridad ambiental se haga estudio correspondiente para determinar si se presenta o no la afectación al medio ambiente con la obra de la presa Corea”.

Algunas personas cercanas al caso, explicaron que la notificación conocida el primero de junio, surgió tras una acción de tutela interpuesta para que se adelantara la investigación, pues pasados siete meses de radicar la acción penal por daños ambientales, no se había tenido razón alguna.

Otro de los cuestionamientos es la falta de labores de compensación como reforestación e intervenciones, que permitan mitigar el impacto de la estructura. Igualmente, se reitera que la forma de su construcción impide el libre desplazamiento de los peces, hecho que hizo que desapareciera la pesca en la zona, oficio tradicional que se hacía para obtener el mínimo vital necesario.

En la denuncia presentada ante la Corporación, se menciona que con el tiempo también se generó un represamiento en el afluente por acumulación de material de arrastre, situación que generó que “desaparecieran nuestros predios por los nuevos cauces que por fuerza natural busca el río para seguir su lecho (…)”, se describe en el documento.

Ante los hechos expuestos, los quejosos le solicitaron a la máxima autoridad ambiental adelantar una investigación administrativa en contra de Uscoello y Usoguamo “por los daños a los recursos ambientales” e imponer las sanciones a que hubiera lugar, del mismo modo, compulsar copias a la Fiscalía General de la Nación.

Y se pide suspender las resoluciones por medio de las cuales se concesionó el agua a los distritos Usocoello y a Usoguamo.

De la misma forma, se precisó que en la zona de influencia de la presa está el resguardo indígena Guavio Flautillo, quienes expresan su “oposición” a las actividades que adelante Usocoello ante la CAR.

También, se instauró una denuncia penal por daños ambientales en contra de Usocoello ante la Fiscalía General de la Nación, con los mismos argumentos expuestos ante la CAR.

Y se sumó las presuntas omisiones de la autoridad ambiental, como por ejemplo, no haber sido garante al momento de la construcción de la presa para que se hubiera socializado oportunamente el proyecto y tener en cuenta a las comunidades indígenas, para adelantar una consulta previa. 

El origen de las denuncias

Tras recurrir a diferentes instancias para exponer la problemática ambiental de la zona y teniendo en cuenta la situación, en septiembre de 2020 el cabildo ofició a Cortolima para denunciar administrativamente a la Asociación de Usuarios del Distrito de Adecuación de Tierras del río Coello y Cucuana, Usocoello, por “daños ambientales con base al artículo 23 de la Constitución Política”.

En el documento se describe que hay “daños e ilícitos ambientales que se cometieron por la asociación en mención, al haber construido sin el total de las condiciones técnicas requeridas que se deberían haber exigido por su entidad (CAR) para la construcción de la presa”.

De la misma forma, se expone ante la autoridad ambiental que el muro causó “perjuicios económicos en razón al represamiento del material de arrastre y sobrecarga aguas arriba (…)”.

Vía libre para la limpieza del vaso de la presa

En 2015 a través de la resolución 1764 Cortolima le ordenó a Usocoello una serie de medidas ambientales y de mitigación, entre ellas estaba la limpieza del vaso de la presa Corea, labor que requiere un permiso ambiental, pues se deberá extraer el material de arrastre acumulado (arenas y gravas) y por lo tanto ocupar el cauce del río Cucuana.

Pasados cinco años finalmente se dará inicio a esta tarea, para ello la Corporación entregó al distrito el permiso de ocupación de cauce por medio de la resolución 1175 del 20 de abril de 2021.

En el documento se precisa que la intervención incluye la extracción, transporte y disposición final de arenas y gravas depositados en las áreas definidas como: Sector 1, el cual corresponde a la margen izquierda del afluente, Sector 2 y 3 se ubican en la margen derecha, mientras que el Sector 4 es la zona central del cauce del río.

