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En medio de los registros de contagio que deja diariamente el Covid–19, existe una especial preocupación por las gestantes, teniendo en cuenta que en el primer semestre de 2021 los casos de morbilidad materna extrema aumentaron considerablemente en comparación con el 2020.
La ginecóloga obstetra Sofía Cifuentes, es actualmente la coordinadora de la Sala de Partos y la Unidad de Cuidados Intensivos Obstétrico del hospital Federico Lleras Acosta, ella ha visto pasar por allí a decenas de mujeres con diferentes complicaciones, que se aferran a la vida para salvar la de sus bebés.
“Desde enero hemos tenido aproximadamente 50 mujeres embarazadas infectadas por Covid–19 y de estas, 20 estuvieron en estado crítico, muy graves que han necesitado unidad de cuidado intensivo, (hace dos semanas) tuvimos ocho al tiempo en la unidad”, contó.
Lamentablemente las estadísticas también incluyen una mortalidad materna que ocurrió en enero.
Hasta el jueves anterior había tres maternas hospitalizadas, dos de ellas tenían una neumonía moderada que no requería cuidado crítico.
Algunos expertos explican que en general toda la humanidad está expuesta al nuevo coronavirus, pero con las gestantes hay altos riesgos, teniendo en cuenta los cambios propios que ocurren durante los nueve meses.
Según Cifuentes, las embarazadas hacen un mayor esfuerzo respiratorio, tienen “unos volúmenes pulmonares disminuidos, una capacidad disminuida, todo esto hace que presenten mayores complicaciones”.
Asimismo, están expuestas a formación de trombos, lo que genera mayores riesgos de mortalidad para ella y el bebé, en ocasiones las complicaciones son tan altas que se debe desembarazar antes de tiempo.
En cuanto a los índices de morbilidad materna extrema, que es el momento en que la mujer estuvo a punto de fallecer pero sobrevivió a una complicación, se tiene que durante el 2020 se registraron 224 casos y a corte del 30 de junio de 2021, ya se cuenta 250.
Sufrimiento fetal
Por su parte, Juan Pablo Escobar Tovar, médico Pediatra, especialista en Enfermedades Infecciosas, explicó que el feto en formación o el recién nacido, también siente los efectos del virus, “recuerden que el Covid–19, produce un estado de hipoxemia general, que es falta de oxígeno en los tejidos, también va a afectar al bebé”.
Dicha situación conlleva a partos pretérmino, es decir, entre la semana 22 y 36, tiempo en el que el recién nacido se considera inmaduro, pues las semanas de gestación son entre 37 y 40.
“Se han sacado pacientes de 28, 29 y 30 semanas, que los llevan a múltiples comorbilidades per se, de la inmadurez fetal, pero adicionalmente a esto, como están sufriendo en el vientre materno y les está faltando oxígeno, se producen una serie de complicaciones en todo el sistema del recién nacido”.
En este punto hay una mayor probabilidad de muerte y si el bebé sobrevive, se genera una alta probabilidad de complicaciones o de secuelas, “especialmente neurológicas, por esos estados de falta de oxígeno que tienen, entonces es una problemática muy difícil que afecta a la materna, es una enfermedad de salud pública que va a afectar a los recién nacidos”, precisó el Especialista.
Por su parte, la ginecóloga obstetra Sofía Cifuentes, agregó que al no llegarle suficiente oxígeno al vientre se genera un retraso en el crecimiento, igualmente, se produce un sufrimiento fetal por lo que se debe adelantar el parto.
“Entonces los niños están falleciendo por prematurez extrema, porque pasa toda esta respuesta inflamatoria de la mamá hacia el bebé, esta enfermedad que es de la madre realmente está afectando al hijo”.
Se estima que durante este primer semestre del año, se cuentan cinco bebés fallecidos por prematurez y por la infección de Covid–19, que le fue transmitida por su progenitora.
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