“Hay que crear oportunidades para que el Tolima sea más productivo ”: Jaime E. Reyes

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
El candidato a la Gobernación del Tolima por la Alianza Verde, Jaime Eduardo Reyes, presenta sus propuestas de gobierno en el marco de la alianza interinstitucional, Tolima Vota Bien, actividad realizada con el propósito de cualificar el debate electoral y promover el voto informado de los ciudadanos.

EL NUEVO DÍA se suma a esta importante labor, razón por la que esta es la segunda de una serie de entrevistas que serán publicadas, con el propósito de permitir espacios de diálogo en el que los candidatos no solo tengan la oportunidad de presentar sus propuestas, sino que también, haya un fortalecimiento de la ciudadanía para la planeación participativa.

EL NUEVO DÍA: ¿Cuál es su principal propuesta de gobierno?

JAIME EDUARDO REYES: Crear oportunidades con el fin de que el Tolima sea más productivo y competitivo, se necesita crear mejores oportunidades y capacidades. Infortunadamente el Departamento viene en un rezago en términos del desarrollo económico y social. Un rezago que se refleja en que el Tolima, desde hace años, no participa con más del 2.2 por ciento del PIB nacional.

Podemos ver además, según los indicadores, que el Departamento está retrasado en términos de pobreza y desigualdad. La única manera que nosotros tenemos para avanzar frente a esta realidad, es facilitar oportunidades para que se creen nuevas empresas y nuevos empleos, y que las personas tengan mejores ingresos.

También es importante crear oportunidades y mejorar capacidades en el sector de la salud y la educación, fortaleciendo el emprendimiento, la asociatividad y la productividad.

E.N.D: ¿Cuál considera usted que es la principal problemática del sector rural en el Tolima y cuál es su propuesta de solución en un escenario de post acuerdo y construcción de paz?

J.E.R: Todo tiene que ver con la lectura equivocada que se hace de lo rural, porque se sigue asociando lo rural con lo agrícola o lo atrasado, y lo rural es mucho más que eso, pues tiene que ver no solo con esas dimensiones, sino con distintas relaciones que se dan entre las poblaciones que habitan este sector. Relaciones que también se expresan de manera directa con lo urbano.

La equivocación ha estado en pensar que lo rural es simplemente lo productivo, cuando también tiene que ver con un sector que no se reconoce, como el campesino, pero que también tiene que ver con los recursos naturales, la prestación de servicios ambientales y la necesidad de brindarle oportunidades a los jóvenes que allí nacen, y con la posibilidad de mejorar la productividad y competitvidad de dicho sector.

E.N.D: En un sistema democrático, es fundamental la confianza en las instituciones que representan al Estado. ¿Qué acciones específicas se deben desarrollar para que la ciudadanía retome la confianza y credibilidad en ellas?

J.E.R: Hay que tener coherencia entre la propuesta y la acción, hay que ser consciente en esto y tener cero tolerancia con la corrupción. La gente no confía en las instituciones públicas, primero, porque no se cumple lo prometido y segundo porque hay un alto fenómeno de corrupción, incluso el mismo Índice de Transparencia y de Riesgo, presentado recientemente, demuestra como el sector público a nivel departamental y municipal, está en alto riesgo.

Para que la gente vuelva a confiar, necesita volver a creer, y para que esto suceda, es necesario que los representantes de lo público sean coherentes y se alejen de los vicios de la corrupción, el clientelismo y la politiquería.

La corrupción es un fenómeno muy grave puesto que afecta directamente las posibilidades de oportunidad para las personas. Cuando la plata del presupuesto se pierde o invierte mal, la gente deja de creer, pero además de eso, se pierden las oportunidades para muchas personas. Posibilidades en educación y salud, principalmente.

E.N.D: En el Tolima, ¿Cuál deberá ser el rol de la Fuerza Pública en un escenario de post acuerdo?

J.E.R: La Fuerza Pública tiene que garantizar, primero, el normal funcionamiento de las instituciones. Segundo, debe garantizar también que el imperio de la ley se pueda aplicar. No se podría entender que en una etapa de postacuerdo, los fiscales y jueces, no puedan actuar. Estos tienen que poder actuar, no pueden ser sujetos a la extorsión y al chantaje.

La Fuerza Pública también tiene que garantizar que las víctimas y personas asentadas en una región, tengan la garantía de ser libres, poder discutir libremente su pensamiento y poder actuar en democracia; poder votar. Comparto la idea de que la Fuerza Pública es un actor fundamental en cualquier proceso de post acuerdo.

