Transformación, el oxígeno para el agro

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Hace 40 años comenzó con siembras de palma, montó las extractoras de aceite y luego llegó al biodiésel; sin embargo, debe seguir esa cadena de transformación enmarcada en la bioeconomía y oleoquímica, con el fin de confeccionar productos, los cuales, hoy se importan a grandes costos.

Si bien es cierto que el agro de Santander ha dado pasos importantes en cuanto a la transformación de sus productos, debe acelerar ese proceso y seguir con las adiciones o de lo contrario, a juicio de los analistas, al país seguirán llegando y muy costosos.

Pero a lo anterior hay que sumar un hecho inverosímil: esos productos que nos llegan no son otra cosa que materia prima producida en el departamento, pero con valor agregado. Es decir, las ganancias se están quedando en manos de las empresas transformadoras, pero de otros países.

Los palmeros, caucheros y cafeteros son los que han llegado, por decirlo así, al segundo piso en agregación de valor; pero debido a las exigencias de los mercados y a la saturación de producción nacional, deben entrar a una nueva era, como por ejemplo, la bioeconomía y la oleoquímica.

Para los expertos, una muestra del rezago se evidencia en el cacao, que se reconoce como fino en sabor y aroma por la Icco (autoridad mundial), pero aún las exportaciones se hacen en pepa, para luego ir a los almacenes de cadena a comprar las chocolatinas 100% más costosas.

Estiman los analistas que bien lo ha dicho la FAO: el mundo demanda día a día más alimentos y Colombia podría ser protagonista como un fuerte proveedor, pero no de granos simples.

En el caso particular, esa transformación debe impulsarse y un factor (dada las características de la agricultura en el departamento, donde predomina las pequeñas siembras) como la asociatividad y la integración serán sustanciales para su consolidación.

 

Huevos instantáneos

Los productores de huevo de Santander están transformando los excedentes de producción. Se asociaron.

De acuerdo con Clemencia Acebedo Silva, de la junta directiva de Al Campo Colombia (conformada por 21 pequeños y medianos empresarios desde hace siete años) se trabaja huevo pasteurizado y pulverizado, materia prima para la industria de pastelería, bizcochería y hoteles.

En su concepto, los ovoproductos son una línea de mayor demanda en el mercado, dada la versatilidad a la hora de la preparación. “Solo hay que rehidratar el huevo y está listo para la cocción”, agrega.

Hoy procesan 140 toneladas de huevos diarias y apuntan a otra serie de presentaciones: tienen como objetivo llegar a un producto especial para todos los gustos.

“La transformación nos permite atender segmentos especializados y además, contener la liberación de huevo en el mercado interno”, señala.

 

Cambios exitosos

Según Hernán Hernández Peñaloza, presidente de la Sociedad de Agricultores de Santander, SAS, y miembro de la SAC, hace 40 años se cambió unos cultivos por otros y algunos de los nuevos han dado el paso como agroindustriales, pero de baja tecnología: se sembró palma, llegó a la extractora y terminó en biodiésel.

En cacao no se ha tenido la misma suerte, hay un valor agregado muy reducido; en yuca, en su concepto, se fracasó a pesar de tenerse los cultivos, pues sería el reemplazo del maíz y soya que demandaban anualmente los avicultores.

Hernández Peñaloza dijo que en frutas se creció en siembras, pero no lo suficiente. Hay plantas despulpadoras (unos exportan) y a pequeña escala se tienen fábricas de jugo y de aceite esencial; pero no se ha podido concebir una producción en escala.

“En cárnicos se ha adelantado bastante al igual que en avicultura; pero no es suficiente para la nueva etapa de producción. Hay que dar otro paso hacia arriba y éste es costoso.

A esa nueva agroindustralización hay que hacerle otras adiciones en favor de los mercados o nos sacan de ellos”, advierte.

El directivo asegura que es imperativo la necesidad de nuevas agregaciones solicitadas por el mercado externo, y en el interno las grandes superficies las demandan. Al no tenerlos acá, sencillamente, las importan”, señala.

Hernández Peñaloza agrega que se debe acceder a esa nueva plataforma, la cual ya está inventada.

“Esa transformación permite adiciones a los balances económicos que podrían ser del 100%, ya que una cosa es vender aceite de palma y otra jabones y bases para cosméticos”, explica.

El directivo dice que esa transformación no da espera y que “no podemos seguir mandando el cacao al exterior en pepa, mientras que las fábricas de cosméticos tienen que importar esos nuevos productos 1000% más caros”. Hernández Peñaloza resalta que se necesita capacidad de asociación para unir capitales y adelantar el proyecto: “tenemos que integrarnos o no seremos capaces de modernizarnos”, sostiene.

 

Los primeros pasos

La agregación de valor de un producto puede comenzar desde la finca, lo que le permite entrar a un mercado diferenciado, por buenas prácticas de agricultura o certificación de producto orgánico.

Y si se quiere agregar más valor, se puede efectuar una selección de la fruta (limpieza, calidad y protección).

Para Víctor Hugo Morales Núñez, director de Agroproyectos y Gestión Empresarial S.A.S., en el caso del cacao, por ser materia prima de un proceso agroindustrial, se debe seleccionar por fino y aroma, en que es vital una correcta fermentación para no entorpecer la calidad del grano.

Además, se debería buscar una certificación de origen, lo cual lo convertiría en un producto único.

“En un proceso mínimo de transformación se podría llevar a manejos de secado y obtención de masa, manteca y grasa de cacao”, explica.

Morales Núñez dice que esa agregación inicia con la asociación de pequeños productores. “El beneficio no puede ser individual o el productor perderá la calidad de su grano. Se deben establecer centrales de beneficio para dar uniformidad a la calidad del cacao en finca”, agrega.

 

Muchas opciones

A lo largo y ancho del territorio nacional, el ingenio de atrevidos profesionales ha puesto en la palestra proyectos de transformación de productos agrícolas, actividad que pareciera infinita.

Hace tres años, una estudiante de Ingeniería Agrícola de la Universidad Nacional de Medellín desarrolló una bebida energizante a base de maracuyá y fresa.

Y recientemente en un laboratorio de paz de la Universidad de La Salle, Yopal, capital de Casanare, unos jóvenes campesinos dieron a conocer una bebida energizante a base de yuca.

Además, tenían en sus proyectos mermelada de badea, cholupa y maracuyá; dulces de Cocona (fruto amazónico), salsa de flor de Jamaica, lasaña de plátano y hasta yogurth con aloe vera, entre otras novedades que bien pueden colocarse con éxito en el mercado externo.

Igualmente, con las harinas de yuca, ñame y ñampí se elabora un pan sin gluten y coladas para menores en edad infantil.

Y si quiere un segmento más innovador, ese lo ofrece la confección de cervezas artesanales que se pueden preparar a base de maíz, auyama y leguminosas.

 

¿Sabía qué

Un productor de café diferenciado (especiales o gourmet) puede tener un 50 % más de rentabilidad, si coloca su producto empacado en el mercado nacional o extranjero.

 

Cifra

400 toneladas de naranja puede ser la producción de una hectárea tecnificada; más del 40 % es cáscara, subproducto ideal para la elaboración de alimentos para bovinos.

 

Dato

En Puerto Araújo, los caucheros tienen la planta más moderna del país. Su valor superó los $10 mil millones y puede atender la producción de 10 mil hectáreas.

 

Cifra

500 mil hectáreas de palma aceitera se tienen plantadas en Colombia, de las que, aproximadamente, 60 mil están en tierras de Santander.

Credito
REDACCIÓN ECONOMÍA

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