De acuerdo con el anuncio, el Cnmh a través de su Dirección de Acuerdos de la Verdad, “ofrece al país nuevas herramientas que buscan aportar a la satisfacción del derecho a la verdad de las víctimas y de la sociedad a conocer, así como de las garantías de no repetición de graves crímenes”.

Este mecanismo es fruto de la labor de esta Dirección que, en los dos últimos años, recogió alrededor de cuatro mil relatos de personas desmovilizadas de los grupos paramilitares. Estos servirán para aportar al esclarecimiento histórico de la conformación, los modos de operación y el complejo proceso de Desmovilización y Reintegración de las estructuras paramilitares del país.

Las personas desmovilizadas que declaran ante la Dirección de Acuerdos de la Verdad, lo hacen cobijadas bajo la Ley 1424 de 2010 que incorpora este mecanismo, permitiendo los firmantes de los acuerdos con el Gobierno resuelvan su situación jurídica y culminen su proceso de reintegración.

El director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez, afirmó que “la exigencia de verdad está en lo más profundo de las expectativas que tiene la sociedad sobre lo que saben los desmovilizados, porque se asume que conocen unas verdades que ni el país ni las víctimas conocen”.

Adicionalmente, Álvaro Villarraga, jefe de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, resaltó que este mecanismo permitirá “esclarecer hechos del conflicto armado que llevaron a graves violaciones contra los derechos fundamentales de los colombianos en diferentes regiones del país”.

A partir de todos los testimonios recolectados, el Cnmh elabora una serie de informes que buscan dar cuenta de la realidad, de lo que fue la actuación de las distintas estructuras paramilitares, la violencia, las violaciones a los Derechos Humanos y las circunstancias que necesitan conocer las víctimas y la sociedad en general.

Con el fin de poner las declaraciones en contexto y certificar su veracidad, un equipo de investigadores del Cnmh se dedica a establecer el contexto de cada testimonio, líneas de tiempo de los acontecimientos y la cartografía respectiva para establecer de qué manera se conectan entre sí los hechos de violencia, los organigramas de los grupos y sus vínculos con el poder.

Basándose en la necesidad que tiene el país de incorporar todas las voces del conflicto armado para generar una memoria histórica más completa. Villarraga afirmó además que “tenemos previsto iniciar en el segundo semestre de este año, un proceso de recepción de contribuciones voluntarias”.