El desenlace que tengan las negociaciones que adelantan el Gobierno y las Farc en La Habana (Cuba), además de sellar la paz y ponerle fin a un conflicto de más de 50 años, marcarían la ruta de posibles escenarios para el país, esto, ante un eventual posconflicto.
Uno de los escenarios previsibles es la desmilitarización de la guerrilla a cambio de legitimidad política, situación a propósito de la cual la Misión de Observación Electoral (MOE), realizó un estudio de riesgo electoral.
En este se determinó la influencia de las Farc, en por lo menos 203 municipios del país, entre ellos, gran parte del sur del Tolima.
Las zonas
El informe se centró en tres zonas del país, en las que se diagnosticó una amplia presencia guerrillera: Frontera con Venezuela, en la que se incluyen Guajira, Cesar, Catatumbo, Arauca y Casanare. El Norte de Antioquia, que comprende el Urabá y el Pacifico. La última zona es el sur del país, en donde aparecen la Costa Pacífica, la Cordillera Central y el Sur Oriente colombiano.
En estos territorios, la MOE encontró que operan los bloques Caribe, Magdalena Medio y Oriental. En el Norte de Antioquía lo hacen los bloques Magdalena Medio e Iván Ríos, mientras que en el sur del país hacen mayor presencia los bloques Occidental, Central, Sur y Oriental.
En el Tolima
En el Tolima los municipios con mayor presencia guerrillera son Planadas, Rioblanco, Ataco, Chaparral, San Antonio, Coyaima, Roncesvalles, Rovira, Cajamarca y Valle de San Juan.
Contexto económico e institucional
De acuerdo con el análisis realizado por la MOE, en el Tolima predomina el indicador de un Estado con presencia media, al contraste de altos niveles de pobreza. Esto, principalmente en el sur y oriente del departamento.
Las alertas se incrementan cuando se observa que según el estudio, el segundo indicador en el Tolima es una presencia débil del Estado, acompañada de niveles muy altos de pobreza.
Perfil electoral
El estudio de la MOE fue ampliado al perfil electoral de aquellos municipios con presencia guerrillera.
Los niveles de participación electoral del Tolima en las últimas tres elecciones presidenciales (2006-2010-2014) fue de entre 20 y 35 por ciento en el sur , registrando su punto más alto hacia el norte del departamento con un 60 por ciento.
Para el caso de elecciones locales, los niveles de actividad electoral alcanzan, principalmente, el 60 por ciento en gran parte del departamento.
Estas cifras revelan, además, que la abstención en el Tolima para las tres últimas elecciones, fue entre el 60 y 80 por ciento para las presidenciales, principalmente en el sur y de 60 por ciento para elecciones locales, también en el sur. Esto a su vez permite relacionar que los amplios niveles de abstencionismo, se registran en municipios con fuerte presencia de las Farc: Planadas, Rioblanco, Ataco, Chaparral, San Antonio, Ortega, Roncesvalles, Rovira, Valle de San Juan, Natagaima, Coyaima y Saldaña.
Características
Dentro de los hallazgos de la MOE se encontró que los 203 municipios identificados con alta presencia guerrillera, tienen como principales características grandes áreas y poca población dispersa por el territorio, poca presencia de instituciones del Estado, indicadores socioeconómicos bajos (pobreza, educación, empleo), presencia de cultivos ilícitos y minería ilegal. En muchos de ellos también hay presencia de Bacrim.
Riesgo de grupos armados
La MOE y la Fiscalía también advirtieron sobre la participación y la influencia que pueden llegar a ejercer algunos grupos ilegales.
Un reciente informe de la MOE identificó tres maneras en las que los grupos armados pueden interferir en el proceso electoral: de manera directa, indirecta y, por último, valiéndose de la violencia.
La primera se refiere a un apoyo frontal y directo de los ilegales, que consiste en manifestar públicamente cuál es el candidato de sus preferencias, buscando direccionar al electorado.
Por otro lado, el apoyo indirecto es aquel que no necesariamente se traduce en un apoyo logístico a algún candidato, sino que se limita, generalmente, a una preferencia de carácter ideológico.
La tercera manera de incidir en el proceso electoral por parte de los actores armados, según la MOE, es mediante el uso de la violencia. Esta busca coaccionar a los distintos actores democráticos para limitar y monopolizar la contienda.
La Fiscalía recordó que en las pasadas elecciones legislativas, el ente investigador recibió 919 denuncias por delitos electorales y destacó que ya se haya proferido 13 condenas y cuatro compulsas de copias contra congresistas electos implicados en ilícitos.
Promedio de participación por municipio en las tres últimas elecciones.
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