Además, se precisa que se deberán adoptar medidas técnicas suficientes para el cruce de la retroexcavadora y volqueta utilizadas, con el fin de que estos equipos “tengan un mínimo contacto con la lámina del agua (…)”.

Otra de las obligaciones es que el drenado se deberá hacer de forma paulatina, “de manera programada y gradual, que evite la alta generación de suspensión de sedimentos en el río (…) aguas debajo de la presa, permitiendo a la fauna acuática su desplazamiento instintivo”.

Y entre las precisiones de la CAR está que “cualquier afectación negativa, eventual o directa, a las comunidades, tanto aguas arriba como aguas abajo de la presa Corea, por efectos de las actividades realizadas, será de responsabilidad única de Usocoello”.

Según conoció esta redacción, la comunidad Guavio El Flautillo interpuso un recurso de reposición a la resolución 1175, pues consideran que se pueden generar más daños de los registrados hasta la fecha. 

Inspección de Cortolima

A comienzos de mayo, una comisión de la autoridad ambiental visitó la zona de la presa tras la denuncia del cabildo, con el fin de adelantar una indagación preliminar que permita establecer “si existe o no mérito para iniciar el procedimiento sancionatorio, verificando la ocurrencia de la conducta, determinando si es objeto de infracción ambiental o si se ha actuado al amparo de una causal eximente de responsabilidad”, se precisa en auto del 11 de marzo de 2021.

Dicha inspección estuvo a cargo de la subdirección de Calidad Ambiental, dependencia que recolectó el material probatorio para definir si es o no viable dar inicio a un trámite sancionatorio por daños sobre los ríos Cucuana y Coello.

A la inspección asistieron Pablo Emilio Lugo, gobernador y representante del cabildo Guavio El Flautillo, su apoderado, al igual que varios miembros de la comunidad afectada. Mientras que por parte de Cortolima hicieron presencia un ingeniero civil, un biólogo y dos ingenieras ambientales de la subdirección de Calidad Ambiental, igualmente, un abogado de la Oficina Jurídica de la CAR.

Los delegados de la autoridad ambiental, les explicaron a los habitantes que el trabajo de campo consistía en una inspección a la zona y escuchar de primera mano las denuncias, información que permitirá la elaboración de un concepto técnico. Según los denunciantes, pasado un mes no se conoce el resultado de la visita.

¿Qué responde el Gerente de Usocoello?

En diálogo con Carlos Alberto Rojas, gerente y representante legal del distrito, indicó que ya están listos para adelantar la limpieza de la presa, asimismo, que están adelantando consultas ante el Ministerio del Interior sobre la presencia de comunidades indígenas en el área de influencia de la presa. 

EL NUEVO DÍA: Las comunidades se están quejando y expresan su preocupación por las inundaciones que se siguen registrando en veredas aledañas a la presa Corea. Atribuyen que la estructura terminó alterando la dinámica y cauce del río Cucuana.

Carlos Alberto Rojas: La presa lo que hace es interceptar la corriente para desviar el agua hacia nuestra bocatoma. Digamos que decir que tiene un efecto de crear un doble cauce pues no lo veo tan claro, porque es un cauce que está totalmente definido, el río Cucuana es bastante viejo, para decir que no está definido el cauce y que se está echando para un lado o para el otro.

Esas playas que se hacen en la parte de arriba, es normal entre los cauces y dinámica fluvial, no hay un cauce definitivamente establecido sino que puede estar en algunos de los dos lados, tanto así que habían estaciones del Ideam y tuvieron que recogerlas porque quedaron en lo seco. No se puede decir eso, que fue producto de la presa, la que hizo que el río se fuera para la otra orilla.

Lo que ha venido sucediendo en los últimos días tiene que ver con las fuertes precipitaciones que se han dado en la región, Espinal también ha sido objeto de inundaciones, porque han caído 150 milímetros de precipitación en un tiempo muy corto, la concentración de esas aguas producen un colapso de todo, de los drenajes, de las obras que evacuan el agua, de todo el sistema que se tiene de infraestructura en el distrito relacionado con las aguas drenadas.

