Sus familiares aseguran que al hombre no se el otorgó la atención médica a tiempo, lo cual contribuyó a que su estado empeorara.

El hoy occiso, empezó a sentir malestares desde el pasado domingo, pero hasta el martes sufrió un decaimiento en su salud, tanto que sus familiares tuvieron que ir a recogerlo a la Dorada, Caldas, donde trabajaba como conductor de vehículos de carga.

Milena Méndez, cuñada de Lizarralde, manifiesta que al ver el estado de su familiar, decidió llevarlo a urgencias aunque, “me dijo, no me lleven al seguro porque allá me muero esa atención es pésima; yo me negué, y le dije vayámonos porque usted está muy mal, y preciso, 24 horas después murió”

La familiar asegura que ellos llegaron el martes a las 3:20 de la tarde a Saludcoop, pero le dijeron que tenía que esperar porque había pacientes desde las 10 de la mañana, pero logró que un médico lo revisara, quien les dijo que su caso era de generalidad tipo tres, que no era tan urgente.

Al ver los familiares que el tiempo transcurría y no pasaba nada, lo llevaron a Medicádiz, donde le colocaron suero y lo hidrataron, pero al examinarlo, informaron que tenía las plaquetas en 55 mil, lo cual lo hacía propenso a una hemorragia, por eso recomendaron llevarlo de nuevo a la EPS.

Cuando llegaron de nuevo a Saludcoop, comentaron lo dicho en el otro centro asistencial, pero no le brindaron la atención inmediata y se vieron en la necesidad de buscar al Coordinador de Urgencias, quien aceptó la gravedad y lo atendieron.

Los exámenes que le tomaron esa noche no pudieron ser vistos por los familiares ya que hubo fallas en el sistema, entonces lo dejaron en observación

Al día siguiente sufrió cuatro paros cardíacos. La familia atribuye su debilitamiento y muerte a la demora en la atención, manifestando que su pariente fue víctima del sistema de salud al igual que muchas otras personas.