Tecnología, cada día más esquiva para agro

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Con una TRM en $3.000, la importación de maquinaria para el desarrollo agropecuario, es dos veces más costosa que hace tres años. Se requiere de créditos blandos.

Si se miran las cifras del III Censo Nacional Agropecuario, se podría decir que la principal herramienta que utilizan nuestros campesinos aún son el azadón y el machete; mientras que en los países desarrollados en agro se habla de la normativa RPAS (sistema de aeronave pilotada remotamente, por sus siglas en inglés); es decir, el uso de drones como el mejor aliado de las agricultura de precisión.

En Colombia, de acuerdo a las cifras del Dane, el 83.4% de los productores declaran no tener maquinaria para el desarrollo de sus actividades. Tan solo el 16.6% asegura tener acceso a las herramientas.

“Del total de Unidades de Producción Agrícola, UPA, que tenía maquinara de uso agrícola, el 88.5% correspondía a maquinaria liviana. Mientras que las UPA que tenían maquinaria de uso pecuario, el 47.6% correspondía a maquinaria liviana”, señala el informe del Dane.

Lo anterior significa que si bien hay sectores que han podido realizar la adquisición de maquinaria con tecnología de punta, aún el rezago es inmenso, como lo evidencia el sector arrocero, uno de los más productivos del país, al punto, que en 2016 llegó a ser autosuficiente en la producción del grano.

En el IV Censo Nacional Arrocero 2016, efectuado por Fedearroz, se consignó una cruda realidad: el parque automotor (tractores y recolectoras) no solo es obsoleto, sino escaso.

Además, hay un faltante de mil 200 combinadas para recolección de la cosecha y un 46.2% de los tractores tiene más de 15 años de uso.

Las cifras tecnológicas no le son favorables para el agro del país; de ahí, que muchos se cuestionen: ¿cómo acceder a maquinaria moderna para ser más competitivos?

 

Existen los medios

De acuerdo con Ernesto Olave Ariza, experto en maquinaria agrícola, en el país está demostrado, tal y como ha ocurrido en los últimos años con arroz y maíz, que la tecnificación en agricultura conlleva a una mayor producción.

Para lograr acceder a ella, estima que se deben establecer programas para la incorporación de un “pull” de maquinaria en favor de los pequeños agricultores, tal y como ocurrió en Casanare, donde el integrador es la extractora de aceite, pero puede serlo la asociación y las federaciones.

“Cuando no hayan posibilidades de acceder a las líneas de crédito, porque los bancos son muy exigentes en cuando al flujo de caja del productor, es ahí cuando la figura del integrador cobra validez”, agrega.

Olave Ariza señala que una herramienta que podría apalancar ese proceso (uno de los más quedados de América Latina) es el trabajo articulado de la agroindustria para que se utilicen herramientas de la Bolsa Mercantil o del sistema financiero por vía leasing y contratos de arrendamiento a favor del usuario, para pagarse, posteriormente, con el fruto.

“Obviamente, Colombia es un universo pequeño frente a la producción en el mundo; pero la mecanización es la herramienta primordial de la competitividad agrícola frente a los grandes productores que nos llegan vía TLC”, enfatiza.

 

Crédito de fomento

Para Rafael Hernández Lozano, gerente de Fedearroz, para superar las cifras que dio el Dane en cuanto al acceso a la mecanización, solo se contrarrestan con inversión pública, como por ejemplo, infraestructura de riego, maquinaria agrícola y líneas de crédito blandas y a largo plazo (para que sean pagables por los agricultores), acompañados del establecimiento de unos niveles de protección a la producción nacional o de lo contrario no se podrá competir con EE.UU., la Unión Europea y Brasil, entre otros.

“Perú y Brasil desarrollaron su sector agropecuario otorgando créditos de fomento; es decir, a 10 años y con tasas que no superaron el 4% efectivo anual”, indica Hernández Lozano.

Para el Gerente de Fedearroz, si no se tienen líneas crediticias especiales, un arrocero no podrá comprar una combinada (recolectora de arroz) por su alto costo (sumándole la TRM que puede ser de $3.000).

“Para poder hacerlo, tendría que vender la finca”, agrega. A lo anterior, en su concepto, hay que sumarle la inversión requerida en el campo.

