EL NUEVO DÍA dialogó con uno de los investigadores del caso y se conoció que la génesis del macabro plan de Andrade, habría nacido por una deuda de al menos 200 millones de pesos que ella tenía con Zambrano.
Por lo anterior, contactó a Milton Francisco Parra Muñoz a quien le propuso el negocio de vender un cupo falso para taxi, y el comprador era Zambrano a quien le pidieron 85 millones de pesos.
Por la confianza que Zambrano le tenía a Andrade Ospina, él aceptó y entregó el efectivo sin imaginar que ese dinero sería usado para contratar a un sicario que lo eliminaría.
Parra Muñoz se encargó de ubicar a Manuel Illidge, apodado ‘El Costeño’; este último junto a otro ejecutaron el primer atentado el 7 de abril del año pasado en la calle 29 con carrera 12, en el callejón que une a la avenida Ambalá con el barrio Fenalco, donde lanzaron una granada contra la víctima y la esposa, y ambos sobrevivieron.
Pasados 20 días, Leidy Celemín contactó a Zamabrano y lo citó en el barrio Departamental, donde ejecutaron el segundo atentado y también sobrevivió.
Investigación
En el último intento por matar a Zambrano, el CTI obtuvo una huella en una moto abandonada por los sicarios y a través de ella lograron ubicar a tres personas que fueron capturadas.
Los primeros aprehendidos delataron a Lina Magali Andrade Ospina contra quien ordenaron su arresto por tentativa de homicidio agravado, tráfico y porte de armas de uso privativo y concierto para delinquir.
La mujer no aceptó los cargos y fue enviada la cárcel de Picaleña, donde están los otros integrantes de la banda.
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