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La exalcaldesa de Dolores, Mercedes Ibarra Vargas, adelanta actualmente un proceso ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, para lograr que el municipio sea reconocido como víctima, en el conflicto armado que existió entre las antiguas guerrillas de las Farc y el Estado, pues considera que esta población, al igual que, el suroriente del Tolima quedó relegada por el Gobierno nacional tras las negociaciones de los Acuerdos de Paz.
“Nos dejaron por fuera de todo, Dolores ni los otros municipios aparecen para nada y eso ha perjudicado muchísimo”, comentó.
Recordó que en 1999 y 2002 se registraron dos ‘tomas guerrilleras’, que dejaron casi destruido el casco urbano. “El 17 de julio de 2002 yo era la alcaldesa, eso fue muy duro, en Dolores se vivía la barbarie por parte de los insurgentes de las Farc”, comentó.
Por ello, agregó que no comprende porque se desconocieron dichas situaciones que golpearon esta parte del departamento, “es una región muy afectada y olvidada en todo sentido, realmente somos el olvido que seremos”.
Y es que no eran tiempos fáciles, pues el municipio no se había terminado de recuperar de la ‘toma’ del 19 de noviembre de 1999, cuando los habitantes volvieron a sufrir un nuevo golpe por parte del Frente 25 de las antiguas Farc, adscrita a la entonces columna móvil ‘Teófilo Forero’.
“Recibí un municipio totalmente devastado, la poca economía había que realizarla en Purificación y Espinal. Se suma la toma de 2002, acabaron con el Palacio Municipal, destruyeron tres manzanas y la cooperativa de caficultores”.
Ibarra Vargas mencionó que en medio de las dificultades, logró dejar al municipio bien financieramente, asimismo, dijo que con el apoyo del entonces presidente Álvaro Uribe, pudo regresar la Fuerza Pública y generar seguridad democrática.
“El suroriente está huérfano políticamente”
Otro de los cuestionamientos de la exmandataria estuvo sobre la reciente crisis que vivieron las comunidades por el mal estado de la vía Prado – Dolores – Alpujarra, indicó que estuvo esperando a que la clase dirigente de la región emprendiera acciones de forma ágil, pero la problemática a la final duró varios meses.
Tras adelantar las indagaciones correspondientes, desde Presidencia de la República le informaron que se habían asignado $25 mil millones para dicho corredor, “sé que han avanzado muy poquito, esta es una tarea grande que tenemos que continuar, porque esta es una región totalmente abandonada, (...)
“El suroriente está huérfano políticamente, no hay quien hable y mucho menos por Dolores, los alcaldes brillan por su ausencia”, expresó.
Pero las críticas de Ibarra Vargas fueron más allá, pues señaló que debido a la poca gestión de los mandatarios que estuvieron en la época, en que se negociaron los acuerdos entre Gobierno nacional y las desaparecidas Farc, hoy el Tolima solo tiene cuatro municipios priorizados para invertir en el marco del posconflicto, quedando por fuera poblaciones como Dolores.
“Durante el proceso de paz (parece que) no hubiese habido gobernadores del Tolima, como es Luis Carlos Delgado, Óscar Barreto, los representantes (a la Cámara) que habían para la época de los hechos, que aún hoy siguen como Miguel Barreto, José Helver ‘Choco’ (Hernández), (Ángel María) Gaitán, (Jaime) Yepes, una cantidad de parásitos lo llamo yo, porque no han hecho nada por la región, pero sí en época de elecciones van a buscar, debería darles vergüenza, no hicieron nada ahora por la carretera Prado – Dolores – Alpujarra.
“El pueblo tiene que pellizcarse, exigir y tiene que mirar personas que realmente quieran trabajar por los problemas de la región”.
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