De los miembros de la Junta, cinco votaron a favor de mantener la tasa en 1,75 % y dos por incrementarla en 25 puntos básicos.

El gerente del Emisor, Leonardo Villar, explicó que esta decisión se tomó teniendo en cuenta que la tendencia de crecimiento de la economía colombiana retornó, luego de que diezmaron los efectos de los bloqueos que afectaron la actividad en medio de la coyuntura del paro nacional.

En ese sentido, la junta también revisó al alza su pronóstico de crecimiento para 2021, pasando de 6,5 % a 7,5 %.

“Sin embargo, la brecha del producto permanece negativa y se mantienen excesos de capacidad en la economía, como lo reflejan las cifras del mercado laboral, en un contexto de alta incertidumbre”, anotó Villar.

En cuanto a la inflación, se resaltó que el indicador de precios ha aumentado desde 2 % en el primer trimestre a 3,63 % en junio. Sin embargo, se explicó que la inflación sin alimentos ni regulados continuó en un nivel bajo de 1,87 %.

“Algunas de estas presiones inflacionarias podrían tener persistencia en el contexto de una economía que continúa recuperándose y reduciendo sus excesos de capacidad, afectando las expectativas de inflación”, dijo Villar.

Por otro lado, la Junta destacó que, si bien la economía global se ha afianzado conforme avanza la vacunación, las nuevas cepas del virus representan un riesgo significativo de deterioro de la economía internacional.

Además, el equipo técnico del Emisor estima que el déficit de cuenta corriente aumentaría de 3,4 % del PIB en 2020, a 4,5 % en 2021 y a 4,3 % en 2022. La proyección estaría explicada por la expectativa de que repunte el consumo de los hogares y la inversión.

“La moderación del déficit de cuenta corriente a partir de 2022 sería coherente con la implementación de la reforma fiscal recientemente presentada por el Gobierno”, explicó Villar.