“Mire un ejemplo. En los Llanos Orientales llueve mucho, pero se siembra arroz secano; de existir un distrito de riego se repartiría la cosecha en partes iguales en primer y segundo semestre, lo que llevaría a que se acabara la sobreoferta temporal y los precios internos no se le deprimirían al productor”, explica.

 

A largo plazo

El directivo del gremio arrocero asegura que desde hace muchos años vienen solicitándole al Gobierno nacional de turno, una línea especial de crédito para la compra de maquinaria que de manera ágil permita la reconversión tecnológica del sector.

Por lo anterior, han solicitado un crédito a 10 años con tasas bajas para la adquisición de recolectoras, sembradoras y tractores de última generación.

Esa línea especial de crédito para maquinaria contendría una tasa para los pequeños de DTF menos 1%, medianos con el DTF y para los grandes el DTF más 1%.

El directivo agrega que en el sector, quienes han podido trabajar con tecnología (programa Amtec) han bajado un 30% los costos de producción y aumentado 20% la producción.

“Lo anterior nos ha permitido producir arroz al igual que lo hacen los agricultores americanos”, puntualiza.

 

El sobrevuelo

RESUMEN, Sao Paulo

En Futurecom 2017, una de las mayores ferias del sector en Latinoamérica que se celebró en Sao Paulo, Brasil, se presentó un dron que será sustancial en el desarrollo agrícola de las naciones.

Rafaela Mancilha, arquitecta de Internet en Logicalis, mostró un dron equipado con una cámara térmica capaz de cartografiar una plantación y avisar de “alteraciones” en su suelo, del “crecimiento del cultivo”, así como de posibles plagas aún no detectadas por el ojo humano.

“Ese dron trae una imagen que tratamos en nuestra plataforma, que hace todos los análisis y obtenemos una información” para actuar sobre el terreno, explica.

Los datos pueden ser insertados en un dron fumigador con capacidad para pulverizar solo en el lugar indicado sin afectar a otras áreas del cultivo.

Los drones son tendencia en el sector agrícola en la actualidad, pues Vivo, marca comercial de Telefónica Brasil, y Ericsson conectaron y operaron por primera vez uno de estos aparatos a través de una red móvil usando una tarjeta SIM.

 

Programas estatales que no fluyen

Para Hernán Hernández Peñaloza, miembro de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), el Gobierno tiene varios programas para acceso a la tecnología; sin embargo, éstos no fluyen.

Muestra de lo anterior son las acciones del MinTic y MinComercio trabajando en tecnologías y desarrollo de programas para asistencia técnica y controles de enfermedades y plagas en palma, arroz, maíz y caucho, entre otros, a través de smartphone y desarrollo de software, pero están engavetados y lentos.

En lo referente a maquinaria pura, la situación es muy compleja, porque la mayor parte del área agrícola del país no es tractorable.

“Hay una serie de maquinaria de menor envergadura, que se utiliza en otros países, como minitractores; pero de eso no hay conocimiento ni siquiera en el MinAgricultura, lo que lo lleva a uno a pensar que no se desarrollarán programas a su alrededor. No están en el menú”, agrega. Y con relación a la maquinaria de mayor calado, para que un campesino acceda a ella, Hernández Peñaloza, estima que, sin lugar a dudas, deben haber líneas especiales de crédito y largos plazos. Se debe trabajar, en su apreciación, con créditos de fomento.

 

Cifra 

$700 millones vale una combinada (recolectora de arroz). Para poder acceder a ella, mínimo, se deben tener sembradas 300 hectáreas de arroz tecnificado.

 

Dato

En los países que trabajan la agricultura de alta eficiencia, se labora con tractores autónomos (no requieren conductor) que son operados y monitoreados desde un dispositivo portátil o tablet.

 

Cifra

36.6% de las 111 millones de hectáreas que contiene el país, están dedicadas al desarrollo de la actividad agropecuaria; mientras que el 56% son bosques.

 

¿Sabía qué

Cinco departamentos del país concentran 41.8% de las UPA que tienen maquinaria. En primer lugar está Antioquia con 10.9 %, le siguen Tolima y Santander con 8%, Cundinamarca (7.6 %) y el Huila (7.5%).

 

Dato

Analistas estiman que la asociatividad y el financiamiento a largo plazo, le permitirán a los campesinos pequeños y medianos, poder acceder a la tecnificación.

Credito
REDACCIÓN ECONOMÍA

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