No sé cuántos diputados han presentado 18 proyectos de ordenanza en un único periodo como usted lo acaba de hacer. A grandes rasgos, ¿Qué busca con estas iniciativas?

El pasado periodo presentamos 20 proyectos y en este radicamos 18, encaminados a la reactivación económica y el turismo a partir de la gastronomía, las tradiciones, la historia y la agricultura tolimense, reconociendo a Ibagué como Ciudad Musical, promoviendo la ruta turística del río Magdalena y el camino nacional del libertador Simón Bolívar, y declarando la lechona, el sombrero, el tamal, la chicha, el guarapo y el masato como patrimonios o referentes culturales e inmateriales. El éxito de los países desarrollados radica en que le han apostado a la tradición cultural, porque genera turismo, que es el nuevo petróleo de los colombianos y el mundo. Acá a los gobernantes les importa más pensar en cemento que en mantener la identidad y costumbres. 

Algunos consideran que usted se apuró a presentar proyectos pensando en una aspiración a la Cámara. Es decir, porque quiere tener una mejor carta de presentación ¿Qué les diría?

Me parece injusta la apreciación porque vengo presentando proyectos desde hace mucho. Como dice el dicho: palo porque bogas y palo porque no bogas. Si hacemos el trabajo, me lo critican y si no, también. Llegamos a 53 proyectos durante mi paso por la Asamblea, algo que nunca se ha visto en la historia de la corporación, ni siquiera en las épocas de Darío Echandía o Alberto Santofimio. No estoy pensando en campañas sino en hacer mi tarea. 

Tras ser aprobados en la Asamblea, el gobernador Ricardo Orozco ha objetado varios de esos proyectos señalando que está cumpliendo el marco legal, pues tienen una iniciativa económica. ¿Entonces han sido errores suyos?

Lo que él considera como objeción, porque involucra presupuesto, no es cierto. Según los pronunciamientos de la Corte Constitucional, cuando un ministro o un secretario dice que un proyecto impacta el marco fiscal, debe hacer un estudio técnico, pero no ha existido cuando lo hemos pedido. Mi equipo y yo hemos sido cuidadosos de no involucrar presupuesto. La Asamblea solo ha aceptado las objeciones a tres proyectos y el resto las ha mandado al Tribunal porque, además, el Departamento tiene que cumplir ciertas acciones, como la protección de la palma de cera, con o sin ordenanza. 

¿Cómo garantizar que a la posteridad haya acciones concretas para materializar esas iniciativas y no ocurra lo mismo de la ordenanza 051 de 2005, cuyo cumplimiento tanto han exigido las comunidades indígenas?

Hay varios temas muy importantes: la Asamblea debe ser más eficiente en el control político de las ordenanzas que aprueba, el presupuesto que avalemos para la vigencia 2022 debe asegurar recursos para esas ordenanzas, debemos acudir a la acción de cumplimiento para que un juez ordene darles aplicación y tenemos que exigirle a los gobernadores que respeten la Asamblea, el órgano político más importante a nivel departamental, pero que ha perdido autoridad porque muchos de los diputados se convierten en súbditos de los mandatarios de turno.

Negativa a iniciativas de Orozco

El proyecto más importante que presentó el Gobernador en este periodo es, sin duda, el que establece la política pública de gratuidad académica. ¿Va a apoyar esa iniciativa?

El presidente Duque anunció matrícula cero universitaria para estratos uno, dos y tres. Va a presentar una ordenanza cuando ya hay un mandato nacional. Lo voy a invitar a que cambie esa gratuidad de educación pública a educación privada. Cuánta gente de estratos uno, dos y tres han hecho esfuerzos para entrar a las universidades de Ibagué o Cooperativa, pero hoy, por la pandemia, sus padres no tienen trabajo para que terminen su formación profesional. Solo así votaré favorable. De resto, para qué voy a votar una cosa si el Presidente ya dijo que hay recursos del presupuesto nacional para asegurar la educación pública.

Pero el Gobernador está hablando de que sea gratuita de aquí en adelante, sin importar el mandatario de turno…

Es que esta es una política pública del Gobierno nacional, no es transitoria, se va a quedar para siempre. Necesitamos asegurar la educación de miles de estudiantes de la privada, pensando en ampliar el universo de la educación superior. Ahí sí le apostaría. De resto, es meterle los dedos a la boca a los tolimenses y jugar con las ilusiones de la ciudadanía. 

Y es que la educación no es que sea gratuita, nos vale a través de impuestos. Una persona de la Universidad del Tolima que lleva 15 años estudiando, ¿Cuánto no le ha costado a los tolimenses para terminar en la ‘primera fila’ o, al peor estilo de Siria y Libia, secuestrando e incinerando busetas ante los ojos de los ibaguereños y un Alcalde que no tiene concepto de autoridad?

¿Ya cambió de parecer frente al proyecto de vigencias futuras que busca financiar el Complejo Acuático del Parque Deportivo? ¿Lo va a apoyar?

Se la volveremos a negar. Es inconveniente. Aspiro a que la mayoría de los diputados sean conscientes de que hoy prima la inversión social por encima de las obras de cemento. El Tolima no necesita una piscina de $26.000 millones que, en realidad, va a costar $40.000 millones porque son recursos del crédito de $150.000 millones que pidió el Gobernador para hacer siete obras de cemento.

Una piscina de ese valor no soluciona la problemática social y económica del departamento. Le genera un beneficio a un contratista amigo del Gobernador y unos amigos del contratista. 

De cien tolimenses, 40 son pobres y ellos están pensando en endeudar a las personas para  una piscina de $40.000 millones. Por qué no destinar esos recursos en atender necesidades sociales.

¿Qué balance hace como presidente de la Comisión Accidental de Mesas de Concertación Social?

Voy a renunciar a ser el presidente de la comisión. Ahí se debió dar la discusión de las problemáticas de los jóvenes que están en la ‘primera línea’, los indígenas, los camioneros, los campesinos, los inconformes, pero en la Asamblea no se le ha dado trámite a la ruta que construimos para escuchar a la gente y por fuera las personas no quieren dialogar, porque no quisieron entender que la Asamblea aprueba el presupuesto de la Gobernación y, por lo tanto, podíamos modificarlo para darle respuesta a las necesidades. Me siento incapaz porque nadie quiso dialogar.

Dato

El diputado Milton Restrepo indicó que aunque el sombrero, el tamal y la lechona están institucionalizados, no están reconocidos como patrimonio cultural e inmaterial del Tolima.