Por la masacre Naya esperan ser imputados 72 sujetos dentro de la ley de Justicia y Paz.
Ayer, toda una historia se concentró en la sala Uno y en la sala 10 del Tribunal de Cundinamarca. Familiares de las víctimas, desplazados y toda una generación de personas que vivieron de cerca la masacre Naya, escucharon uno a uno los casos por los que más de 70 desmovilizados serán imputados.
El fiscal, con pruebas en mano, describió uno a uno los casos de homicidio que se registraron en la Semana Santa del año 2001. Sin embargo, EL NUEVO DÍA trae a colación la historia que enmarca y surge en Naya y el Bloque Calima.
De acuerdo con lo expuesto por el ente acusador, la comunidad Naya empezó a ser víctima de masacres, torturas, desplazamientos y demás inhumanidades, desde mayo del 2000 cuando los frentes Farrallones y Pacífico empezaron a surgir como iniciativa de Carlos Castaño.
Según lo contó en su momento la Fiscalía 18 de Justicia y Paz, el Bloque Calima controló todo lo que en ese momento salía y entraba de El Naya. Con retenes en casi todas los sectores de esta población.
El portal de VerdadAbierta publicó que “en una de sus versiones libres, Elkin Casarrubia Posada, alias ‘El Cura’, jefe militar y segundo al mando del Bloque Calima, explicó que actuaron de esa manera contra la comunidad porque Carlos Castaño les había dado la orden de generar impacto y hacerse sentir cuando ingresaran por primera vez a una región para enviarles un mensaje a los colaboradores de la subversión”.
Cortaron sus manos para quedarse con las esposas
Este homicidio corresponde a la señora Gladys Trochez. “El día 9 de abril de 2001 aproximadamente a las 4:00 de la tarde, a la altura de la vereda Robles en el municipio de Buenos Aires, Cauca, unos hombres interceptan a Gladys y su padre”.
De acuerdo con algunas declaraciones, estos hombres esposaron a Gladys porque creían que era guerrillera del ELN. Según lo expuesto por el Fiscal, los paramilitares sacaron esta conclusión porque no portaba documentos.
Pese a los ruegos del padre, quien en ese momento estaba con ella y quien fue amenazado con un arma y obligado a seguir su camino, al día siguiente Gladys fue encontrada muerta en este mismo sector.
“Eran las 4:00 de la tarde cuando íbamos con mi hija, veníamos saliendo los dos en la vereda Robles cuando nos tocamos con un retén de paramilitares…nos preguntaron para dónde íbamos …ellos la cogieron, la metieron a una casa que quedaba por ahí y no me dejaron verla.
“(…) les dije en repetidas ocasiones que era mi hija pero me manifestaron que era una guerrillera porque llevaba la ropa mojada…no me creyeron y me dijeron que me fuera y que si me veían por allá me mataban”.
Al día siguiente, la madre de la occisa fue en busca de su hija pero una habitante del sector le dijo que a Gladys la habían matado al amanecer del día miércoles junto con un muchacho.
El 5 de octubre de 2011, en versiones libres colectiva, alias ‘El Cura’ contó que él cargaba unas esposas, “se las coloqué pero luego me fui, más tarde me llaman los muchachos a preguntarme que donde estaban las llaves de las esposas y les dije que se habían ido en el chaleco que portaba…les manifesté que las llaves no estaban y que el comandante Menchi iba a cortarle las manos a la china porque no iban a perder las esposas, yo les dije que sí, que hicieran eso”.
Otro postulado contó que ellos cargaban peinillas y machetes y fueron estos los objetos que utilizaron para quitarles las manos a Gladys.
En el Tribunal de Cundinamarca aún continúan las audiencias de formulación de cargos en contra de los paramilitares de los diferentes frentes.
Credito
EL NUEVO DÍA
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