Ibagué: más empleo, pero precario

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
El desempleo en la Ciudad Musical disminuyó de 19.7 a 15.7 por ciento, entre enero de 2011 y 2012.

La disminución del desempleo en Ibagué en cuatro puntos porcentuales, al pasar de 19.7 a 15.7 entre enero de 2011 y 2012, que a pesar de ubicarnos como la quinta ciudad con mayor tasa de desocupación, nos deja un poco lejos de la media de la tasa de desempleo, de las 23 ciudades de la muestra del Dane, que es del 12.7 por ciento y del valor mínimo que es del 7.8 por ciento en Barranquilla (ciudad con menor índice de desempleo).

Una rápida estimación del esfuerzo que tendría que realizar la capital del Tolima para llevar su tasa de desempleo al promedio de las 23 ciudades, indica que se debe generar nueve mil 297 nuevas ocupaciones; ello, siempre y cuando, permanezcan las condiciones que presionan actualmente el mercado laboral, por ejemplo, la tasa global de participación se mantenga constante.

El quinto lugar en la lista del desempleo, se explica, en parte, por las dificultades del mercado laboral de las cuatro ciudades que preceden a Ibagué.

Quibdó enfrenta unas condiciones por todos conocidas; Popayán vive la crisis de todo el occidente colombiano; Pereira, adicionalmente, afronta la crisis de la remesas provenientes de España y del cultivo del café, y Cúcuta, soporta los cambios generados en la cíclica relación comercial con Venezuela.

Aunque son alentadoras las cifras de desempleo para Ibagué, infortunadamente las mismas esconden múltiples elementos y relaciones entre ellas, que van desde los comportamientos demográficos y sociológicos que se expresan en la tasa global de participación o número de personas que buscan empleo, hasta el ritmo y tipo de ocupación que se está generando.

No es lo mismo en términos de sostenibilidad y de equidad la situación de una economía local que finca su esfuerzo en el crecimiento del empleo estable y digno, vinculado posiblemente a sectores de alta productividad como es el caso de la industria a otra que ve crecer su ocupación sustentada en actividades de baja productividad, con ocupaciones inestables y en general, identificadas como precarias o empleo basura.

El estudio
Desde el Observatorio del Empleo y Recursos Humanos del Tolima (OET) se sostiene como hipótesis que la persistencia y alta tasa de desempleo en Ibagué se asocia con los altos niveles de precarización de nuestro mercado laboral, es decir, pésima calidad del empleo generado.

Lo anterior implica una sobrepresión por el lado de la oferta, esto significa que los llamados miembros secundarios del hogar se ven obligados a vincularse a cualquier tipo de actividad remunerada o no.

En otras palabras, los ingresos del jefe no alcanzan y la cónyuge, los hijos y los otros miembros del hogar tienen que salir a presionar el mercado laboral.

Las cifras de la coyuntura laboral parecen darle la razón a esta hipótesis. La ocupación en Ibagué crece de forma tal que es capaz de absorber el crecimiento de las nuevas personas que entran al mercado laboral y de disminuir el desempleo ya existente.

De hecho se generan 25 mil nuevas ocupaciones entre enero de 2011-2012, que permiten vincular las 17 mil nuevas personas que entran al mercado laboral y a ocho mil personas que estaban en el desempleo o cesantes.

La tasa de ocupación de 60.6 por ciento a enero de 2012, es la más alta en los tres últimos años en la Ciudad Musical. No es entonces, en principio, que no se esté generando empleo en Ibagué, el problema es qué tipo de empleo se crea.

Una mirada rápida a las cifras del Dane permite señalar que el empleo creado se asocia con las categorías ocupacionales más informalizadas y precarizadas.

De las 25 mil nuevas ocupaciones ya señaladas, 13 mil son por cuenta propia y cinco mil trabajador familiar sin y con remuneración.

En el caso de la primera categoría, se trata de la vieja estrategia de acampar en el rebusque y en la segunda, es el crecimiento de una categoría ocupacional que difícilmente se puede señalar como tal.

Por lo general, se trata del niño, niña o joven que le colabora al familiar más cercano, por ejemplo, en los oficios del hogar o en la pequeña tienda de barrio, por algunas pocas horas a la semana, a cambio de la comida o lo del transporte.

Por rama de actividad, el comercio genera el 84 por ciento de la nueva ocupación en la ciudad. La industria, por su parte, contribuye con cinco mil nuevos empleos, que se esperaría son formales y dignos; ello gracias al buen momento por el que atraviesa la industria nacional y que repercute en el nivel local.

De todas maneras el debate sobre el empleo sigue vigente en Ibagué. ¿Cómo bajar las altas y persistentes tasas de desocupación y cómo generar empleo digno y estable que permita romperle el espinazo al círculo vicio desempleo?

Temas como este serán tratados en un evento académico que se realizará en la Universidad del Tolima el próximo 15 de marzo, donde se socializará, a la comunidad en general, los resultados del estudio elaborado por el equipo del OET, ‘Análisis de la estructura económica del Tolima y del mercado laboral en Ibagué: 2005-2011’, financiado por el Ministerio del Trabajo, DPS y el Pnud.

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