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Con las tonadas de su voz mezzosoprano y las melodías que irrumpen fronteras para reflejar y construir públicos a través de la diversidad, está apasionada por la música a partir de diversos procesos pedagógico formativos, se dedica a interpretar géneros musicales como el jazz, góspel, popular, salsa y andino, con la que se remonta a sus raíces.
Maleja, considera que la disciplina, el reconocer las virtudes de la expresión corporal y ser consciente del poder de la respiración, le han permitido transmitir emotividad a las personas que la escuchan en conciertos, bodas, cumpleaños, entre otras eventualidades que surgen en la vida y ameritan ser acompañadas de una buena intérprete musical.
Mediante las experiencias de la vida ha visto que no basta con tener una voz bonita, sino que todo debe comunicar para poner a flor de piel los sentidos de las personas donde conecten con los que escuchan, sienten y ven.
Dato
Más allá de cantar, esta artista elabora un performance completo para mover ‘fibras’.
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