En la discusión del Plan Nacional de Desarrollo por parte de las comisiones económicas conjuntas del Congreso, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, afirmó que “el pronóstico del Gobierno de crecimiento de la economía en el próximo cuatrienio es entre cuatro y cinco por ciento ascendente: 4.2 por ciento en 2015; 4.3 por ciento en 2016; 4.5 por ciento en 2017; y cinco por ciento en 2018”.

Estas proyecciones son acordes con el promedio del crecimiento “potencial” del país, pero específicamente para este año va en contravía de lo que hacen otros economistas: reducir su expectativa de crecimiento por debajo del cuatro por ciento.

El primero en hacerlo en la tercera semana de enero fue el gremio de los banqueros (Asobancaria) al ajustar su proyección de avance del Producto Interno Bruto (PIB) en un rango entre 3.5 y 4.1 por ciento, con un pronóstico central de 3.8 por ciento.

Una semana después salió el Fondo Monetario Internacional (FMI) a recortar sus proyecciones para la mayorías de las economías en el mundo, entre ellas la colombiana también con una perspectiva del 3.8 por ciento.

El siguiente en la lista fue el Banco de la República el 30 de enero, al revelar que el equipo técnico redujo el rango a un intervalo entre dos y cuatro por ciento, con 3.6 por ciento como cifra más probable.

“Dicha estimación más factible tiene en cuenta una caída en el ingreso nacional y una menor financiación externa, las cuales podrían generar una moderación del gasto, especialmente por un menor nivel de inversión privada”, agregó la entidad.

Después los principales centros de pensamiento económico del país, Fedesarrollo y Anif, sacaron el borrador y afinaron el lápiz para ajustar sus proyecciones a 3.5 y 3.8 por ciento, respectivamente.

Las razones de la reducción

El exdirector del Departamento Nacional de Planeación y hoy presidente de la Cámara de Comercio de Cali, Esteban Piedrahita, estima que la economía crecerá 3.8 por ciento este año.

“Pienso que los crecimientos del cuatrienio estarán más en la franja 3.5-4.5 por ciento, cuando la del Gobierno está entre 4-5 por ciento.

“La razón principal es el deterioro de los términos de intercambio, sobre todo por la caída del precio del petróleo que no creo que se reversará en forma importante durante el cuatrienio”, explicó.

El presidente de Celsia, Juan Guillermo Londoño, dice que, “las condiciones macroeconómicas del país dan para crecer al cuatro por ciento este año”.

El presidente del gremio de los agricultores (SAC), Rafael Mejía, afirma que el Gobierno es “optimista”. Advierte que si no toman las acciones inmediatas (tributarias, financiamiento, asistencia técnica, entre otras), los pronósticos no serán posibles para los sectores industrial y agropecuario.

Para el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, Ramón Javier Mesa, el avance del PIB estará entre 3.5 y cuatro por ciento este año.

“El complejo panorama internacional, asociado con el precio del petróleo, incidirá sobre los pronósticos. No obstante, la expansión de la economía de los Estados Unidos y la devaluación pueden mitigar este impacto negativo”.