Por eso, dentro de la industria se habla de al menos nueve subcategorías: medios de pagos y canales electrónicos, infraestructura para entidades financieras, crédito digital, soluciones financieras para empresas, finanzas personales y gestión patrimonial, trading y mercados, crowdfunding, insurtech y criptoactivos y blockchain.

Opción para las mipymes

Para las micro, pequeñas y medianas empresas, mipymes, que en 2020 vivieron un año plagado de retos que dejó a más de 37.000 de ellas fuera del mercado, las fintech se convierten en una alternativa. Una de las razones principales, es que las entidades financieras tradicionales disminuyeron su disposición a prestar dinero.

Héctor Aponte, director de producto de Aliatu, plataforma fintech que le presta a las mipymes del país, dijo, “a diferencia de la banca tradicional, mantuvimos nuestros niveles de riesgo y nuestro modelo flexible de aprobación, con lo cual mantuvimos las puertas abiertas cuando las mipymes más lo necesitaban”.

Por su parte, Daniel Materón, CEO de RapiCredit, señaló que el crédito empieza a tener un rol importante, ya que  es el mecanismo clave que respalda a quienes están en condiciones desfavorables. “Converger en un trabajo de inclusión mediante un préstamo con un proceso eficiente de operación online es una manera para que la economía tome su curso; entendemos la necesidad de hacerlo fácil y rápido”.

Claves en el crédito digital

Para que un negocio sea aprobado por una fintech, hay tres puntos claves: que tenga un buen nivel de formalidad; que la información que entregue sea actualizada y veraz; y que el uso de los recursos tenga un fin productivo que ayude a crecer la empresa.

En el mercado fintech hay distintos productos de financiación, que varían en su modelo, en los montos, las formas de pago y los beneficios adicionales, con préstamos que pueden ir desde los $5.000.000 hasta los $500.000.000.

Aplicar, cuenta Aponte para el caso de Aliatu, “es tan simple como completar un formulario en línea, subir unos pocos documentos y hacer una entrevista antes de la aprobación, proceso que generalmente toma menos de 72 horas”.

Se puede aplicar en cualquier horario desde un computador y recibir respuesta en cuestión de horas, sumado a la disminución en los requisitos para la solicitud y de la velocidad general de los procesos.