E.N.D: ¿Cuál es el papel de las víctimas y de las personas en procesos de reintegración y construcción de una sociedad post acuerdo y cómo lograrlo?

J.E.R: El papel que asumirán las víctimas debe ser el principal, pues la política en Colombia se viene pensando alrededor del victimario y la verdad es que si logramos avanzar a una etapa de post acuerdo y poner fin al conflicto armado, deberán ser las víctimas quienes tengan toda la atención.

Obviamente uno entiende que las personas que se van a desmovilizar y a entregar las armas, necesitan un acompañamiento del Estado, y también requieren una protección del mismo, pero son las víctimas el eje central de cualquier política.

Uno podría entender también, que hay muchas personas al margen de la ley que también son víctimas de los víctimarios, tanto el Estado como de los grupos al margen de la ley. Como no entender que un niño, es víctima de la persona que lo reclutó ilegalmente. Pienso que esa es una distinción que se debe hacer y las políticas de post acuerdo deben girar en torno a esto.

E.N.D: La encuesta “Colombia Opina Abril de 2015”, concluyó que el 69 por ciento de los colombianos es pesimista frente a los diálogos del Gobierno y las Farc. Por otra parte, estudios internacionales han demostrado que existe una significativa probabilidad de que vuelvan a estallar las hostilidades en países que han acabado de salir de un conflicto armado. Frente a la falta de confianza en el proceso de paz y el riesgo de retornar al conflicto, ¿Cuáles propuestas contempla su programa de gobierno para la construcción de paz en un escenario de posconflicto?

J.E.R: Es entendible que la gente no crea en las Farc, pues infortunadamente las acciones de este grupo guerrillero para fortalecerse en la mesa de diálogo y debilitar politicamente al Gobierno nacional, es una estrategía que les está funcionando.

En términos del desarrollo local para alcanzar la paz, creo que los gobiernos territoriales están llamados a desarrollar actividades concretas a la paz. Por ejemplo, Chaparral ha sido epicentro de la elaboración de una propuesta territorial de paz, ellos mismos están diseñando esa propuesta. También tuve oportunidad de conocer los estudios que desde el Desarrollo Rural Territorial se establecen para fortalecer la paz: avanzar en términos de asociatividad, fortalecer los proyectos productivos para esas asociaciones, avanzar en escuelas de reconciliación y de paz, establecer mesas de seguimiento para la no violación de los Derechos Humanos.

Pienso que no podría haber una receta única, sobre todo con estos temas tan puntuales y complejos, razón por la que habrá que establecer diferentes estrategias para cada una de las dimensiones que se relacionan con la paz. Por ejemplo, hay que combatir la pobreza, pero esto no se puede hacer con subsidios o transferencias condicionadas. Hay que crear oportunidades directas para que las madres cabeza de familia y personas vulnerables en el sector rural puedan sentirse acompañadas y alejarse del tema de la guerra.

Otro tema que se relaciona directamente con esto es la desigualdad, pues cuando uno va al sector rural, especialmente en sitios o regiones que padecen el conflicto, se nota que la desigualdad es mucho mayor.

Son desigualdades que están cercanas al punto ocho del Coeficiente de Gini, y esto es realmente preocupante. Hay que seguir trabajando en términos de disminuir la desigualdad, a través de estrategias de apropiación de activos para las personas, fortalecer el sistema de educación y hay otro tema que tiene que ver con esto, y es el Desarrollo Humano, la posibilidad de que las personas accedan a capacidades en salud, educación e ingresos.

E.N.D: En el marco del enfoque diferencial étnico el Tolima cuenta con 14 municipios con asentamientos indígenas (Pijao y Nasa Yuwe ), que acogen a 185 comunidades entre parcialidades y resguardos con cerca de 63 mil habitantes, en un poco más de 13 mil familias. Se les sigue vulnerando sus derechos como pobladores originarios por la sociedad mayoritaria y se les desconocen sus derechos y a su etnogénesis y reetnización. En su posible gobierno, ¿Cuál será el abordaje del enfoque diferencial étnico?

J.E.R: Lo primero que quiero decir en relación con el etnodesarrollo, es que el Tolima ha sido miope respecto a la presencia de estas comunidades y un claro ejemplo de esto, es lo que ocurre en el Triángulo sur del Tolima, donde hay una gran cantidad de población indígena que está siendo tratada en el marco de un modelo económico diferente al de ellos, y la verdad es que estas comunidades tienen una cosmovisión totalmente diferente a la del campesino o del agro empresario.

