Estos son

Eduardo Pilonieta Pinilla

Lo volvemos a repetir: no será el presidente Petro el único responsable de la debacle que va a crear el proyecto de reforma laboral que se presentó el pasado 16 de marzo, pues no se trata de un mecanismo para fomentar la creación de nuevas fuentes de trabajo sino un pliego de peticiones que pretende que los afortunados que ya tienen un empleo se puedan atornillar a sus puestos de trabajo, sin tener en cuenta que este extraño modelo estrangulará a los empresarios pues más que un asunto para discutir un cambio estructural, son términos de referencia ideados para beneficiar a los sindicatos aprovechando el cuarto de hora generado por los dos principales líderes que dirigen el Ministerio del Trabajo que son auténticos sindicalistas.
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Los verdaderos responsables serán por una parte, en el Senado de la República: Edwing Fabián Díaz Plata, Gustavo Adolfo Moreno Hurtado, Miguel Ángel Pinto Hernández, Jaime Durán Barrera, José Alfredo Marín Lozano y Gloria Inés Flórez Schneider y por la otra, es decir, por la Cámara de Representantes: Erika Tatiana Sánchez Pinto, Álvaro Leonel Rueda, Cristian Danilo Avendaño, Jairo Reinaldo Cala Suárez, Juan Manuel Cortés Dueñas, Luis Eduardo Díaz Mateus, Mary Anne Andrea Perdomo y Oscar Leonardo Villamizar Meneses, a quienes tuvimos la osadía de elegir en el departamento de Santander. 

Ellos y el resto de los compañeros del Congreso, al final de la historia, serán los artífices de aquello que nos pueda suceder desde el punto de vista laboral en Colombia que registra un índice de desocupación verdaderamente alarmante.

No se conoce qué piensan estos ilustres padres de la patria que durante su candidatura se la pasaban hablando de las bellezas que harían si salían elegidos, pero ahora, como ya están atornillados a ese fabuloso empleo, pareciera que no existen pues nada se les oye decir al respecto, si es que pueden llegar a tener algo para decir. 

Los colombianos, todos en general, e individualmente en cada departamento, deberían reclamar de esos burócratas de cuello blanco que rindan las cuentas que, soñando idealmente deberían rendir, a no ser que atragantados por el exceso de manipulación, léase mermelada, no quieran o no puedan decir y solamente estén preparados para aprobar, a pupitrazo limpio, como tememos sucederá.

*Abogado Laboralista 

EDUARDO PILONIETA

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