Concesionaria San Rafael S.A. se pronuncia

SUMINISTRADA CONCESIONARIA SAN RAFAEL - EL NUEVO DÍA
El ingeniero Ezequiel Romero Bertel, gerente de la Concesionaria San Rafael, informó sobre el avance en la construcción de bahías exclusivas para comerciantes y manifestó interés en la implementación de una cicloruta que conecte Ibagué con la inspección de Gualanday, para atraer y consolidar el turismo en la zona.

EL NUEVO DÍA: ¿Cuál es la problemática que exponen los habitantes de la inspección de Gualanday?

EZEQUIEL ROMERO BERTEL: Lo que manifiestan la comunidad y los comerciantes de la inspección, es que cuando comience a funcionar la segunda calzada, los usuarios de esta vía nacional no van a pasar por Gualanday. Como consecuencia de lo anterior los conductores y viajeros no continuarán comprando los productos propios de la zona, como mangos, achiras, quesos, entre otros.

Sin embargo, hay que acudir a los antecedentes del Proyecto, e informar como estaba concebido para su ejecución en el 2008, se trataba de un par vial. La vía ya construida funcionaría en dirección Bogotá – Ibagué, y la calzada existente de Gualanday operaría en el sentido Ibagué – Bogotá. Este planteamiento estaba determinado desde el año 2002.

Esta opción fue rechazada por los habitantes de Gualanday, pues su deseo, era que se conservara una vía en doble sentido, que les permitiera mantener las condiciones de movilidad y conectividad, para que no se afectaran los desplazamientos a Ibagué y a El Espinal y tampoco se afectaran los movimientos propios de la vida diaria.

Desde el 2008, fuimos los primeros en comprender esas dificultades y convencidos de eso, llevábamos a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), en ese entonces INCO, esta situación, para buscar la solución que permitiera defender los intereses de la comunidad.

END: ¿Es cierto que la ANI propuso que la carretera existente funcionara de manera bidireccional tal como opera hoy?

ERB: Esta fue una exigencia de la comunidad de Gualanday, que en el 2010 la Agencia, consciente de esa problemática de movilidad, aceptó y acordó con la comunidad que la carretera funcionara en doble dirección.

Sin embargo, esa bidireccionalidad afectaba notablemente el flujo nacional ya que el descenso de la vía nacional por Gualanday, no cumple con especificaciones técnicas suficientes y se había convertido en un punto crítico de alta accidentalidad.

END: ¿Qué quiere decir cuando indica que la vía no cumple con las especificaciones técnicas?

ERB: Las especificaciones técnicas de las carreteras, están regladas en Manuales del INVIAS y son unas normas de obligatorio cumplimiento. Entre ellas, se encuentran que las vías que se construyen en este país, deben tener una pendiente máxima del siete por ciento y en Gualanday existen repechos con pendientes del 18 por ciento.

Asimismo, está determinada la distancia de visibilidad, la cual debe ser superior a un rango que está asociado a la velocidad. En la carretera de Gualanday esta condición no se cumple.

Con respecto a los radios de giro, una curva de un radio de giro pequeño genera una fuerza centrífuga superior al conductor que siente que literalmente el carro se sale de la vía, esto se contrarresta construyendo curvas con radios superiores, como los de las variantes construidas por la Concesionaria San Rafael, de reconocimiento nacional.

Aprovecho para manifestar que de los 190 kilómetros de carretera que nosotros administramos, las curvas de Gualanday presentan el mayor número de accidentes y las causas principales son los radios de giro pequeños y las altas pendientes, sobre todo para el tráfico descendente.

Hay una última especificación asociada a las anteriores y es la velocidad de operación. En las carreteras nuevas esa velocidad es de 80 kilómetros por hora. En Gualanday a duras penas, se puede transitar a 30 kilómetros por hora.

END: ¿Es decir que la decisión de la ANI de construir un segundo puente, es la más acertada?

ERB: No había ninguna manera de llevar a cabo una rectificación de la carretera existente, que permitiera transformarla al sistema vial moderno, dadas las condiciones topográficas del terreno, por tanto construir un segundo puente era la única solución en términos de ingeniería.

Debe tenerse en cuenta que en el 2007 cuando se concibió el contrato de Concesión que permitió el inicio de las obras que efectúo la Concesionaria San Rafael, la realidad económica y la concepción que había del país era otra. Tímidamente en ese año se establecieron una serie de concesiones, denominadas de tercera generación.

Después a partir de 2010 el país se convenció de que era necesario hacer inversiones en carreteras e infraestructura vial, para garantizar que Colombia se mantuviera en un ritmo de crecimiento aceptable.

