Conmovedora historia: así fue como Messi ayudó a Tommy, un niño con problemas de crecimiento

suministradas / EL NUEVO DÍA
Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍAMessi, al igual que el niño, recibió un doloroso tratamiento debido a un déficit de la hormona del crecimiento
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“Cada uno tendrá su propia historia con Messi. Esta que les voy a contar es la mía”, con esta lacónica frase, se da inicio a un relato de humildad, empatía y grandeza, que tiene a medio internet soltando lágrimas.
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A través de su cuenta de Instagram, una persona llamada Barby, narró un conmovedor relato en el que explica como el Crack argentino ayudó a un niño de tan sólo 4 años a afrontar un tratamiento para solventar el déficit de la hormona del crecimiento que, al igual que el niño, Lionel también tuvo que padecer.

Esta historia se remonta hasta el 2008, cuando una preocupada madre intuía que su hijo padecía de una enfermedad. Ese ‘sexto sentido’ que solamente ellas tienen, habría sido ignorado en múltiples oportunidades por los médicos, quienes se negaban a investigar aquella ‘punzada’ que Barby sentía.

“Cuando tenía 4 años, yo sentía que algo le pasaba. Que había algo en su salud que los médicos se lo estaban comiendo y no lo querían investigar. Pero como mamá yo sabía que tenía algo y si los médicos no iban a hacer su trabajo, lo haría yo”, comentó.

Es por eso que ella empezó a leer, a buscar datos y a comparar informes, hasta llegar a la incontrovertida opinión de que “Tommy tiene lo mismo que Messi”, es decir un déficit de la hormona del crecimiento que limitaba su desarrollo. 

El reciente campeón del mundo, no habría llegado hasta donde está, si no hubiera tratado ese problema que hizo que a los 11 años de edad, tuviera la estatura de un niño dos años menor que él. 

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La madre le hizo llegar su improvisado diagnóstico al pediatra. “Este me miró y me preguntó de dónde había sacado eso. Yo le dije que había hecho lo que él no hizo, es decir, investigar. Hace 14 años no se sabía tanto del tema como ahora y con cara de ‘me como la cancha’ le pregunté: ¿ahora sí le vas a hacer los estudios que haya hay que hacer o busco otro médico”.

Suministrada / El Nuevo Día

La madre relata que después de ese episodio, a Tommy se le hicieron las tomografías, las radiografías de muñeca, los análisis y fue visto por especialistas, hasta llegar a la misma conclusión que ya se intuía: “Tommy tiene lo mismo que Messi”.

“Ahora que lo sabíamos, había que empezar el tratamiento. Un tratamiento que iba a durar por lo menos 10 años. Una inyección por día durante 10 años. ¿Cómo le explicas eso a un chico de 4 años? ¿Cómo le contás lo que va a doler y sobre todo, que el resultado recién se va a ver al final del camino”, afirmó.

La forma que ella encontró para hacerle llevadero el dolor y el sufrimiento a su hijo, era ponerle como ejemplo al 10 de la albiceleste, un ídolo que tuvo que pasar por lo mismo para ser grande en todos los sentidos. Comprar un afiche, ponerlo en su cuarto y recordarle que si él pudo pasar por eso, Tommy también lo haría. “Una vez que Tommy lo entendió, había una única pregunta para hacerle;: ¿Querés conocer a Messi y hablar de esto con él? Dijo que sí”, relató.

De ahí se desprendía otro reto, el de organizar una cita con quien, para la época ya se perfilaba como uno de los mejores exponentes del balón píe del mundo entero. Pero como es recurrente en cualquier madre, no hay imposibles para ellas, si se trata de hacer felices a sus hijos.

“Conseguimos el teléfono de Jorge Messi, le contamos lo que nos estaba pasando y nos dijo: la semana que viene la selección va a estar concentranda en el Intercontinental, les aviso un día antes así lo ven a Leo en el Lobby del Hotel”

Y tal y como estaba planeado, el 3 de septiembre del 2010 a las 8 de la noche, madre e hijo fueron a conocer a Lionel.

“Ahí estaba, en un rincón del Lobby. Messi de 23 años, tranquilo, tal cual es. Nos acercamos. Tommy y él se abrazaron y nos sentamos los 3 en el piso, en la alfombra del hotel a charlar.

Por tres horas, pese a lo que se podría pensar, el fútbol no fue el tema de conversación, si no el desafío y los retos que se deben afrontar en la vida, con un lenguaje y una claridad tal, que un niño de 4 años lo pudiera entender.

“Una charla entre dos chicos, uno más grande y uno más chico, que se entendían. Donde le preguntamos a Messi donde se daba las inyecciones y nos contó que él se las daba en las piernas. Y donde Messi le preguntó a Tommy en qué lugar se las daba él, a lo que respondió que en los brazos. Donde hablamos que dolían, que había días en que se lloraba, pero que había que bancarlo, que tener paciencia, que todo iba a salir bien”, dijo.

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De acuerdo con Barby, el tema del Bullying y las palabras hirientes por este problema también estuvieron presentes.

De la charla, no hubo video, ni escándalo, ni circo en los medios de comunicación, solamente un intercambio de palabras, en el que Messi le enseñó al niño que para llegar a lo más alto, hay que esperar.

“De ese encuentro solo tenemos una foto. Una sola dónde están ellos dos. Yo no necesitaba estar en ella, pues era el momento de ellos. Ahí sentados en la alfombra del lobby del hotel. Sin fútbol, sin una pelota, sin una camiseta”.

Y concluye la historia con estas conmovedoras palabras: “Antes de irnos lo saludamos, le dijimos gracias y Messi le dijo que si quería una foto. Tommy inocentemente le contestó que no lo quería molestar, pues todos le pedían una. Y Messi le dijo, saquémonos una foto, mañana la vas a querer tener”

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