Ahora, esa presa la construyó el Inat (Instituto Nacional de Adecuación de Tierras), no fue Usocoello, fue el Estado colombiano, al momento que se construyó tuvieron en cuenta las aguas que se iban a inundar en su momento y se pagaron esas áreas que se iban a inundar, se dio dinero a los habitantes aledaños al río, porque se sabía perfectamente que el afluente iba a inundar esas zonas, ¿qué pasó?, posteriormente los habitantes volvieron a los sitios que el Estado había pagado, a cultivar nuevamente y a establecer viviendas al lado del río.

Es una situación compleja en donde se tiene que revisar todos los aspectos que han tenido que ver con esa problemática. He estado muy atento a la situación que se ha presentado allá, hemos colaborado con el tema de las vías, con algunas cosas, estamos trabajando con las comunidades, mirando cómo podemos colaborar y ayudar en algo, en lo que tiene que ver con lo que está sucediendo.

E.N.D.: Y de la lista de acciones de mitigación dictada por Cortolima hace algunos años, ¿el distrito qué ha adelantado?

C.A.R.: De esas acciones ya tenemos el permiso de ocupación de cauce para el desocupado del vaso, Cortolima lo expidió en abril y estamos en el proceso de socialización con las comunidades y esperando que los niveles del río sean los adecuados para intervenir con maquinaria.

Los estudios ictiológicos para los peces ya se contrataron por parte de Usocoello, es un periodo de un año de estudios y un año para el repoblamiento íctico. De los limnígrafos para la medición de caudales derivados, ya colocamos tres y quedan pendientes dos.

E.N.D.: ¿El estudio de los peces, ya empezó?

C.A.R.: La primera etapa es de reconocimiento y demás, la segunda y tercera es el repoblamiento como tal. Actualmente, estamos en el primer año.

E.N.D.: Un reclamo frecuente es que el diseño de la estructura de la presa no les permite a los peces saltar sobre la misma…

C.A.R.: Ahí se ordenó una escalera, para que los peces suban sobre ella, pero hasta tanto no se hagan los estudios que determinen por donde suben los peces, no se puede construir, esa fue una decisión que se tomó con el Procurador y el director anterior de Cortolima.

E.N.D.: En el tema de limpieza del vaso, ¿cuánto tiempo puede durar el proceso y qué pasará con el material que se extraiga, hacia dónde lo van a dirigir?

C.A.R: Hay un sitio de depósito que fue autorizado por Cortolima, no puedo decir cuánto tiempo puede llevar el desocupado del vaso, porque eso depende de las condiciones climáticas para adelantar del trabajo.

Hay un material que vamos a soltar, se van abrir compuertas y va ir aguas abajo de la presa a través del agua, pero si hay otro que vamos a sacar con maquinaria y ya hay dos sitios de depósitos autorizados por la Corporación.

E.N.D.: Finalmente, tuvimos conocimiento que hay una comunidad específica, Guavio El Flautillo, que iniciaron acciones, recientemente tuvieron una respuesta de la Fiscalía y la autoridad ambiental adelantó una visita. ¿Ustedes han sido notificados de estos procesos formalmente?

C.A.R.: No, ellos nos enviaron un derecho de petición con un abogado en representación de la comunidad indígena de Flautillo, y nosotros estamos haciendo las consultas ante el Ministerio del Interior para que se nos determine si efectivamente en la zona donde está construida la presa hay comunidades indígenas asentadas.

DATO

Además de la extracción de material de arrastre, el distrito tendrá que sembrar 250 árboles de especies nativas a modo de compensación y deberá hacer mantenimiento por tres años de los mismos. Entre las especies sugeridas están  el samán, iguá, gualanday y cámbulo. 

DATO

La intervención a la presa se hará por sectores, en total son cuatro que incluye las dos márgenes del afluente y el centro del vaso.

DATO

$900 millones, es el valor aproximado del desocupado y limpieza del vaso de la presa.