El Ministerio de Transporte, adoptó varias decisiones, siendo las más significativas la creación de la Agencia Nacional de Infraestructura - ANI y el establecimiento del programa de cuarta generación de concesiones conocido como 4G.

Este es un programa ambicioso, con el cual el gobierno nacional pretende construir los ejes viales principales en doble calzada y Bogotá – Buenaventura es el eje de comercio más importante del territorio nacional. El eje Bogotá – Buenaventura hace dos siglos pasa por Gualanday.

Así las cosas, construir este puente con la Concesionaria o sin ella, era y sigue siendo una prioridad de la Nación, que tiene un interés general por modernizar la infraestructura de puertos, aeropuertos y carreteras.

END: ¿Qué se podría hacer para que ese interés general no afecte a las comunidades?

ERB: Estamos ejecutando un contrato de concesión para lograr un fin estatal. Sin embargo, es tan consciente la ANI de que estas problemáticas se presentan, que en todos los contratos que ejecuta existe un grupo de gestión social, encargado de desarrollar programas que apoyen y beneficien a las comunidades en las zonas de influencia del Proyecto.

Todos los habitantes de Gualanday conocen la Sicóloga, Coordinadora del Plan de Gestión Social de la Concesionaria. Conocemos las problemáticas, participamos, hacemos acercamientos, apoyamos, y ayudamos a gestionar soluciones, pero no tenemos responsabilidades más allá de las establecidas tácitamente en el contrato.

END: ¿Es cierto que existen unos compromisos de la Concesionaria pendientes, que habían sido acordados con la comunidad y que no se han cumplido?

ERB: No es cierto. En la actualidad la información de estos contratos es pública y está al alcance de todos los ciudadanos. Algunos líderes leyendo la Licencia Ambiental encontraron que existe una disposición legal de hacer inversiones por un valor correspondiente al uno por ciento del valor de la obra. Sin embargo, estos recursos del uno por ciento no se invierten, en hospitales, ni parques, ni escuelas, ni cementerios, ni vías y mucho menos en canchas deportivas. De acuerdo con la Ley, esos dineros solo pueden ser destinados, única y exclusivamente en la protección del recurso hídrico y por ese motivo quien establece como se llevan a cabo esas inversiones es la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima. Así está reglamentado en la Ley, no es un capricho de la Concesionaria.

Con Cortolima estamos comprometidos en desarrollar unos programas específicos, que incluyen la adquisición de tierras en la cuenca alta del río Coello y del rio Combeima, la ejecución de actividades de reforestación en los afluentes del río Coello y la implementación del programa de reforestación de cuencas varias de Ibagué. De tal manera que no tenemos compromisos pendientes. En este sentido queremos recalcar que la Concesionaria San Rafael ha sido reconocida nacional e internacionalmente por los programas de reforestación. Esa realidad la pueden disfrutar los usuarios diariamente y no estamos hablando de espejismos. Y es completamente falso que tengamos una deuda de diez mil millones como lo pregona irresponsablemente un veedor de la comunidad.

END: ¿Que podría proponer la Concesionaria para mitigar la problemática que plantean los habitantes de Gualanday?

ERB: Uno escucha la historia de que el presidente tolimense Darío Echandía se bañaba en las aguas de la quebrada Gualanday hace unas décadas y amigos en esta vida nos han compartido sus experiencias de los paseos a la quebrada donde disfrutaban de piquetes dominicales. Desde antes de iniciar las primeras obras de la Concesionaria San Rafael esas dos realidades, eran hechos pasados, porque en ninguna de las evaluaciones socioeconómicas que llevamos a cabo pudimos percibir, ni cuantificar tales realidades.

Para recuperar algo de ese pasado, se debe establecer un programa para lograr la recuperación del afluente. Porque el agua no tiene la calidad curativa que decían tenía en el pasado, sino que más bien se ha convertido en una vía de evacuación de aguas negras, los charcos se deformaron por la dinámica de las crecientes y las playas desaparecieron. Todo este se dio antes del 2008 que fue el año de nuestra llegada.

La concesionaria San Rafael ha mostrado su interés en poner de su parte maquinaria y materiales, para ayudar a la recuperación de la quebrada. Para eso se deben controlar el vertimiento de aguas negras a la quebrada y recuperar morfológicamente las rocas y las playas. Esta es una actividad que se debe concertar por la misma comunidad con Cortolima, y que requiere permisos de ocupación temporal del cauce.

