Entre las plagas que afectan estas plantas se destaca un grupo de insectos conocido como Copitarsia, que causa traumatismos cuando los productos llegan a los aeropuertos en Norteamérica. Al identificarlo, el procedimiento aplicado por las autoridades sanitarias es la incineración de la mercancía o la devolución al país de origen.
Los tratamientos aplicados para el control de esta plaga son agresivos con el medio ambiente. Uno de los más comunes y eficientes es el bromuro de metilo, producto que afecta directamente la capa de ozono.
Por esto, los organismos internacionales de control ambiental llegaron a un acuerdo para sacar del mercado el producto, lo que hace indispensable la búsqueda de alternativas sostenibles.
Cabe señalar que no es fácil la elección de tratamientos efectivos contra las plagas de estas plantas, ya que si se utiliza productos agresivos como químicos, existe el riesgo de que algunos residuos de estos lleguen hasta los consumidores.
Dada esta necesidad, el Grupo de Horticultura de la Facultad de Ciencias Agrarias de la U.N. trabaja en el proyecto financiado por Colciencias denominado “Búsqueda de alternativas para el control de plagas en la poscosecha en plantas aromáticas de exportación”.
Aníbal Herrera, profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias, menciona la técnica de irradiación con rayos gama. A través de ella, ha sido posible eliminar estas plagas sin afectar la calidad del material vegetal.
El procedimiento se aplica en el reactor nuclear del Instituto Geológico Colombiano, allí se exponen las plantas ya empacadas a una fuente de cobalto 60 durante 12 horas.
Otro de los métodos evaluados es el denominado atmósferas modificadas, es decir, ambientes agresivos ricos en dióxido de carbono (CO2) y bajos en oxígeno.
Con este tratamiento, las plantas ya empacadas se exponen en una recámara a ambientes con un 15 % de CO2 y 3 % de oxígeno, causando la asfixia de los insectos.
El tercer tratamiento es por medio de fosfina, un gas tóxico fumigante utilizado para el control de plagas en granos. Sin embargo, aún se investiga el efecto que este gas tiene sobre la plantas.
Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, de la producción total de siete mil 200 toneladas de plantas aromáticas, Colombia exporta al año cerca de mil 200. Este comercio representa más de seis mil millones de pesos para el país.
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