Hay que entender esa cosmovisión para poder avanzar en cualquier propuesta de desarrollo. Ahora, considero necesario que la educación para el Tolima, debiera entenderse como un sistema.

No podemos seguir entendiendo la educación de manera separada o sectorialmente, pues esta es una necesidad básica para el desarrollo de las comunidades.

La comunidad indígena, desde su cosmovisión, necesita de una atención diferencial, pero no se puede perder de vista que ellos también hacen parte de una sociedad y las relaciones de estas comunidades con dicha sociedad, requieren ser atendidas desde la complejidad de la educación. Estas comunidades requieren, ser entendidas en términos, si se quiere, científicos, por eso hay que avanzar en el diseño de programas académicos dirigidos a este tipo de población.

E.N.D: Tiene alguna propuesta que se vaya a concretar en su programa de gobierno frente al enfoque diferencial étnico.

J.E.R: Este enfoque es transversal a las distintas dimensiones del Gobierno, entonces, si hablamos desde la educación, ya hablabamos que es necesario entender la cosmovisión de estas comunidades. Si vamos a mirar, por ejemplo, el sector productivo, hay que tener en cuenta que la cosmovisión de estas comunidades es distinta a la del modelo actual.

Pienso que en términos prácticos, lo que se debe hacer es empoderar las comunidades locales para su propio desarrollo, no podemos seguir imponiéndoles que hacer.

Hay que pensar el etnodesarollo de estas comunidades como un eje transversal de los distintos sectores de un gobierno público.

E.N.D: ¿En cuáles temas tendrá prioridad Ibagué dentro de su Programa de Gobierno y porqué?

J.E.R: Creo que Ibagué y toda la región que comprende la ciudad, deben involucrarse, pues Jaime Eduardo Reyes entiende que Ibagué no solo se conforma por los 17 corregimientos y 13 comunas que tiene el Municipio, sino que es el epicentro de algo más grande que podríamos comprender como una subregión.

La ciudad está rodeada por ciertos municipios que se relacionan directamente con ella. En este sentido, atender las capacidades ecosistémicas de los municipios aledaños es fundamental.

No se puede hablar de Ibagué, sin mencionar Cajamarca, Alvarado o Anzoategui.

Entonces, lo primero que yo visualizo es una ciudad que se relaciona directamente con una región. La ciudad no puede seguir siendo vista desde sus límites políticos y administrativos, (Lea el resto de la entrevista en www.elnuevodia.com.co).

Desde esa mirada, creo que es importante desarrollar una transformación productiva y fortalecer sectores industriales. para el municipio. Ibagué no puede seguir de espaldas a la necesidad de desarrollar para esta región una nueva industria. Necesitamos fortalecer una nueva industria, que necesariamente no debe estar instalada en los límites políticos y administrativos de Ibagué. Para simplificar esto, pongo como ejemplo Caracolí en Payande. Es decir, hay una industria que está en Ibagué, que es la industria cementera, pero que se relaciona directamente con unos materiales que provienen desde San Luis y Payande.

Pienso que el reto para Ibagué, y mi compromiso, sería crear industrias para que generen empleos de calidad, empleos formales. Crear una industria en Ibagué resuelve muchos temas. Por ejemplo: solamente el 39 por ciento de los jóvenes que terminan formaciones tecnológicas o profesionales, se quedan en Ibagué; el 61 por ciento restante se va, y esto obedece a que no existe una industria establecida, no hay posibilidad de crear ciertas condiciones de empleabilidad para estos jóvenes.

Hay que trabajar mucho en la creación de una industria y en la posibilidad del emprendimiento de los jóvenes, pues hay muy buenas ideas de emprendimiento, lo que no ha habido es un acompañamiento serio de capital de riesgo o de inversión para ellos.

Entidades participantes

La alianza “Tolima Vota Bien- Elecciones, Paz y Territorio”, cuenta con la participación de diferentes organizaciones sociales, universidades y organismos de cooperación internacional, estas son:

Concern Universal
Agencia Colombiana para la Reintegración- ACR
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - Pnud
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados - Acnur
Oficina Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos – Oacdh
Universidad del Tolima - Proyección Social
Universidad de Ibagué. programa de Ciencia Política, programa Paz y Región, Dirección de Responsabilidad Social.
Ibagué Cómo Vamos
Fundación Yapawayra
Gobernación del Tolima. Secretaría del Interior - Dirección para la Democracia, Participación Ciudadana y Acción Comunal.

Credito
EL NUEVO DÍA

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