No se puede meter una máquina en el río sin el visto bueno de Cortolima, y esta entidad no puede dar un aval, si no se le presenta por lo menos una necesidad y unos compromisos de la comunidad, ya que pareciera que no todos los habitantes, tienen las mismas pretensiones. Mientras el sector turístico informal se inclina por un turismo alrededor de la quebrada, los vendedores solo les interesan como mantener su actividad.

END: A propósito de los vendedores y los comerciantes ¿Ellos son los que más se quejan de esta situación?

ERB: Sí indudablemente esto es cierto. Pero por otro lado existen muchos habitantes que están satisfechos porque se va a alejar el tráfico y con ello el ruido que producen las tractomulas que pitan en la noche; los conductores que pasan en su vehículo a 120 kilómetros por hora con música a alto volumen, porque no todos los habitantes de Gualanday son vendedores.

END: Pero para los comerciantes ¿Qué proponen?

ERB: la Concesionaria San Rafael se comprometió a construir unas bahías de parqueo para que los vendedores desplacen su actividad informal, en mejores condiciones de seguridad en el nuevo trazado de la vía, esas bahías paralelas ya se están construyendo y no es responsabilidad de la ANI, ni de la Concesionaria construir locales comerciales, como lo interpretan algunos comerciantes.

END: ¿Ellos conocen esta iniciativa?

ERB: Si claro que la conocen, y ese compromiso, que no es un asunto contractual, demuestra nuestra buena voluntad. Hace un par de años dijimos que las tendríamos listas cuando termináramos la construcción de la segunda calzada y en eso estamos, ya las estamos construyendo.

Aquí quisiéramos resaltar que la segunda calzada de Gualanday contractualmente se pondrá en servicio al público en agosto de 2019 y no en diciembre de este año, como soslayan los convocantes a las manifestaciones y movimientos tendientes a impedir la culminación de las obras.

END: Además de estas, ¿Qué otras alternativas se proponen?

ERB: En una reunión reciente, el ingeniero Ernesto Cuero Portela, alcalde de Coello, y el alcalde de Ibagué, el doctor Guillermo Alfonso Jaramillo, se planteó la posibilidad de unir la cicloruta que construyó la Concesionaria San Rafael hasta Buenos Aires con Gualanday.

El doctor Jaramillo le expresó al Ministro de Transporte el interés que tiene Ibagué de tomar partes del corredor férreo para construir ciclorutas. Esta es una iniciativa de admirar y la Concesionaria estaría dispuesta a colaborar con la incitativa, como lo ha hecho en muchas ocasiones en Gualanday, en Ibagué y en los demás municipios de influencia.

La mejor muestra que no somos ajenos a las bondades de la ciclorruta fue que en el 2010, pusimos en funcionamiento veinticinco kilómetros de ciclorutas nuevas, completamente independientes al trazado de la vía. Esta idea del Doctor Jaramillo, debe materializarse en un futuro cercano.

Imagínese un domingo, en la vía de Gualanday, sin tráfico, haciendo deporte, disfrutando del paisaje, compartiendo en familia y contando con una cicloruta desde Ibagué, por todo el trazado de la carretera nacional, tomando la vía férrea y permitiéndole disfrutar de los productos del Tolima y darse un baño en una quebrada limpia de aguas naturales.

Estamos dispuestos a hacer realidad esa idea del doctor Jaramillo, una vez terminemos la segunda calzada. Porque mientras haya tráfico nacional subiendo por la vía existente, no se puede plantear, porque sería inseguro. Además, con la idea de la cicloruta deberán venir otras iniciativas.

Está por ejemplo, organizar y formalizar la atención al público y la calidad de lo que se ofrece, en este sentido hemos trabajado de la mano del SENA en la capacitación de algunos comerciantes de Gualanday, en la mejora del servicio al cliente, mejorar las prácticas en la manipulación de alimentos y producción en condiciones higiénicas. De esto tenemos actas firmadas y no estamos hablando de supuestos.

Por otro lado los comerciantes de Gualanday respetuosamente no solamente debieran vender mangos. Conservas, salsas y adobos pueden prepararse fácilmente con esta deliciosa fruta sin que esto implique procedimientos industriales complejos.

En conclusión, en materia de turismo, a los visitantes que lleguen a Gualanday hay que presentarles un entorno natural, amable, deportivo y lleno de sabores, como el que conoció el doctor Echandía, pero para alcanzar ese propósito no solo se requiere de la participación de la Concesionaria San Rafael y de la ANI. En este propósito debe participar Cortolima, la alcaldía de Ibague, la alcaldía de Coello, la Gobernación del Tolima y otras organizaciones como Tolipaz que por solicitud nuestra nos acompaña en el compromiso de mantener la armonía y el respeto en la relación con la comunidad.

Credito
EL NUEVO DÍA

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