Cuando se miran al detalle las cifras que hay detrás de la avicultura colombiana, se entiende por qué es el peso pesado del sector agropecuario del país.
Esos números permiten dimensionar cómo el sector avícola en los últimos 20 años se ha consolidando y no ha parado de crecer, a pesar de las múltiples adversidades que se tiene en Colombia, partiendo porque no se produce en el país su materia prima, que tiene que importar, y posteriormente, llevar a sus granjas en un país donde los problemas de infraestructura vial son el dolor de cabeza diario de los productores del campo.
El valor de su producción anual está por encima de los $8.5 billones, superando con creces al café y muchos cultivos más; e incluso, pasando por encima de sectores como la ganadería y la acuicultura, juntos.
Andrés Valencia Pinzón, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores, durante el Seminario de actualización del sector en Bucaramanga, mostró que la avicultura colombiana es un sector que tiene una dinámica de crecimiento muy alta (por ejemplo, 5.6% en 2014), al punto que en la próxima década sus productos deben estar colocados en el exterior, pues el comercio interior estaría plenamente copado.
Y no es para menos, pues en la actualidad el sector avícola tiene a lo largo y anchos de sus zonas productoras al menos siete mil granjas en 360 municipios del país, de las cuales salen anualmente 1.4 millones de toneladas de carne de pollo y 12 mil millones de nuevos. Lo anterior significa que en el país diariamente el sector avícola produce tres mil 835 toneladas de carne de pollo, lo que equivale a siete mil 670 novillos de 500 kilos.
Y en huevo, la producción diaria es de 32.8 millones; es decir, que cada 60 minutos los avicultores tienen que ir a las granjas a recoger 1.3 millones de huevos.
Esa producción de huevo, tienen un peso de dos millones de toneladas, las cuales denominan como la proteína más económica del mercado, ya que una unidad se consigue en $250.
Todo es gigante
Según Valencia Pinzón, en total las granjas avícolas albergan 760 millones de aves. En cuanto al consumo per cápita anual, el 2014 cerró con 244 huevos y 29.3 kilos de pollo.
“La meta a mediano plazo es llegar a los 250 huevos y 30 kilos de pollo, lo que le significaría a la industria crecer cerca del 10%”, agregó.
“Es evidente, las granjas avícolas alimentan ciudades y los avicultores ofrecen día a día a las familias un alimento fresco y nutritivo para asegurar un futuro saludable a las generaciones venideras”, aseveró el directivo de Fenavi.
A pesar de las vicisitudes económicas que se han vivido en los últimos años, el sector siempre las ha sorteado y respondido con crecimiento.
Muestra de lo anterior, según el directivo de Fenavi, es que en la última década se pasó de producir siete mil 500 millones de huevos a 11 mil 500 millones; y de obtener 700 mil toneladas a 1.35 millones de toneladas de carne de pollo. En 10 años, el sector en producción de huevo creció el 75% y en carne de pollo el 54%.
Y cuando se mira el crecimiento por sectores económicos (2014-2013) se observa que el mejor comportamiento lo tuvo la construcción con 9.9%, seguido por la avicultura con un 5.6%, superando a muchos otros en el país.
Prueba de la importancia relativa del sector, según el directivo de Fenavi, es que con un salario mínimo se pueden adquirir 170 kilos de pollo y dos mil 852 huevos; frente a 97 kilos de carne bovina y 107 de porcinos.
Hoy podría decirse de nuevo: ¿quién pidió pollo?
No todo es color de rosa
Para el gremio avícola si bien el sector ha crecido y sigue con su dinámica, hay factores exógenos que harán que su actividad pierda competitividad.
Andrés Valencia Pinzón estima que entre ellos se destacan el impacto del dólar.
Como es bien sabido el sector importa más de cuatro millones de toneladas anuales de materias primas, siendo el maíz amarillo el de mayor proporción. Con un dólar sobre los $2.500 traer ese maíz es mucho más costoso, cuando hace siete meses lo adquirían con una divisa americana en $1.800.
Igual de compleja es la situación que se tiene con el contrabando y la ilegalidad, que no solo les arrebata el mercado nacional, sino que pone en grave riesgo la sanidad del sector.
Los planes de ordenamiento territorial los están sacando de las zonas que en otras épocas colonizaron y que hoy, debido a que las urbanizaciones les llegaron a los linderos, deben salir.
El directivo ha denunciado que en muchas ocasiones esos POT están diseñados bajo el antojo del político y constructor de turno.
Para el Presidente de Fenavi, la reforma tributaria propuesta por el Gobierno les resta competitividad frente a otros países productores, que además tienen altos subsidios a la producción.
La new castle es una enfermedad que se debe controlar y para lograrlo se requiere de un frente común con el Estado, pues esa labor llevará mínimo 10 años de trabajo y una inversión de más de $500 mil millones.
Reyes de la normatividad
Para la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, Colombia es un país de normas y en las actuales condiciones de un comercio globalizado son una talanquera para su dinámica al convertirse en un “cerco normativo”.
Andrés Valencia Pinzón dice que entre el 2000 y 2014 en Colombia se expidieron mil nuevas leyes.
Y entre 2012 y 2014 salieron a la palestra más de mil decretos.
“Es difícil para la dinámica de la economía y como si no fuera poco, en Colombia se expide un decreto cada 20 horas”, agrega.
Al referirse a la política agropecuaria, añade que no existe y que si se sigue trabajando con el modelo del último siglo, nunca se logrará.
“Es imposible que se pueda pensar en la implementación de una política para el sector agropecuario, cuando un Ministro de Agricultura no dura en esa cartera más de un año si se mira la media existente. Desde 1914 hasta 2014 han pasado por ese ministerio 100 ministros”, detalla.
El sector debe afrontar una revaluación muy fuerte que resentirá sus finanzas y contrario a los apoyos que deberían tener por parte del Estado, se tienen que enfrentar a la falta de infraestructura, que cercena su eficiencia.
Comentarios